GUS MORNINS, 25/06/19
Lo importante no es mantenerse
vivo sino mantenerse humano.
(George
Orwell)
Guuuus
mornins, cinéfilos
Por
decir algo. Nos cuentan que hoy en la heroica e inmortal alcanzaremos la nada
desdeñable temperatura de 39 º centígrados. Y que eso no será nada además en
comparación con los 42º que alcanzaremos de aquí a unas jornadas. Claro que
esto no es nada tampoco si tenemos en cuenta que en 1935 llegamos hasta los 52
º y hasta salimos en el New York Times y todo como recordaba un rotativo de la
ciudad estos días. Uff, da pereza hasta ponerse a escribir, ahora ya
comprendéis los versos de aquel maño universal que decía aquello de “No des un
paso, no des un mal paso, esto es una escuela de calorrrr”.
Así
que sobreponiéndonos a los rigores de los primeros días de verano –
resignémonos al tópico “estamos en las fechas”- acometamos hoy nuestro gus de
cada día. Y entre las muchas efemérides que celebramos hoy nos topamos con el
aniversario del nacimiento del llamado padre de la distopía, George Orwell.
Nadie llegó tan lejos a la hora de pronosticar la que se nos venía encima –
Blade Runner transcurría en 2019 y ya veis que no hay coches volando por
las calles ni ná, ni tampoco replicantes (aunque todavía no está muy claro que Melanie
Trump o algún dirigente de VOX lo sean).
El
caso es que George Orwell nació tal día como hoy, pero de 1903 y vio la primera
luz en India. Su padre era un diplomático del gobierno británico y el país
asiático todavía era colonia. George se educó en un colegio elitista, y sus
compañeros, que debían bastante más pijos y niños bien que él, se mofaban de su
origen más humilde. Eso supuso para el escritor un primer contacto con la
conciencia de clase que desarrollaría más adelante en su carrera como
periodista.
Ese
idealismo socialista y proletario le lleva a enrolarse en la guerra civil
española en principio como reportero y más adelante como participante activo en
primera línea del frente. Allí descubre que todas las guerras son la misma
mierda y que el fondo no hay utopía que merezca embarcarse en ella. En Homenaje
a Cataluña subyace el desencanto que habita el campo de batalla donde
el principal peligro no es el enemigo sino los piojos y la hambruna.
Luego llegaría Rebelión
en la granja, un poco en la misma línea. Todas las revoluciones están
llamadas a fracasar el primer día en el que toman el poder. Y por
supuesto, 1984, su gran obra maestra. Orwell no predijo que los coches
volarían, pero sí que alguien nos vigilaría y en eso, por desgracia, sí acertó.
Siempre leo este libro con un escalofrío recorriéndome la espina dorsal, y me
da mucho yuyu.
Ya
lo decía Michael Jackson, que nos dejó hace hoy justo 10 años, alguien nos
vigila.
Comentarios
El otro día comentaba con unos amigos que el año que viene es 2020, una fecha muy de ciencia ficción. Es cierto que la ciencia ha avanzado que es una barbaridad, pero estamos muy lejos de esos futuribles imaginados con coches voladores tal y como señalaba Dex, pero también, gracias a Dios de mundos apocalípticos de carreteras desérticas y salvajes asesinos sin alma.
El mundo ha cambiado mucho desde que Orwell imaginó "1984" (70 años ya), pero sin duda menos de lo esperable. En los 50 ya existían cohetes, telefonos, comenzaba a dar sus pasos la televisión y la energía atómica estaba en pleno desarrollo. Hoy todo eso es técnicamente mucho más avanzado (claro está) y se integra en nuestras vidas como si fuera un ente adosado a cada uno (si vivimos en el mundo desarrollado, claro). Pero no hay robots de aspecto humano capaces de hacer todas nuestras tareas, ni podemos teletransportarnos a casa de nuestra suegra, ni la policía está dotada de avances técnicos que le permite distinguir a los asesinos por visión infrarroja, ni hay colonias espaciales, ni trenes Ave hasta el infinito y más allá.
Y si, Orwell imaginó un mundo futuro que a veces parece cercano, pero en realidad estaba contando su propio presente simulado con exageraciones metafóricas para dar más fuerza al relato. La reescritura de la historia existe desde tiempos inmemoriales, hubo faraones que hicieron contar a sus escribas importantes victorias sobre batallas en las que habían sido derrotados. La tortura y los castigos para conseguir la total adhesión no es tampoco nueva, la Inquisición, el esclavismo y muchas dictaduras la han utilizado con terribles resultados. Presentar un enemigo exterior para cohesionar la masa y que no se rebele contra el poder interior tampoco es nada nuevo, si hasta Argentina decidió luchar contra Gran Bretaña por las Malvinas para que nadie se rebelase contra la dictadura. Y lo de ,mantener al pueblo entretenido y al borde de la subsistencia, desgraciadamente también ha sido practica habitual a lo largo de la historia.
Por tanto, Orwell no habla tanto del futuro salvo para situarse en un tiempo que no resultara tan desagradablemente cercano. Y la vigilancia total puede que exista, pero aun tenemos espíritu crítico, no hay sumisión al gran líder e incluso el amor es disfrutable.
No seamos distópicos, vivamos el presente.
Abrazos para siempre
Si creo que en algo acertó Orwell en en la implacable vigilancia. No nos han puesto una cámara desde la que mira "The Big Brother", mucho mejor, nos han dado un dispositivo desde el que controlan nuestros movimientos, compras, amigos, horas de sueño...encima con nuestro más absoluto beneplácito y colaboración, dá que pensar.
Lo que sí me pareció, ya entonces, es la idea de los matrimonios renovables cada cinco años, con prórroba si la solicitud se realiza por ambos conyuges. Se ve que ya tenía ideas separatistas, la cabra...que tira al monte.
En cuanto a la ocupación de Winston Smith en la revisión de noticias, creo que estamos asisitiendo a un "donde dije digo digo diego" sin precedentes, que ni siquieras las hemerotecas son capaces de frenar.
Aun así, como bien dice Car, esta y otras muchas lecturas nos sirven para formarnos como ciudadanos críticos y no es tan fácil darnos gato por liebre aunque por otra parte, Vox ha llegado hasta el congreso...ahí lo dejo.
En cualquier caso, una oportunidad para reflexionar y cuestionar siempre es bienvenida, gracias por facilitarnosla, maño.
Besos con abanico.
Albanta