COMENTARIOS VERANIEGOS XIV
La serie de
artículos veraniegos comienza a vislumbrar su final y hay temas que se nos han
ido quedando en el tintero, uno de ellos es obvio, porque no se puede hablar de
esta época sin hacer referencia a: La canción del verano.
Mucho se ha hablado
de este fenómeno e incluso de los artistas que año tras otro llegaron a
especializarse en ser los triunfadores veraniegos. Aunque hay que comentar que
no se sabe muy bien a qué llamamos triunfo es estos momentos. Las ventas de
discos han caído tanto que no se puede valorar que la canción del verano sea la
más vendida, salvo que le den el peyorativo galardón a los que hayan vendido
más de 10 Cds o que se cuenten los comprados en el top-manta. Al menos antes
los cassettes de las gasolineras se podían cuantificar. Quizá debamos
establecer que la canción del verano es la más escuchada durante este periodo,
pero eso también depende un poco de donde te encuentras y con qué gente te reúnes,
porque si es por eso la que más he escuchado yo ha sido la de :…tuuun tun,
tariro tararari…”, si no habéis descubierto que se trata de la banda sonora de “Juego
de Tronos” es porque no os sabéis la letra. Y aun fuera de mi circulo sé que esa
música ha tenido una gran aceptación. Pero bien es verdad que no suele ser así
como se gestiona, que teóricamente es la que más suena en las radioformulas y
sobre todo en las fiestas y bailongos oficiales y no oficiales de nuestra geografía.
Eso deja fuera otro tipo de canciones que han sonado mucho este verano pero no
se suelen bailar : “La consulta será el 9 de Noviembre dentro de la legalidad”,
“Pujol enano, eres andorrano” y otros hitos que se han repetido tanto en estos
días. Porque esa es otra de las características principales de las canciones
del verano, te tienen que taladrar los oídos como si tuvieras una obra en la
casa del vecino. También es cierto que hay una serie de elementos que se
conjugan para formar este tipo de éxitos:
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El
picante: Porque no se puede llegar a lo más alto sin añadirle un toque picantón
cual jalapeño o pimiento de padrón. Ahí tenemos grandes ejemplos como: “Ven, devórame
otra vez”, “se la comió el tiburón, el tiburón”, “mami que será lo que tiene el
negro”, etc. Incluso hay una posibilidad que aumenta las posibilidades de
conseguir tan ansiado triunfo, hacer un video con tías buenas bailando con poca
ropa. Bien es cierto que ese tipo de videoclip es el habitual aun en las
canciones del coro del ejército ruso, pero quizá por eso o las pones o estás
fuera. De hecho se refuerza la cosa si es la propia cantante interprete la que
aparece con poca ropa y ya el éxito es seguro si se marca un jueguecito lésbico
en el video: Rhianna y Shakira han jugado esta baza juntas y funciona.
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La
letra: Bueno, es obvio que no estamos buscando literatura de la buena, ni
siquiera de la mala. Ea, si hasta podemos aceptar que no rime. Y aun más, ni
siquiera es preciso que la letra diga algo inteligible aunque la canción sea en
castellano, que ahí tenemos el éxito del “Aserejé” para confirmarlo. Si acaso y
por añadirle algo que incremente las posibilidades de éxito es frecuente
incluir frases tipo : “la mano arriba”, “mueve la cintura” y la inefable
referencia a la danza, esto es utilizar el verbo bailar en cualquiera de sus
posibilidades : “bailando”, “bailarrrr, bailarrrr”, “baila morena”, “yo quiero
bailar toda la noche”, etc.
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La
coreografia: Si, porque otra de las características de este tipo de canciones
es que tengan una sencilla, original y cómoda de imitar coreografía para que
cuando suene en cualquier tipo de evento una gran cantidad de gente pueda
disponerse a destrozar cualquier atisbo de sentido del ritmo. Aun es mejor si
en la propia letra ya te van indicando que hacer, no sea cosa de que te pierdas
y te pongas a hacer Paquito el chocolatero en plena Conga, que una cosa es el
picante y otra cosa es la pura pornografía. Entre las coreografías que
acertaron en verano tenemos el ejemplo de Coyote Dax y su “No rompas mas”, que
vale para un roto y un descosido, que a nada que la canción tenga un ritmo folk
te viene ideal. También podríamos señalar el “Chiki Chiki”, que este ya
utilizaba las pistas para que la gente no se perdiera, lo que pasa es que
tenías que conocer mucho de danza moderna para estar a la altura porque tocaba
diferentes estilos: brikindans, crusaito, maiquelyacson, robocop, perrea… Pero
lo definitivo es ir dando los pasos mientras suena la música tipo: “Un, dos,
tres, un pasito palante, Maria. Un, dos, tres, un pasito patrás”. Sencillo y
conciso, imposible confundirse y aun así sucede. Por eso algunos encontraron la
solución, no hay coreografía propia, solo “Follow the leader”, lo complicado es
encontrar el líder (alguno se ha ido a bailar al
supermercado), aunque generalmente suele ser el más payaso de la fiesta.
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Las letras
cachondas. Ya hemos comentado el tema de la letra, pero esto es una variedad
dentro de este vasto (y basto) mundo del éxito veraniego. Aquí funciona lo de más vale caer en gracia
que ser gracioso. Que a veces nos encontramos con chistes musicales
directamente que se convierten en fulgurantes hits porque los españoles semos
asín. El “Chiki-chiki” es un ejemplo
pero no el único, podemos también incluir “Opá, yo viazé un corrá”; “La Ramona”,
“Tractor amarillo”, “No te olvides la toalla cuando vayas a la playa” o casi cualquiera
de Hombres G. Vale, ahí quizá me he excedido, ellos no pretendían hacer
chistes.
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Repetir
mucho. Como ya hemos dicho que las letras a veces no se entienden y que tampoco
vamos a prestar mucha atención a lo que dicen, lo mejor es repetir algo
continuamente para que todo el mundo lo cante en pleno desfase: “El venao”, “La
barbacoa”, “Gasolina”, “Moving”…son muchas las canciones que utilizan la
técnica de la repetición. Otras la utilizan también pero en forma de
estribillo, como Pau Donés con “la Flaca” o Depende” o en general con cualquier
canción suya, que repetimos y repetimos y al final todo el mundo lo tiene
clavado en el cerebro de manera indeleble, pensad en Marta Sanchez y Carlos Baute,
que a mí ya me sudaban las manos de tanto escuchar que estaban colgando en las
suyas.
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Freakys:
a veces como fenómeno especial ocurre que algunos famosos deciden grabar una
canción y si dan con la tecla adecuada se convierten en un verdadero boom ( al
menos en nuestros oídos), tenemos el ejemplo Dinio y su “Hasiendo el amor” o el
más reciente de Paquirrín y su “Quitate el top” (aunque él no canta sólo pone
la música). Este no es un caso nuevo que gracias a la popularidad muchos
decidieron dedicarse a la música al menos momentáneamente: Jesulín de Ubrique con
“Toa” (para decir toda hubiera tenido que estudiar una carrera) o mucho antes
figuras incluso de reconocido prestigio como Pepe Domingo Castaño con “Mariquiña”.
De hecho hay quien dice que Bertín Osborne pertenece a este grupo aunque no
sepamos que llegase a tener ningún éxito realmente reseñable. No obstante, no
es un fenómenos puramente español que en otras latitudes también encontramos
muestras de este intrusismo: Carla Bruni en Francia, Estefania de Monaco en Monaco,
Romina Power en Italia (esta en duo),
Bruce Willis en USA, etc.
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Canciones
extranjeras: Aunque hay que señalar que las canciones que más triunfan en estas
fechas veraniegas suelen ser en castellano, con todas las salvedades que ya
referimos en cuanto a las letras y reconociendo que las distintas modalidades
de reggaetón, bachata o similares también comparten ese idioma aunque no
entendamos la mitad de lo que dicen, de vez en cuando se cuela en lo más alto
de la popularidad alguna canción en idioma foráneo, pero no tiene porque ser en
inglés que sería lo más habitual, pues por ejemplo podemos encontrar éxitos en
portugués como el “Eu si te pego”, en rumano “Dragostea Dintei” ( o “Fiesta,
fiesta, pluma, pluma gay” en versión Moranco),
el gran hit en coreano “Gangnam style” o esa canción de Shakira cantada en
nosequé todo revuelto, del que sólo podíamos entender “…..…waka-waka hehe........porque
esto es Africa” , que así te enganchabas de nuevo a rezar con las piernas
abiertas moviendo el ombligo y todo eso.
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La
publicidad. Algunas de las más destacadas canciones de verano tuvieron su impulso
gracias a la publicidad o los eventos especiales, que no bastaba que nos
machacaran en los saraos para que viendo la tele también nos taladraran con múltiples
audiciones del horror. Recordad por ejemplo a Coca-Cola y su exitazo “Del pita
pita Del” , a la Once y la cancioncita recitando las tapas o la ya mencionada
Shakira, pero no es la única que también podemos mencionar a Ricky Martin y “La
copa de la vida” o incluso a Los manolos con “Amigos para siempre”.
En fin que con este
“breve” repaso de los elementos que logran dar el éxito a una canción del
verano ya tenemos clara cuál ha sido la de este año y a fe mía que ha sonado
hasta que yo ya no podía más. Tenemos a un famoso que no sabe cantar,
repitiendo una y otra vez lo mismo, con trozos que no se entienden, tías buenas
en el video, con indicación de la coreografía e incluyendo el verbo bailar. Lo
tenía todo : “…Subiendo y bajando, subiendo y bajando, bailandoooooo,
bailandoooo, bailandoooo, bailandoooo, este fuego por dentro me está
enloqueciendo…”. Enrique Iglesias. Lo dicho, insoportable.
Cantad, cantad,
cantad…esto es la booooomba.
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