EL GUS DE ALBANTA 30-5-19
La gente no decide ser extraordinaria. Decide hacer cosas
extraordinarias” (Edmund Hillary)
GUSMORNI CINEFILOS
Cuando aún no nos hemos repuesto del shock sufrido por el
resultado de las últimas elecciones (por lo menos en Madrid, que para variar la
cosa ha sido de traca) nos topamos con esta frase del montañero Edmund Hillary
que es todo un himno al libre albedrío, personas que sin ser extraordinarias
consiguen cosas extraordinarias.
Y da que pensar que este neozelandés y el sherpa nepalí Tenzing Norgay fuesen las
primeras personas en coronar el Everest, tal día como hoy del año 1953, cuando
esta semana hemos sido informados, no sin cierto estupor por lo menos por mi
parte, del atasco sufrido en la cima del Everest que fue coronado por 1.000
personas.
Lo que hace tan sólo unos años era considerado todo un hito
histórico, hoy al techo del mundo acude la gente como Pedro por su casa. Dos
personas murieron haciendo cola en el descenso, lo que nos da una magnitud del
sinsentido. Podemos creer que el avance y el progreso es directamente
proporcional a la estupidez humana.
“Everest”, precisamente es el título de la película de
Baltasar Komakur (2015) donde se nos relata la tragedia sufrida en 1996, en la cima del pico más alto del
mundo y uque costó la vida a ocho alpinistas.
En 'Fuerza mayor' (Ruben Östlund, 2014), Una familia pasa
las vacaciones de invierno en los Alpes. El sol brilla y las pistas están
magníficas, pero cuando almuerzan en un restaurante, se produce una avalancha
que resquebrajará el universo familiar.
'127 horas' (Danny Boyle, 2011) Danny Boyle dirigió a James
Franco en esta historia basada en el caso real de Aron Ralton que durante una
escalada sufrió una caída y quedó atrapado en un barranco.
'Cara norte' (Philipp Stölzl, 2008), En 1936, cuatro
escaladores alemanes se proponen subir por la cara norte del Eiger, entonces
una cima imposible y que se convirtió en leyenda.
Títulos que nos sirven para darnos una idea de que la
montaña además de una enigmática belleza puede transformarse en el peor de
nuestros enemigos.
Además de cumplirse el aniversario de esta heroica hazaña,
también habría sido el aniversario del nacimiento de Alfonsina Storni que tuvo
la desdicha de dejarse llevar por el mar, otra gran fuerza de la naturaleza.
Alfonsina
y el mar
Mercedes Sosa
Por la blanda arena que lame el mar
Su pequeña huella no vuelve más
Un sendero solo de pena y silencio llegó
Hasta el agua profunda
Un sendero solo de penas mudas llegó
Hasta la espuma
Sabe Dios qué angustia te acompañó
Qué dolores viejos calló tu voz
Para recostarte arrullada en el canto
De las caracolas marinas
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
La caracola
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar
Cinco sirenitas te llevarán
Por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos harán
Una ronda a tu lado
Y los habitantes del agua van a jugar
Pronto a tu lado
Bájame la lámpara un poco más
Déjame que duerma nodriza, en paz
Y si llama él no le digas que estoy
Dile que Alfonsina no vuelve
Y si llama él no le digas nunca que estoy
Di que me he ido
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
Te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
Dormida, Alfonsina, vestida de mar
El mosaico de hoy... EVEREST
Comentarios
Lo que está ocurriendo en el Everest es el mundo al revés. Es patético comprobar de lo que s capaz la estupidez humana por conseguir una foto para sus respectivos instagrams. Y lo que todavía me parece más triste es que eso se consienta.
Preciosa la versión de Rosalía de esa maravilla de canción que es Alfonsina y el mar. Hay otra versión también preciosa de Silvia Pérez Cruz que os recomiendo.
Besos
low
Hace un par de semanas Javier Marias en su artículo de El País Semanal hablaba un poco de eso. No específicamente del Everest, sino de que la popularización de los viajes ha descubierto un lado oscuro. efectivamente y gracias a Dios viajar no se sigue siendo un sueño imposible y ahora se pueden ver muchas cosas, que parecían vedadas para los comunes, por 4 perras (o por 40, que también se puede si logras ahorrar un poco). Y eso está muy bien, pero también muy mal, porque antes eran pocos pero ahora parió la abuela.
- Alquiler de pisos turísticos que hacen imposibles los precios para los propios habitantes de la ciudad.
- Turismo poco respetuoso cuando no directamente indeseable (fiestas de alcohol en España por parte de jóvenes británicos o no tan británicos)
- Masificación de algunos lugares de enorme encanto, con Venecia como gran (mal) ejemplo.
- Banalización de la cultura y su importancia con turistas a los que les importa más hacerse la foto para que se vea donde han estado que el interés que tiene el monumento u obra de arte en cuestión. Lo de la Gioconda en el Louvre es para hacérselo mirar. Un montón de personas haciendo fotos y no se puede ni observar con un mínimo de detenimiento la obra, que además en esa vitrina es un horror en si misma.
- Y también, claro está, la infantil búsqueda de límites para quien no está preparado para asumirlos. Peligrosos senderos en lugares inhóspitos, subida a cumbres como quien va de excursión, barranquismos para todas las edades y condiciones físicas, exploración de cuevas por gente que no sabe ni andar al aire libre...
En fin, el cine habla a veces de logros legendarios y también, muchas veces, de la estupidez humana...pero somos tan estúpidos que no escuchamos.
Abrazos escalados