Gus mornins, 11/12/17

“Parece ser que el destino se desarrolla. 


(Casablanca, Michael Curtiz, 1942)

Guuud mornins, cinefilos:

Lunes 11 de diciembre. A dos semanas justas de Navidad, que parece mentira que se nos haya pasado tan rápido y venido por encima todo esto. Bueno, pues son fechas en las que además de adornar la casa y empezar a comprar los regalos y todo eso nos da por poner el retrovisor y echar la vista atrás. Y hoy no nos vamos a detener en el gus a mirar lo que nos pasó en el 2017 sino más bien en lo que se cumplió este año. Que se cumplieron varios, sonados y redondos aniversarios cinéfilos. Películas que se seguirán recordando “as time goes by” y que nunca nos cansamos de ver. Hoy no hay ciclogénesis explosiva que nos detenga en el repaso de estos títulos. Quizá cada uno de ellos hubiese merecido un tratamiento más especial y personalizado, pero el tiempo se nos echa encima. Ah, el tiempo.


A todo esto hay que recordar que el cine es un arte más que centenario y que hace un siglo ya triunfaban en pantalla los cortos de Charlot o la primera versión de Juana de Arco a cargo de Cecil B De Mille.  Si avanzamos un poco más en el tiempo, hace noventa años se estrenaron dos clásicos como Metópolis o Amanecer, uno en Alemania y el otro en Hollywood pero con dos directores germanos al frente. 1937 fue el año de La gran ilusión del maestro Jean Renoir y Spencer Tracy nos hacía llorar a moco tendido dando vida en pantalla al pescador Manuel en Capitanes intrépidos.

Pero en este 2017 también celebra sus bodas de diamante la inmortal Casablanca. Se ha escrito tanto sobre ella y ha corrido tanta agua sobre el puente que.. En fin, la tocaremos otra vez. La película se exhibió por vez primera en NY el 26 de noviembre de 1942 pero no se estrenaría comercialmente hasta enero del año siguiente, y  por supuesto no nació con la vocación del mito que hoy es. Nació como una película más que en tiempos de guerra estaba destinada a levantar la moral entre las gentes que iban al cine. Y creció y creció un poco a golpe de improvisación. Dicen que Ingrid Bergman nunca estuvo mejor y ello se debe a que realmente no sabía si al final se quedaba con Rick o con Lazslo. El guión se iba escribiendo día a día y a varias manos, y la pobre Ingrid cada mañana cuando llegaba al plató preguntaba ¿Qué, ya sabéis con quién me quedo?. Al final se quedó con Lazslo como bien sabéis y casi fue lo que mejor. Pienso que si por algo la película de Curtiz es hoy un mito es porque engrandeció ante el espectador la figura del perdedor y puso en valor algo tan romántico como es la renuncia (mi lado cortogramero me hace desear pensar que cuando Ilsa llegara a Lisboa se enamoraría de la ciudad, mandaría a Victor a freír espárragos y se pondría una tienda de toallas). Sobre Casablanca circulan un montón de curiosidades o anécdotas, como que Ronald Reagan era la primera opción para interpretar a Rick (quizá hoy el mundo sería un poquito mejor) o que Dooley Wilson, el actor que da vida a Sam, era un músico de jazz, pero no sabía tocar el piano. O que el personaje del pianista iba a ser en principio una mujer y que se barajó el nombre de Billie Holiday para encarnarlo. Por supuesto, hoy en día todo el mundo repite como un mantra frases que NO se dicen en la película. Jamás Ilsa le pidió a Sam que la tocara otra vez, simplemente se limitó a pedirle “Tócala Sam, toca “As time goes by” (lo del otra vez es cosa de Woody Allen). Y, que yo recuerde, Rick nunca le dice a Ilsa lo de “Siempre nos quedará París”, lo que se oye es, al menos en el doblaje español, “Siempre tendremos París”.

No precisamente para levantar la moral en tiempos de guerra pero sí para evaluar los desastres colaterales que generó el conflicto surgió del talento de William Wyler el drama Los mejores años de nuestra vida, un film que en este 2017 cumple sus primeros 70 años de vida. Sesenta años cumple el nacimiento de otro mito, el de Paul Newman que en 1957 accedió a su primer papel protagonista en Marcado por el odio, biopic del boxeador Rocky Grazziano que en un principio iba a ser interpretado por James Dean que murió unas semanas antes de iniciar el rodaje. Fue un gran año con una cartelera repleta con títulos como Doce hombres sin piedad, El séptimo sello o Testigo de cargo (igualito que la de ahora, vaya). Newman volvería a brillar una década después poniéndose morado de huevos duros en La leyenda del indomable. Medio siglo la contempla al igual que a Playtime de Tati o Dos en la carretera de Donnen. Pero si hubo un film que marcó ese año definitivamente fue El graduado, con un Dustin Hoffman que antes de acosador fue acosado.

Hace 40 años en una galaxia muy, muy lejana se fraguó un todo un fascinante universo cinematográfico. George Lucas estrenaba el primer episodio – que en realidad era el cuarto- de la legendaria saga Star Wars y que ha llegado literalmente hasta nuestros días. El próximo viernes el amigo Carpet Wally os hablará largo y tendido de ella me temo, si es que no se ha quedado a vivir por los canales el canalillo de él. Poco queda, me temo también del espíritu primigenio de la serie. Ahora la franquicia pertenece a la Disney que está más preocupada por hacer caja que por realimentar los sueños de aventura de una generación. Que creció amando a Leia y queriendo ser como Han Solo. Una nueva esperanza se llamó aquel primer- cuarto- capítulo, dónde quedan hoy todas esas esperanzas. En fin, la peli ganó 7 Oscars, la que más se llevó ese año, aunque no pudo competir por el premio gordo porque aquel año estaba…

Annie, sí, aquel año estaba Annie Hall. O de cómo Woody Allen demostró que podía ser un director serio además de un cineasta graciosete. Y allí estaba ella, Diane Keaton que se convirtió en el prototipo de mujer moderna, progresista y a la vez sofisticada. Y esos pantalones de campana le sentaban estupendamente.

Los seguidores de Blade Runner han conmemorado el 35 aniversario de la película con el estreno de su secuela, pero los gafapastas seguiremos honrando la memoria del maestro Bergman que en aquel 82 parió la magistral Fanny y Alexander. Tres décadas se cumplen desde que otro maestro llevó a la pantalla La chaqueta metálica. Allen y Louis Malle nos brindaron sus recuerdos de infancia en las emotivas Días de radio y Adiós, muchachos respectivamente. Y en el olímpico 92, veinticinco años de aquello, empezamos a conocer a un chico llamado Quentin que trabajaba en un videoclub y al que le dio por estrenar una peliculita Reservoir dogs el mismo año en el que tío Clint triunfaba en los Oscars con la imperial Sin perdón.

Y en fin, aún otro redondo aniversario antes de entrar en el caótico siglo XXI . Veinte años se cumplen en este 2017 de uno de los últimos clásicos del cine de amor y de aventura (nos pese a quien nos pese). Recuerdo haberla visto en los fenecidos cines Oscar de Tarragona en la que me encontraba casualmente en un día especialmente lluvioso y ventolero como éste. Allí vi por vez primera vi a Leo encaramarse a la proa de un transatlántico y gritar a pleno pulmón aquello de “Soy el rey del mundooooo”. Luego vino un iceberg, el barco chocó y el pobrecico se hundió (aunque está científicamente comprobado que cabía perfectamente en la mesa en la que se salvó su amada).
La memoria es selectiva y nos hace quedarnos con lo bueno y desechar rápidamente lo malo. Quién sabe qué películas de 2017 recordaremos dentro de 20, 30, 50 años. Tengo una teoría al respecto, dentro de 20, 30,50 años recordaremos que 2017 fue el año – de estreno en España- de La La land, aunque solo sea por lo del patinazo de la Faye. Pero eso, sólo el tiempo nos lo dirá.


AS TIME GOES BY
Billie Holiday

You must remember this
A kiss is still a kiss
A sigh is still (just) a sigh
The fundamental things apply
As time goes by

And when two lovers woo
They still say: I love you
On that you can rely
No matter what the future brings
As time goes by

Moonlight and love songs - never out of date
Hearts full of passion - jealousy and hate
Woman needs man - and man must have his mate
That no one can deny

It's still the same old story
A fight for love and glory
A case of do or die
The world will always welcome lovers
As time goes by

MIENTRAS EL TIEMPO PASA
Billie Holiday

Tenes que recordar esto
un beso sigue siendo un beso
un suspiro sigue siendo un suspiro
las cosas fundamentales permanecen
mientras el tiempo pasa

y cuando dos amantes se atraen
ellos siguen diciendo, te amo
de eso depende
no importa lo que el futuro traiga
mientras el tiempo pasa

la luz de la luna y las canciones de amor, nunca pasan de moda
corazones llenos de pasión. celosa y odio
una mujer necesita un hombre y un hombre tiene que tener su pareja
eso no lo puede negar nadie

es la misma vieja historia
una pelea por el amor y la gloria
un caso de vida y muerte
el mundo siempre le dará la bienvenida a los amantes
mientras el tiempo pasa


EL MOSAICO DE HOY


Comentarios

César Bardés ha dicho que…
Como estoy en plena crisis de los cincuenta, ya sabéis, el cuerpo no responde igual, de lo que pensaba hacer no he hecho ni la mitad, no soy, ni de lejos, el hombre que soñé ser, estoy aquí por estar porque si falto nadie lo va a notar, etc...me ha hecho envolverme de halo nostálgico el gus de esta mañana. Más que nada porque yo estuve en el estreno de unas cuantas de las películas que mencionas, cada una en circunstancias diferentes y con diferente recuerdo. Y lo que pienso es que eso fue en otra vida, que el que vio esas películas con la ilusión en la mirada y las ganas cerriles de ver algo bueno, era otro. Al fin y al cabo, siempre tendremos "Casablanca".
Lo curioso es que la primera vez que vi "Casablanca"...pues no me hizo demasiado tilín. Ya era mayorcito, como quince años, posiblemente, y me di cuenta de que en el desaparecido cine Alexandra de la calle San Bernardo se iba a echar un ciclo de cinco películas de Bogart, una en cartel cada semana. Si no recuerdo mal, el ciclo se componía de "Casablanca", "El sueño eterno", "La senda tenebrosa", "La reina de África" y "Cayo Largo" y allá que me fui yo solito a ver las cinco. Con razón me consideraban el rarito de la pandilla. ¿Quién, en su sano juicio, se iba a ver cinco películas del año de la tana con quince añitos sin más compañía que una pelliza invernal -recuerdo que hacía mucho frío-? Y nuevamente entro en el bucle...¿Era yo ése? ¿Esas cosas fueron las que hicieron que tomara unas decisiones y no otras? ¿Merecieron realmente la pena? ¿Siempre nos quedará Venecia?...En fin, da lo mismo. Me imagino que el tiempo pasará y tendré que volver a mi esencia.
Abrazos nostálgicos.
Anónimo ha dicho que…
Y de Venecia no estrenaban ninguna?...menudo repaso, si señor. De las que has dicho me gustaban bastantes, de las que no has dicho tambien un monton. Y hablando de montón creo q este año tambien era aniversario redpndo de Pepi y Lucy..o eso o me lo he soñado, que no es q la peli merezca homenaje, pero como diria Piqué,con ella empezó todo. Yo soy de los q piensan q sin Pedrito es digficil q hubiera ahora Amenabates, Bayonas, Balaguerós,...

En fin gran gus. Os dejo q me voy a abrir en canal.

Carpet
Anónimo ha dicho que…
Esto es un señor repaso y lo demás son tonterías.

Grandes obras las que has nombrado, mañico, yo me quedo en "Au revoir les engants", es una película que me conmovió cuando la vi y me ha seguido tocando el corazón cada vez que la vuelvo a ver.

Este año no ha estado mal, repetiría el nivel en el 2018, es decir, aquello de virgencita que me quede como estoy.

Cierto que Pedro es de los directores que abrieron brecha y creo que Pepi, Lucy...debería tener un merecido homenaje, quizás no sea una obra maestra pero fué fresca y transgresora y toda una catarsis para la españa de rosario y padereta, a través de las pelis de Pedro nos volvimos "la mar" de modernos.

Gracias por el Gus, el primer "regalazo" de estas navidades.

Besos cumplidores

Albanta

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