GUS MORNINS 8/04/20


Our house is a very, very fine house
With two cats in the yard
Life used to be so hard
Now everything is easy
'Cause of you

(Our house, Crosby, Still, Nash & Young)

Guuud mornins, cinéfilos.

Tal y como cantaban hace unos cuantos añitos los CSNY nuestra casa es un lugar muy guay, y eso aún sin tener dos gatitos en la entrada. Nuestra casa es en estos días el lugar más adecuado para estar sin ninguna duda. Ya, hace un año a estas alturas estabais preparando la maleta o revisando los neumáticos y el aceite del coche antes de la gran escapada, o probándoos vuestra mejor mantilla para salir al balcón a cantaros una saeta al paso de las procesiones. Nada de eso sucederá esta vez y esperaremos a que vengan tiempos mejores.

Antaño, el Miércoles Santo solía ser también la fecha en la que se adelantaban los estrenos cinematográficos de la Semana Santa. Hoy con las salas cerradas, tendremos que conformarnos con lo que nos quieran dar las teles, una buena dosis de péplums y de romanos no faltará como está mandado. Pero siempre nos quedará el streaming. Y es por eso que hoy en el gus también adelantamos nuestra cita con las recomendaciones domésticas que llevamos haciendo ya un par de semanas. Os garantizó, por César que no vais a ver ni una sandalia ni una crucifixión. Hoy hemos cambiado nuestro criterio para elegir las películas, porque en lugar de tirar de las efemérides del día, vamos a aprovechar el hastag #yomequedoencasa para recomendar películas de gentes confinadas que por h o por b no pueden salir de casa. Ya sea por secuestros, exilios más o menos autoimpuestos o extraños fenómenos paranormales, la historia del cine está llena de ellas.

Y empezamos por uno de los últimos grandes estrenos del cine español,  La trinchera infinita, el último trabajo también de los directores vascos Joan Garaño, Aitor Arregui y José María Goenaga. En esta ocasión, los creadores de Loreak o Handia se salen de su habitual zona de confort y abandonan por primera vez Euskadi para llevarnos a la Andalucía rural de mediados del siglo pasado contándonos una historia basada en hechos reales. La película aborda el tema de los llamados topos de la Guerra Civil, obligados a esconderse en sus propias casas por temor a las represalias surgidas tras el estallido del conflicto. Es el caso de Higinio, vecino de un pequeño pueblo almeriense que tras ser hecho prisionero acusado de pertenecer a partidos de izquierda logra huir y refugiarse en el subsuelo de su propio hogar. Así pasaron treinta años. El film, que puede verse actualmente en  Netflix y en Filmin, en su opción Premium, ganó 4 premios en la pasada edición del Festival de San Sebastián, incluyendo guión y dirección. Se hace un poco largo- son 147 minutos- pero al menos hay más tiempo para disfrutar de las interpretaciones de sus dos protagonistas. Antonio de la Torre está sublime como siempre, pero la que realmente está sorprendente es su esposa en la ficción, la también malagueña Belén Cuesta, en su primer gran papel dramático. Se llevó el Goya a mejor actriz el pasado febrero por dicho papel.



Fue precisamente en la ceremonia en la que arrasó Pedro Almodóvar con su Dolor y gloria. El manchego es  también un experto en películas de confinamiento, pues ya hace casi treinta años- que se dice pronto- nos regaló Átame, una de sus obras más equilibradas y redondas. Si De la Torre y Cuesta estaban magníficos en la reseña anterior, qué decir aquí de doña Victoria y don Antonio- para mí el mejor papel de su carrera más allá de dolores y glorias- que lo bordan. Él es Ricky, un joven de 23 años que después de salir de un sanatorio mental en el que ha estado años recluido decide raptar a su actriz favorita, Marina, una estrella del porno. Y no la soltará hasta lograr que se enamore de ella. Por supuesto que lo logrará, porque lo suyo ante todo es resistir. Es la película que siguió en la carrera de Almodóvar al éxito de Mujeres al borde de un ataque de nervios, su verdadero punto de inflexión.  Disponible en Filmin.



Otra de secuestros, aunque esta vez con algo más de tensión (no sexual) que la anterior. William Wyler dirigió en 1955 Horas desesperadas, basada en una obra teatral de Broadway que se encargó de llevar a la pantalla junto a Humphrey Bogart y Frederich March. Si la pasada semana veíamos aquí a Bogart teniéndoselas tiesas con los parroquianos de un pequeño bar en El bosque petrificado, aquí se mete en el hogar de una tranquila familia a quien mantiene como rehenes en su propia vivienda. La película tuvo en los 90 un remake a cargo de Michael Cimino y con el gran Anthony Hopkins encabezando el reparto. Ya sabéis, si después de Ben Hur, todavía os quedáis con ganas de más Wyler está es vuestra película que podréis encontrar en la programación de Rakkuten TV



Claro que si molesta que te secuestren en tu propia casa y con toda tu familia además, lo que ya debe ser jodidísimo es que te inviten a una cena a un hogar ajeno y tengas que quedarte a vivir allí porque no puedes salir. La madre de todas las películas de confinamiento la hizo Luis Buñuel y la llamó El ángel exterminador, no se sabe muy bien porqué. Basada muy libremente en la obra de Luis Alcoriza Los naufragos de la calle Providencia, esta obra maestra del surrealismo cuenta las peripecias de un grupo de gente bien que no puede regresar a sus casas después de una cena de la alta sociedad. No hay que buscarle la lógica ni explicaciones racionales a lo qué pasa, pasa y ya está, que lo queréis saber todo. Una de las mejores películas del Buñuel mejicano, que equivale a decir de Buñuel a secas. Se puede alquilar en Movistar +



Y llegamos a lo alto, a la Apuesta de la Semana, apenas hora y quince de puro deleite. La ley de la hospitalidad inaugura la etapa dorada del cine de Buster Keaton y es una especie de recreación de la historia de Romeo y Julieta en el norteamericano siglo XIX. Los Canfield y los McKay mantienen desde hace generaciones una rivalidad y un odio que supera toda racionalidad. Una noche, John MCcay y James Canfield se matan entre sí, y el hermano de este último clama venganza mientras el hijo del primero es enviado por su madre a la ciudad donde podrá permanecer ajeno al absurdo enfrentamiento. Al cabo de unos años, Willy McCay es reclamado en su pueblo natal para hacerse cargo de la herencia de su padre. En el tren que le lleva de vuelta a casa conoce a Virgina Canfield que también se dirige allí para visitar a sus hermanos y a su tío.  Los dos jóvenes congenian durante el trayecto, y Virginia invita esa noche a cenar a su nuevo amigo al hogar familiar. Los vengativos Canfield no tardan en reconocer a su enemigo, pero deben atenerse a la ley de la hospitalidad que les obliga a tratar bien a un invitado mientras esté en su casa. Así que el tímido Willy deberá cuidarse mucho de poner un pie fuera de la hacienda porque sabe que si lo hace es hombre muerto. Keaton encuentra un sentido dramático a la historia que por supuesto completa con su indiscutible talento cómico. Divertidos gags visuales, aderezado con los característicos números acrobáticos, trucos y artilugios, incluida una rudimentaria locomotora, preludió de la que mostrará más tarde en El maquinista de la general. Esta obra maestra de Keaton puede verse en Youtube con los intertítulos traducidos al castellano.No corren buenos tiempos para ser hospitalario, pero al menos es una película que te invita a no quedarte en casa.


Y ahí seguiremos mientras nos digan. Esto fue todo por el gus de hoy.Esta Semana Santa va a ser tan atípica que incluso me estoy planteando repetir mañana y pasado a modo de compañía; es lo que tiene ser un servicio esencial. Sea como sea, que no decaiga, ya sabéis que ante todo lo importante es resistir.





Comentarios

carpet_wally@gmail.com ha dicho que…
Como mola que el gus siga al pie del cañón aun en estas circunstancias. Y como molan estas recomendaciones semanales, mucho mejores que los estrenos que nos planteaba el DJ suplente allá por...¡¡Que barbaridad, cuanto tiempo ha pasado ya!!.

No he visto la de Keaton, pero estos 4 días dan para mucho y si al final no hago la escapada que tengo planteada (una excursión al trastero) intentaré echarle el ojo a la joya que nos propone el maño.

Psasd un buen día.

Abrazos sin metros de distancia
INDI ha dicho que…
buenas sugerencias para el confinamiento, gracias Dex. No se vosotros, pero yo añoro pisar la calle, ir a correr, subir al Adarra o al Ernio, recorrer la orilla de la playa una mañana temprano descalzo, tomar un café en el bar del barrio.

Pero reconozco que somos unos privilegiados si, ante tan trágica situación, lo único que tenemos que hacer es quedarnos en casa.

Me apunto las recomendaciones, añadiría alguna serie, tan de moda ahora. Acabo de ver la primera temporada de "Fargo" y no está nada mal.

Abrazos llenos de salud para todos

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