Gus mornins, cinéfilos

El turista acepta su propia civilización sin cuestionarla, no así el viajero, que la compara con las otras y rechaza los aspectos que no le gustan” (El cielo protector, Paul Bowles)
Guuud mornins, cinéfilos:

Miércoles 23 de agosto y como nos recordaba ayer aquí el amigo Indi el verano 2017 se nos va escapando poco a poco de las manos. El día acorta, la noche alarga, llegan los corticoles y se avecina la entrada de un nuevo curso. Y los veraneantes vuelven poco a su lugar de origen  con tristeza y con pensar. Hoy si no me equivoco nuestro compañero Carpet Wally regresaba de su fugaz viaje relámpago a la Selva Negra en el que esperamos se lo haya pasado pipa.
Yo de selvas negras sé más bien poco, que aparte no soy ni de dulce ni de chocolate. Así que no me queda otra que hablaros hoy de turismo, que ya lo decía don Paco es un gran invento. No sé si será o no un gran invento, y me pregunto si la los recientes y desgraciados sucesos de Barcelona pondrán a reflexionar a más de uno y servirán para apaciguar un poco la ola de turismofobia que ha asolado nuestro país durante este verano. Sería lo deseable si quiera en señal de respeto a las víctimas del pasado jueves en Cataluña, la mayoría de las cuales eran turistas, entre ellas la paisana de un servidor.
Y estoy de acuerdo que el turismo como todo debe ser, más que de calidad, algo sostenible. Y algo que no desborde las capacidades de las ciudades y los países. Pero por favor que eso no nos desborde también a nosotros, y sigamos con ese talante acogedor y hospitalario que siempre nos ha caracterizado. Que nos estamos volviendo muy tristes, oye.

Ya os dije que a mí me gusta más siempre sentirme como un viajero que como un turista. Tal vez por eso que decía Paul Bowles en la cita reproducida al comienzo de este gus. El Dalai Lama decía también que todos somos turistas en este mundo porque nadie vive eternamente pero yo creo que mola más ser viajero, concebir la vida como un viaje que llama inapelablemente a nuestra curiosidad. Ser en cualquier caso un “turista accidental” como lo era William Hurt en aquella magnífica película de Lawrence Kasdam en la que no todo el mundo entra (¿verdad que sí, Bardés?).
Y en el caso de que nos quedemos en casa, siempre nos quedarán el cine y la música que son dos buenos compañeros de viaje. En nuestra despedida musical de hoy quiero rendir homenaje a un artista enorme aunque quizá no sea archiconocido entre el público masivo. El francés Alexandre Desplat, uno de los grandes compositores de bandas sonoras del actual panorama, cumple hoy 55 años. Su gran talento le ha servido no sólo para ganar un Oscar (uno solo por El gran hotel Budapest) sino también por ser merecedor de muchos más. Y su nombre puede que no suene a muchos pero el generoso catálogo de películas a las que ha puesto música sí. Ahí están la ya citada El gran hotel Budapest, El curioso caso de Benjamin Button, Un dios salvaje, Argo, La noche más oscura, Filomena, Los idus de marzo, Monuments Men, Harry Potter y las reliquias de la muerte... No para este hombre, y que así sea por muchos años, regalándonos tan buenos momentos y haciéndonos viajar con la música y el cine. Monsieur Desplat, joyeux anniversaire.


EL MOSAICO DE HOY


Comentarios

INDI ha dicho que…
Gran gus, dex. Suena mejor viajero que turista. me encanta "El turista accidental", con un William Hurt espléndido. Incluso Geena Davis está bien en esa peli.

Abrazos viajeros

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