GUS MORNINS 24/10/17
“Voy
a morir riendo porque nací llorando”
Al Capone
No, no, no quiero
rendir homenaje a Al Capone. Todos sabemos que era un malvado y muchas cosas
más. Todo lo contrario. Lo que hoy se celebra es el aniversario de la famosa
sentencia por impago de impuestos que le hizo pagar una multa de 50.000 dólares
(un dineral en 1931) e ir a la cárcel con una condena de 11 años de prisión,
donde enfermó de tuberculosis y falleció. Curioso, una condena de 11 años por
no pagar impuestos. Eso en una democracia… ¿dónde se ha visto? Y ni siquiera se
dignaron a negociar con él, inadmisible.
En cualquier caso, Al
Capone ha sido uno de los personajes que más veces ha visto su rostro
trasladado a la gran pantalla. Actores de toda índole (a menudo, sorprendentes)
le han interpretado con mayor o menorfortuna. Vamos a ver unos cuantos de
ellos.
Uno de los primeros en
hacerse carne en la piel del famoso gángster fue Rod Steiger en Capone (1959), de Richard Wilson, una
biografía más o menos novelada que relata su ascensión y caída. Sin embargo, la
esforzada interpretación de Steiger no salva la película que pasa por caer en
una serie de tópicos que, ya por aquel entonces, estaban bastante vistos. Muy
cerca de por allí, andan distintos títulos de la Cosa Nostra como El sindicato del crimen o La ley del hampa, que narran exactamente
lo mismo en las pieles de otros gángsteres más o menos inventados.
En 1961 se realiza The George Raft story, de Joseph Newman,
una biografía del famoso actor que hizo de Mafioso hasta que se aburrió y que,
en cierta ocasión, cenó con Capone. Raft, en su biografía, contaba que Capone
era un hombre muy educado pero que, para su sorpresa, odiaba la pasta y, en
lugar de invitarle a un restaurante italiano, le invitó a un chino (también
hace falta ser rácano). En cualquier caso, Raft se las arregló para no intimar
demasiado con él y seguir con su carrera cinematográfica hasta que se apagó a
principios de los cuarenta. Total, no quiso interpretar a Sam Spade en El halcón maltés porque John Huston era
un director primerizo… En cualquier caso, que me voy del tema, es que en esta
película se describe esa cena y el encargado de encarnar a Capone es Neville
Brand, un actor secundario de notable éxito y fama. Normalmente hizo papeles
antipáticos pero voy a recordar su mejor trabajo. Es el guardián que oscila
entre la amistad y el desprecio hacia el preso que tiene que custodiar en la
maravillosa El hombre de Alcatraz.
Uno de los Capones más
sorprendentes es Jason Robards en La
matanza del día de San Valentín, una de las pocas producciones de Roger
Corman en las que contó con un presupuesto holgado. Suficiente como para que
Corman le ofreciera el papel a Welles, que fue inmediatamente vetado por el
productor porque pensó que contratar al genio podría anular la dirección de
Corman y que el rodaje se desmandase. Así que Corman, en su legendaria
capacidad de improvisación, cogió a Robards que estaba contratado para
interpretar al rival de Capone, Bugs Moran, y le cambió el papel y le asignó el
suyo a Ralph Meeker. El resultado es una película muy entretenida, algo
precipitada y chapucera (marca Corman) en algún pasaje pero que está bastante
bien. Y Robards, a pesar de que físicamente se parecía poco a Capone, da una
nueva lección de cómo meterse dentro de un personaje.
Otro biopic fue Capone, realizado en 1975 por Steve Carver e interpretado por Ben
Gazzara. No es un actor que me emocione demasiado (aún teniendo en cuenta que
Gazzara fue el primer hombre que interpretó al famoso personaje de Brick en La gata sobre el tejado de zinc y que la
llevó al éxito en Broadway) pero hay que reconocer que hace un buen trabajo de
caracterización en la piel del más famoso de los gángsters. Lo curioso de esta
película, no demasiado buena y muy ajustada a la ascensión y caída de la que
hablábamos antes, es que en el papel de Frank Nitti, principal matón de Capone,
recayó en un joven que luchaba por llevar un guión sobre un boxeador a las
productores y que respondía al nombre de Sylvester Stallone.
Para qué nos vamos a
engañar. El tipo que mejor ha sabido interpretar a Capone ha sido Robert de
Niro y eso, creo yo, no admite ningún tipo de negociación. Lo hizo en Los intocables, de Brian de Palma y,
desde luego, varias escenas han quedado en la memoria de todos los que amamos
el cine. Desde el plano cenital con el que se inicia la película en la
barbería, hasta el famoso “si alguien se
mete conmigo, yo me meto con él” pasando por la antológica escena de la
cena con los “capi” y dando una lección del trabajo en equipo con el béisbol
como metáfora y un bate en la mano.
El gran Murray Abraham
también lo encarnó en una mediocre película titulada Baby Face Nelson, biografía del famoso delincuente que, en esta
ocasión, interpretó Thomas Howell. Dirigida por Scott Levy, su éxito fue escaso
y en España ni siquiera llegó a estrenarse en salas comerciales.
El último actor
reseñable que encarnó a Capone fue Anthony LaPaglia en Camino a la perdición, de Sam Mendes. Además de ser la última
actuación de Paul Newman, y de ser una excelente película, cabe recordar que
Capone es el tipo que exige a Newman que resuelva de una vez el problema que
tiene con Tom Hanks y con su hijo, para regocijo de Daniel Craig, hijo
biológico de Newman en la película. Siempre me ha gustado esta película, me
parece un poema de asesinato y de un hombre que, cuando tuvo que elegir entre
ser padre o ser asesino, que es a lo que se dedicaba, prefirió lo primero.
Atípica y estupenda con esa escena de la muerte de Newman en medio de un
aguacero. Una película para recordar.
Hay, por supuesto, más
actores y más títulos pero ya he dado suficiente el rollo. Incluso parece ser
que hay un proyecto en desarrollo con el título de Fonzo en el que el papel principal de Capone lo va a interpretar
Tom Hardy. Veremos, lo mismo se queda en agua de borrajas.
Os dejo el vídeo de la
escena del bate de béisbol. No apta para los que aborrecéis la violencia aunque
sea en cine. Pero no os preocupéis, luego el señor-víctima, se levanta, cobra y
se va a su casa a celebrarlo con su familia.
Y como mosaico…nadie
mejor que el propio Robert de Niro. Muchos dicen que ya está acabado. Yo digo
que su talento sigue intacto aunque muchas veces intervenga en películas que
están muy por debajo de él. ¿Creéis que es fácil mantenerse arriba con su edad?
Comentarios
Y también estoy de acuerdo con que el talento de Robert sigue intacto aunque muchas películas que hace ahora estén por debajo de él. Y precisamente porque está él esas pelis suben un plus. Justamente el otro día lo vi en el remake de "Están todos bien", una película que tiene algo de pornografía emocional que le digo yo. Pero bueno al menos está Bobby (y eso que no supera ni de lejos al gran Marcello).
Abrazos de al capone (los discos)
Abrazos mafiosos
Es curioso como de vez en cuando un tipo al que la ley le importa un comino se pone de moda. Actualmente pasa con Pablo Escobar Gaviría, plata o plomo, que te lo encuentras hasta en la sopa. También lo estuvo en su día Chacal, Carlos, El Argelino...sin duda uno de mis villanos favoritos.
Y claro tenemos a Bobby. Es cierto que quizás sus utlimos trabajos son un poco mediocres, pero qué quereis, también hay que comer y el vive de esto, asi que se lo perdonamos por habernos regalados interpretaciones inolvidables.
Gracias por el Gus.
Besos malvados.
Albanta
¿Es que acaso Capone se merece más vuestros 5 minutos de tiempo que el gran Teprac? ¿Que pasa en Zaragoza que sólo aparecen a comentar los post de los autores consagrados sin darnos un poco de bola a los mediocres aspirantes?
En fin, estoy con Alban en que la moda de dar coba a los malos se está volviendo un poco aburrida. Que personajes tan detestables como Escobar aparezcan casi como admirables por montar un imperio tan genial, que Spacey sea alabado por dar vida a un presidente USA cuyos escrúpulos morales son no sólo inexistentes sino que se jacta de ser un perfecto "hijodeputa", que Puigdemont sea considerado un héroe por los suyos...(uys esto no, que se me ha ido la pinza), que en "¿Como defender a un asesino?" la protagonista sea una abogada que hace todas las trampas posibles para evitar inculpaciones incluso recurrir a pruebas falsas o a permitir asesinatos y/o encubrirlos...
En fin, que esto es así, que se eleva a los altares a los malos ( y a quienes hablan de ellos) y se menosprecia la bondad (como la mía sin ir mas lejos).
Abrazos envidiosos