GUS MORNINS, 28-5-19

Pedro me dijo: desde que has tenido el ataque al corazón, hay algo en ti distinto y lo quiero en la película. Hay una tristeza que es bella, Antonio. Que tú eres muy locomotriz, que te mueves mucho

(Antonio Banderas)

Guuuud mornins, cinéfilos,

Otro martes más sin el gusero titular y con el suplente tratando hacer lo que pueda. La actualidad manda y hoy el protagonista de nuestro gus no podía ser otro que este tipo tan majetón que nos mira seductor desde el mosaico. Seguramente, en el porrón de años que llevamos gustos hemos hablado muchas veces de él y le hemos dedicado guses felicitándole el cumpleaños. El de hoy es especial porque como ya sabéis, Antoñito acaba de ganar el premio de interpretación masculina de Cannes, un reconocimiento que en su día recogieron Marlon Brando, Paul Newman o Mastroianni. El malagueño recoge el testigo de otros actores patrios que recibieron en el pasado el mismo galardón como José Luis Gómez (Pascual Duarte), Fernando Rey (Elisa, vida mía), Alfredo Landa, Paco Rabal (Los santos inocentes) y Javier Bardém (Biutiful). Tampoco nos podemos olvidar de las chicas de Volver que hace unos años se trajeron para España el premio conjunto a la mejor interpretación femenina por la peli de Almodóvar.

Y es precisamente gracias a otro film de su amigo Pedro que Banderas ha podido consagrarse en el festival francés. El triunfo sabe un poco a decepción porque todos esperaban algo más de Dolor y gloria y la veían en lo alto del palmarés, el primero el propio director cuyo ego ya se sabe es tan universalmente conocido como su cine. Eso no empaña la victoria de Banderas que tras mucho dolor ha podido conseguir la gloria con esta película que pese a su tono lánguido e intimista llegó a encandilar al mismísimo Tarantino que esta vez se fue de la Croissete sin un mal rosco que comerse (era en parte previsible, porque la peli fue incluida por los pelos y es probable que este no sea su montaje definitivo).

Como ya hemos hablado muchas veces de Banderas, os contaré cómo fue mi primer encuentro con él. Ocurrió allá por mediados de los ochenta en un cine de verano de Salou donde proyectaban La corte del faraón. Ya me hubiese gustado a mí que hubiese estado en la silla de al lado pero no, estaba en la pantalla dándole la réplica a Ana Belén que ay ba, ay ba, ay babilonio que mareo. La verdad que sí, que el chaval estaba de marear, y además se pasaba media peli en cueros. Fue la película en la que todos y especialmente todas comenzaron a fijarse en él. Y eso que ya había debutado en el cine de Almodóvar en Laberinto de pasionesunos añitos atrás. Después llegarían Matador, La ley del deseo y Mujeres al borde de un ataque de nervios. Pero como no solo de Almodóvar vivía el hombre, pues entre horas el chico también trabajaba con Armendáriz (27 horas) o con Colomo (Bajarse al moro).

En esto llegaron los noventa que se inician para Antonio de una manera espectacular con Átame, para mí sin duda su mejor interpretación hasta ahora (después de verle como Salvador Maillo quizá tenga que meditarlo un poco). Y sigue trabajando para otros como Saura (Dispara) o Aranda (Si te dicen que caí), pero es el éxito internacional del manchego de oro lo que le abre de par en par las puertas de Hollywood, siendo su primera película en la Meca del cine Los reyes del mambo tocan canciones de amor basada en la obra de Óscar Hijuelos. Su presencia en el cine estadounidense es cada vez más fuerte en películas junto a grandes estrellas como Tom Hanks (Philadelphia) o Meryl Streep (La casa de los espítritus).

Participa en Evita junto a Madonna - cuando aún no galleaba- que le intenta tirar los tejos sin éxito. No tardará en conocer a su Melanie durante el rodaje de Two Much, la peli americana de Trueba. Y llega La máscara del zorro y la popularidad de Antoñito crece como la espuma. Se mete en la troupe tarantiniana con Four Rooms y Desperado, dirigida esta última por Robert Rodríguez. Brian De Palma, Terrence Malick o Woody Allen son algunos de los directores a cuyas órdenes ha trabajado.

En 2012 se reencuentra con Almodóvar en la fallida La piel que habito dando vida a un científico bastante pirado y años más tarde repite con el director en la todavía más fallida Los amantes pasajeros.

Y así prácticamente hasta hoy cuando el premio de Cannes viene a coronar toda una trayectoria que también se ha forjado detrás de la cámara con dos películas estimables como El camino de los ingleses y Locos en Alabama. Además, el chico canta, tiene una línea de ropa, de colonias, y a los 58 años sigue alegrando la vista a todo aquel que lo desee.

Hace unos meses tuvo un infarto que casi le manda al otro barrio, hecho que dice que le ha hecho replantearse su vida. Es esa reflexión la que traslada a Dolor y gloria. Almodóvar escribió el guión de Dolor y gloria, con una clara vocación autobiográfica y Banderas se entregó a su personaje en cuerpo y alma, aportando grandes dosis de sí mismo y aprovechando su propia experiencia personal. Comparto lo que dicen muchos de que Banderas da lo mejor cuando trabaja con Almodóvar, tal es el grado de compenetración personal que tiene el uno con el otro. En Dolor y gloria, hay momentos en los que Banderas no interpreta a Almodóvar, ES Almodóvar. Y su imitación está muy lejos de caer en la caricatura (ojo al momento de la charla con los espectadores de la Filmoteca). El actor fue también él el encargado de entregarle a su amigo el Oscar por Todo sobre mi madre y de paso sacarle con grúa del escenario cuando el hombre se vino arriba citando el santoral de su pueblo.

Y es por eso por lo que, cualidades interpretativas aparte, Banderas nos cae bien. Es guapo, canta bien, y encima es humilde, y no renuncia a sus orígenes fomentando el desarrollo del teatro y la cultura en su tierra. Por todo ello, y sobre todo por esto último, no nos cambies nunca, Antoñito. Congratuleisions.

EL MOSAICO DE HOY