GUS MORNINS, 14-5-19

Nosotros hablamos de solidaridad con estudiantes y trabajadores, y vosotros de primeros planos o tiros de cámara. Sois unos gilipollas
(Jean Luc Godard, Cannes, 1968).
Guuud mornins, cinéfilos.
Entre fiestas patronales y bajas por cuidados hospitalarios, parece ser que esta semana nos lo vamos a tener que guisar todo entre los de provincias. Segundo martes consecutiv sin nuestro crítico de cabecera y sin ánimo de que se note demasiado nos trasladamos a la Costa Azul Francesa donde hoy comienza una nueva edición del mayor de los festivales que se celebran en mayo en Europa (sí, por encima incluso del de Eurovisión). Cannes es desde hace décadas, el festival cinematográfico por excelencia, el evento de los eventos y el mejor termómetro de lo que será la temporada de estrenos de aquí a final de año. Mucho cine de autor mezclado con mucho glamour es lo que hace de Cannes un festival diferente. Este año pasearán por la alfombra roja con su nueva película a concurso bajo el brazo algunos de los habituales de los últimos años como Terrence Malick o Peeeedro. Ken Loach o los Dardenne podrían hacer historia logrando su tercer premio en el certamen y entre los aspirantes a la prestigiosa Palma de Oro figura el amigo Quentin Tarantino que podría repetir veinticinco años después del triunfo de Pulp Fiction. Su esperada Once upon a time in Hollywood fue incluida a última hora en la competición.
Dentro de semana y pico saldremos de dudas del devenir de esta 72 edición. Echemos la vista atrás ahora y demos un repaso rápido a la historia de este festival que nació algo gafado pues resulta que la noche de que el certamen abriese sus puertas debió estar escuchando a Wagner y al día siguiente no se le ocurrió otra cosa que invadir Polonia. La fiesta se cancelaría antes de tiempo y no se reanudaría hasta 1946, una vez pasada la guerra. Cannes había nacido como una respuesta al festival de Venecia, y no por una razón de puro chauvinismo, tan típico del pueblo galo, al parecer los franceses estaban hasta el gorro de que en el Lido solo premiasen películas italianas o alemanas, dos cinematografías que funcionaban por entonces ambas bajo regímenes fascistas. ¿Casualidad? No lo creo ¿Tongazo? Mmmm, más bien.
El caso es que la Palma de Oro se concede por primera vez en 1956 tras años en los que el máximo galardón no tenía una denominación específica. Y desde entonces, hemos vivido momentos inolvidables en la Croisette como aquel robo increíble de las Palmas de Oro felizmente resuelto por los reporteros de Cortogramas (qué sería de la historia del cine sin la aportación de Mme Meretrice y sus chicos). Sí, claro hubo otros momentazos relacionados con los directores y las películas. Los resumimos en doce:
-Como dijimos la Primera Palma de Oro se entrega en 1956. Cannes, que siempre se ha caracterizado por su talante vanguardista y pionero, le da el premio a un documental, El mundo del silencio codirigido por el capitán Cousteau y Louis Malle. Habrá que esperar casi medio siglo para que otro documental, Farenheit 9/11 de Michael Moore se haga con la victoria.

-Los cuatrocientos golpes es un hito en el Festival de Cannes. En su etapa de crítico de Cahiers, Truffaut se había mostrado muy duro con los organizadores del certamen que incluso habían vetado su acreditación un año antes a su debut cinematográfico. Cuando sustituyó la pluma por la claqueta, el cuento cambió

-Viridiana se convierte en la primera – y de momento única – película española que consigue la Palma de Oro, compartida ex aequo con la nostálgica Una larga ausencia. Buñuel ya se había llevado el premio al mejor director por Los olvidados, presentada bajo bandera mexicana. De todas formas, los franceses siempre se han mostrado algo remolones a la hora de darnos premios. Quien más cerca estuvieron de la Palma de Oro fueron Carlos Saura, premio del jurado por Cría cuervos y  Almodóvar que se llevó el premio al mejor director por Todo sobre mi madre (el manchego universal inaguró Cannes en una ocasión con La mala educación y fue presidente del jurado hace dos años).

-La edición de 1968 coincide con el estallido de la revuelta de mayo en las calles de Paris. En solidaridad con los estudiantes sublevados, algunos de los grandes cineastas del cine francés toman el control y consiguen que se suspenda el festival. Jean Luc Godard suelta la perla reproducida en el encabezado del gus. La cancelación de la competición provoca el nacimiento de una nueva sección que se sigue desarrollando en la actualidad, la Quincena de los realizadores.

-Francis Ford Coppola se convierte en el primer director en obtener dos Palmas de Oro (desde entonces han hecho doblete Kusturica, Loach, los Dardenne y Haneke). En 1974, el italo americano conquista Cannes con La conversación, y años después vuelve a triunfar con Apocalypse Now, aunque esta vez comparte galardón con El tambor de hojalata. En la rueda de presentación de la peli largará su famosa declaración de “Apocalypse Now no es una película de Vietnam, es Vietnam”. Unos pocos años antes, su amigo íntimo Martin Scorsese ha ganado con Taxi Driver, otra Palma de Oro histórica.

Doblete histórico del cine español. En la edición de 1984, Paco Rabal y Alfredo Landa comparten el premio de interpretación masculina por Los santos inocentes. Aunque la cinta de Camus es la gran favorita de todos, finalmente la Palma de Oro recae en Wim Wenders y París Texas.

Barton Fink de los hermanos Coen se convierte en la primera película que se va de Cannes con tres premios del palmarés bajo el brazo. Años antes, Sacrificio de Tarkovsky ha obtenido el mismo número, pero uno de ellos no es oficial, y además ninguno es la Palma de Oro

-Jane Campion, primera – y de momento única-   mujer en ganar la Palma de Oro por El piano. Comparte el premio con Adiós a mi concubina de Chen Kaige. Holly Hunter se hace con el premio a Mejor Actriz.

Quentin Tarantino, presente en la competición de este año, lidera el palmarés de 1994 con Pulp Fiction. La película revoluciona la Croisette y el jurado, presidido por Clint Eastwood en aquella ocasión, no puede resistirse a concederle una merecidísima Palma de Oro.

En el cincuenta aniversario de la Palma de Oro, Cannes decide otorgar un premio honorífco especial a toda una trayectoria en el cine de autor. El ganador es el sueco Ingmar Bergman que curiosamente nunca ganó en el Festival.

Lars Von Trier la lía parda en la edición 2009 en la que presenta a concurso su film Melancolia. El danés, ganador en 2000 con Bailar en la oscuridad, es declarado persona non grata tras justificar el Holocausto en varios medios durante el transcurso del festival (después dijo que estaba borracho y tal, y cual, pero a mí cuando estoy en esas me da más bien por cantar “La cucaracha”).

¿Quién suederá a Hiroatzu Kore eda? El japonés se coronó el año pasado con la extraordinaria Un asunto de familia en una edición que preside la australiana Cate Blanchet marcado por la eclosión del movimiento #me too y por los discursos en defensa del papel de las mujeres en el cine.

Otra mujer, la recientemente fallecida Agnes Varda, es la protagonista del maravilloso cartel de Cannes 2019 que sirve de mosaico a nuestro gus de hoy. Esperemos que los desplazados a Cannes puedan ver buen cine estos días por allá porque eso será señal de que los demás lo disfrutaremos en los meses siguientes. Y con la racha que llevamos eso se agradecerá. La canción con la que os dejo suena en Dolor y gloria, la peli que nos representa este año ( y hombre, como canción que nos representa mucho mejor que La venda, ande va a parar).

EL MOSAICO DE HOY


Comentarios

CARPET_WALLY ha dicho que…
Los lunes al sol y los martes a la sombra o a lo que haga falta, una vez más un gus delicioso.

Ligero, lleno de curiosidades y de repaso histórico (quizá hubiese sido bueno ampliar algo la información sobre el robo de las Palmas, que sonaba muy interesante). Cannes es efectivamente el festival de festivales, auqnue su origen fuera algo menos glamoroso, es evidente que acumula imágenes, películas y estrellas que ya quisieran en Italia, las cosas como son, Venecia suena desde hace años a decadencia, por mucho que los de Cortogramas lograran elevar un tanto el interés un año.

Y es cierto que los franceses no nos suelen hacer mucho caso, de hecho lo de Pedro este año es algo poco habitual, que no suele haber películas españolas a concurso desde hace tiempo salvo esporádicas y honrosas excepciones. Es una queja muy habitual entre los comentaristas: "este año tampoco el cine español estará representado". Y es algo curioso, porque quizá en las dos décadas anteriores haya habido pelis que se lo hayan merecido, mucho más que algunas que incluso obtuvieron premios.

Pero como decía aquel crítico (algunos le llaman el C.B. malo), los festivales son otra cosa. Son un mercado, un bazar donde las productoras y distribuidoras presentan su mercancía para poder tener una promoción de lanzamiento y llegar allá donde no suelen hacerlo. Así es normal encontrar mucho reconocimiento al cine oriental o al de oriente próximo y filmografias que muchas veces serían si no desconocidas.

Y en esa historia los españoles no nos desenvolvemos bien. Lo nuestro es vender porque alguien viene, ve nuestro artículo y lo compra, pero lo de cantar las excelencias de lo nuestro no se nos da, admiramos lo de fuera y denostamos lo propio, semos así.

No siempre, hay casos escandalosos que no se pueden tapar. Este gus es de traca y por ahí no nos llegan ni a los tobillos. Y este martes tenemos una prueba más.

Abrazos gabachos y recuerdos siempre para Doris Day que nos ha dejado para siempre. ¿Que será, será...?
Anónimo ha dicho que…
Si hay algo que le gusta a nuestro aragonés más universal, riéte tu de Goya y Buñuel, es una recopilación pero hay que admitir que recopila muy bien.

Los gabachuá no nos premian salvo que sea flagrante la cosa, pero mira oye que ahí andamos defendiéndonos.

Lástima que sólo haya una mujer premiada aunque con méritos más que suficientes, El piano es una de mis pelis favoritas, no me canso de verla y de escucharla.

Gran, gran Gus (así pronunciado como si las erres fuesen egues).

Mañana es San Isidro, nuestro querido y poco dado a la laboriosidad patrón.

Un achuchón memorable para nuestro Bardés.

Besos castizos.

Albanta
Anónimo ha dicho que…
Buen repaso, maño. Yo, por aquello de hacer patria, me quedo con esa maravillosa interpretación de Landa y Rabal en Los Santos inocentes. Qué bonita ciudad es Cannes y qué carteles tan preciosos se han hecho para este festival. Por supuesto el cartel de mi Paul y la Woodward para mí es el mejor de todos.

Me sumo al recuerdo de la gran Doris Day. Confieso que fui muy fan suya y que me parecía una gran actriz con una voz preciosa. Ya solo nos queda Kiirk Douglas d viejo y dorado Hollywod...

Besos entre confidencias.

low
INDI ha dicho que…
fantástico repaso. Como Low, me quedo con Los Santos Inocentes.

Y Doris Day, otra leyenda que se nos va.

Abrazos apenados

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