GUUUD MORNINS 05-04-2018
"Interpretar es sencillo: consiste en saberse el papel y no tropezar con los muebles" (Spencer Tracy)
Guuud mornins cinéfilos y disculpas por el retraso, pero me estaba matriculando en un Master de ésos en los que no hace falta asistir a clase ni presentar el proyecto, vamos, que te dan el título por tu cara bonita. Y ya sabéis lo que son estos trámites, que si falsificar algunos documentos, cambiar las notas por ordenador, camelar a la secretaria de turno para que se calle cuando el tema salga a la luz... ufff, vaya mañana.
A lo nuestro, que sin duda es más interesante. Ésta semana habéis colocado el listón muy alto, por lo que dejaré mi gus preparado sobre mitos y realidades del cine erótico de los 70 y trataré de no desentonar, aprovechando que un día como hoy vino al mundo, hace ya 118 años, Spencer Tracy, al que se le ha definido como un tipo de aspecto normal, quizás algo rudo, varonil, bajito y que supo destacar tanto en dramas como en comedias, generalmente en papeles de hombre bueno con caracter, y que nos dejó interpretaciones que están catalogadas como de lo mejor que ha dado la historia del cine. O eso dicen los que entienden de ésto. Sin duda ha sido uno de los grandes.
De familia católica, en su juventud sopesó la posibilidad de ser médico o sacerdote, pero finalmente optó por la interpretación, tras su paso por la armada. Tras varias obras de teatro, el gran John Ford le dió la oportunidad de debutar en el cine con "Río arriba", en 1930, donde coincide con Humphrey Bogart. La Fox le exprimió en ésos años, llegando a interpretar 16 películas en 3 años. Vamos, que no estaba en la cola del paro nuestro amigo Tracy.
Su fichaje por la Metro Goldywn Mayer en 1935 fue sonado y con ésta productora realizó gran parte de su carrera a partir de ése año. Obtuvo 7 nominaciones al Oscar y lo ganó en 2 años consecutivos con su papel del bondadoso Manuel en "Capitanes intrépidos" de Victor Fleming y con "Forja de hombres" de Norman Taurog como el padre Eduard Flanagan. También destacó en otros films como ""Furia" de Fritz Lang, "El extraño caso del dr. Jekyll", de nuevo con Fleming o "La ciudad de los muchachos".
Pero si por algo recordamos a Spencer Tracy es por su tándem con la majestuosa Katherine Hepburn. Coincidieron en la película "La mujer del año", en 1942, y ya no se separarían jamás. Ella le ayudó con su adicción al alcohol. Spencer Tracy llevaba ya casi 20 años casado con Louise Treadwell, de la que nunca se divorció, pero su relación con Hepburn duró hasta el fallecimiento de Spencer. Aunque nunca acudían a actos públicos juntos, tampoco negarían su relación, que duró más de 30 años. Juntos interpretaron 9 películas, entre ellas "La costilla de Adán", "Mar de hierba", "La impetuosa", "Cosas de mujeres"... y la última, poco antes de morir él, "Adivina quien viene a cenar ésta noche". Unas semanas después de finalizar el rodaje falleció Spencer, y fue Katherine quien avisó a la familia. Elegante como era, por respeto a la familia no acudió al funeral.
Lo han definido como el gran amor de Hollywood o el amor prohibido del cine. La química entre ellos era brutal. Lo que siempre nos quedarán son sus grandes interpretaciones.
CANCIÓN DEL DÍA
BELLA AMANDA (La costilla de Adán)
MOSAICO DEL DÍA
Comentarios
Me gusta la palabra que utilizas para definir a Catherine, Majestuosa, creo que es la que mejor la define, elegante, generosa, discreta...no sé cómo debe ser vivir un amor así con tantas restricciones sociales pero ellos supieron encontrar ese espacio donde nadie podía llegar y hacerles daño y lo mantuvieron durante treinta años.
Vaya semanita....
Beos románticos
Albanta
Gracias por traerlo hasta aquí, Indi.
Besos
low
También sé que era un hombre de carácter difícil y que llevaba muy mal las ausencias de Hepburn por rodaje, o porque se iba de gira a una obra y ahí era donde más se ponía a beber. La propia Kate, en su autobiografía, decía que una vez llegó a pegarla cuando le estaba desnudando para meterle en la cama, pero que le perdonó porque él no era así y no sabía lo que hacía. También parece ser que arrastraba un cierto sentimiento de culpabilidad porque su hijo era sordomudo y no podía con eso (y eso también fue lo que le movió a no tener hijos con Kate). Sin embargo, en esa misma autobiografía, Kate concluye con unas palabras que definen muy bien cómo era esa relación. Son sólo tres palabras, escritas desde la ya avanzada edad de Kate, pero que quizá son las mejores que una mujer puede dirigir a un hombre: "Le echo de menos".
Abrazos rendidos.
Y ahora me tengo que poner yo a escribir sobre si merece la pena ir a ver una tontuna francesa o una de Javier Fesser. Creo que Dex me la coló pero bien cuando me propuso cambiar el lunes por los viernes. A ver que hago yo ahora para no morir en el intento de que esta semana sea redonda de guses...Fácil, hago mutis por el foro y me invento una fiesta en viernes y aquí acaba todo y en lo más alto.
Porque es así, hemos ido hacía arriba y hemos terminado tocando el cielo. Spencer era en realidad ese ángel de "Dos en el cielo" (que luego remakeó Spielberg en "Always" con bastante poca fortuna) que se nos presentó en forma de actor para hacernos sentir mejor, para que reflexionáramos sobre nuestro propio mundo o nuestras decisiones. Yo no sé con qué papel quedarme, me gusta en todos, pero tengo un especial cariño (la vi de pequeño y me emocionó mucho) en una película que es algo fallida, pero para mi inolvidable, "El viejo y el mar" basada en el relato de Hemingway.
Sobre Kate y Spencer corre una leyenda, se dice o se dijo que era una relación de conveniencia, que se trataba de tapar el lesbianismo de ella y la homosexualidad de él. De hecho, uno de los que lo aseguraban se reconocía como uno de los amantes de Tracy, un tal Scotty Bowers. En cualquier caso, es una bobada, no sé si Hapburn y él se acostaban juntos o si jugaban al monopoly, lo que si sé es que se querían intensamente, de eso parece que no cabe ninguna duda.
Enorme Junior.
Abrazos tendido a sus pies.
Abrazos aclaratorios