Gus mornins, 1/06/20


Atesoro a mis amigos, no a mis posesiones

(Johnattan Pryce)

Guuuud mornins, cinéfilos.

Estrenamos semana, mes, y temperatura que aquí hay que ver lo que ha refrescado en las últimas horas. La lluvia y la cuarentena han propiciado un fin de semana típico de sofá, mantita y películas de Clint Eastwood. Hoy deberíamos felicitar a Morgan Freeman, uno de los actores predilectos de Clint que cumple años un día después del jefe. Este lunes Morgan llega hasta los 83, y gracias a su ya nonagenario amigo puede presumir de ser un actor con Oscar, el que consiguió como actor secundario en Million Dolar Baby. Podía haber conquistado la preciada estatuilla una década anterior por su gran trabajo en Sin perdón, junto al maestro o por Cadena perpetua de Frank Darabont, pero en ambos casos siempre hubo alguien que la Academia consideró mejor.

Diez años después que Morgan nacía a esta lado del charco Johnattan Pryce, otro gran y versátil actor que por tanto cumple hoy 73. Tal vez porque de Morgan hemos hablado por aquí más, y porque este año ha sido especial para Pryce, nominación oscaril incluida, le vamos a dedicar hoy el gus a este último intérprete.

Nacido en Gales en 1947, Johnattan manifestó siempre una gran afición por las artes, y más concretamente por el dibujo y la pintura. La vida le terminó llevando a la Real Academia de Arte Dramático de Londres desde la que inició su carrera sobre las tablas. En sus comienzos, forma parte de la compañía Everyman de Liverpool en la que interpreta a todos los Shakespeares habidos y por haber. Pryce es allí Hamlet, Shirlock, el Rey Lear o el protagonista de La fierecilla domada. Después de abandonar la compañía, se mete en el reparto de la obra Comedians con la que obtiene su primer Tony. En los 90 conseguirá el segundo gracias al musical de Broadway Miss Saigon. También actuó en la versión teatral de Nine, interpretando a Guido Contini, papel que en el cine haría Daniel Day Lewis.

Su primer gran papel en el cine se lo da Terry Guilliam para quien trabaja en la distópica Brazil. Johnattan se ha convertido en un rostro habitual en las películas del ex Monty Phyton, y así hemos podido verle también en Las aventuras del barón Munchaussen o en la más reciente El hombre que mató a Don Quijote.

En 1995, Pryce es elegido mejor actor en Cannes por su papel en Carrington, opera prima del guionista de Las amistades peligrosas, Christopher Hampton. En el film, el actor se hace acompañar de la maravillosa Emma Thompson. En esa época también le vemos en títulos como La edad de la inocencia o Glenngary Glen Rose, aunque su papel más reconocido en los noventa es quizá el de Juan Domingo Perón en Evita al lado de Madonna y Antonio Banderas.

En los últimos años, Pryce ha sabido dosificar su presencia en películas de prestigio y en taquilleros blockbusters, y así ha participado como enemigo de James Bond en El mañana nunca muere o en la saga Piratas del Caribe. El actor confiesa que se lo pasó pipa rodando G.I. Joe junto a Bruce Willis , y los millenials le reconocerán como uno de los personajes de Juego de Tronos.

Se puede decir que en la actualidad Johnattan pasa por un buen momento de su carrera. Hace un par de temporadas le vimos en La buena esposa, haciendo bueno el dicho de que detrás de cada gran actriz se esconde un gran actor; la que se llevaba allí todos los elogios era una inconmensurable Glen Close, pero la callada interpretación de Pryce era otra gran baza de la cinta.  Este año, ha interpretado la producción de Netflix Los dos papas de Fernando Meirelles dando vida al papa Francisco, y por ello ha conseguido su primera nominación al Oscar. Pryce aparece junto a otro galés ilustre, Anthony Hopkins que encarna a Benedicto XVI, y dice que para él lo más difícil de su caracterización fue hablar italiano, español, latín e inglés, con la soltura de quien lo habla con normalidad.

Por lo demás Pryce es un tipo sencillo que huye de la fama y de las alfombras rojas. Sigue pintando porque afirma que es lo que más le llena. Se declara galés antes que británico, aunque es Comendador de la Orden del Imperio. Un hombre sencillo al que no le gusta destacar, pero, sencillamente a nosotros hoy nos apetecía hacerlo. Japi berdei, Mr Pryce.





Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Arranco unos minutos para leeros, la reducción de jornada (venimos solo por las mañanas) y el mantenimiento de la cantidad de trabajo, hace que sea escaso el tiempo que podemos dedicar a otras cosas pero aquí estamos.

Podemos decir que estamos sobreviviendo a una pandemia, siempre he dicho que me gustaría vivir y sobrevivir una catástrofe al estilo de mi amiga Pilar que vivió los terremotos de Chile del 2010 o mi amiga Vanesa que vivio un huracán en su viaje de novios, con lo primero (vivir) vamos vien, con los segundo (sobrevivir) vamos yendo.

Bueno lo de mi amiga Vanesa tiene miga porque también sobrevivió a los atentados de Atocha así que siempre decimos que cuando estamos con ella estamos a salvo, graciosos que somos.

Y es que desde que somos amigos nos han pasado todo tipo de cosas, son muchos años ya, y esta etapa es de las de apuntar en los anales.

Felicidades pues a estos tres jovencitos (dicen que la edad es un estado anímico que a veces coincide con el tiempo pasado desde que hemos nacido) que cumplen años esta semana.

Y gusto en veros a todos, mucho.

Gracias Dex.

Besos, na más.

Albanta
INDI ha dicho que…
un gusto leer los guses anteriores y el de hoy, seguís manteniendo el alto nivel, qué grandes sois.

Al igual que Albanta, debido al puñetero virus este nos han cambiado el horario de trabajo. Ventajas: salimos antes, por lo que la tarde se disfruta mucho más. Desventajas: que en menos horas tienes que realizar la misma cantidad de tareas, incluso alguna más.

Pero que todos los males sean esos. Me alegro un montón de ver que todos estáis bien. Por allí a lo lejos parece que se asoma el final de ésta etapa tan rara que estamos cruzando. Esperemos que la siguiente etapa sea más tranquila.

Y, como no, felicidades al viejo Clint, aunque sea con retraso. En el mundo se divide en dos: los que tienen la pistola cargada y los que cavan. Tú cavas.

Abrazos sin distancia

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