GUS MORNINS 13/3/18

“Si alguien entiende completamente 2001, hemos fracasado. Es una película destinada a hacer muchas más preguntas que respuestas”               Stanley Kubrick
Hace cincuenta años que se estrenó 2001: Una odisea en el espacio. A mí me sigue pareciendo una obra maestra a pesar de que a mucha gente le parece una rayada del quince. Es posible que yo también esté rayado. Lo cierto es que es una película que revolucionó el lenguaje cinematográfico y que ha servido de inspiración a muchísimas otras películas de ciencia-ficción. Quizá porque la aventura del espacio exterior siempre está en el interior del ser humano.
No voy a desglosar las bondades y significados de esta película. Allá cada cual con lo que piense y sienta. Pero sí es una película llena de anécdotas que van desde lo divertido a lo filosófico. Aquí van unas cuantas.
El día de su estreno, 241 personas abandonaron la sala en medio de la proyección. Una de ellas fue Rock Hudson que exclamó: ¿Alguien me puede explicar de qué coño va esto?
Stanley Kubrick se dirigió a la agencia de seguros de Lloyd de Londres para ver si les interesaba asegurar el hecho de que si se descubría vida inteligente antes del estreno de la película, la compañía de seguros tendría que pagar una indemnización. Por supuesto, Kubrick ofrecía a cambio una prima millonaria. Lloyd´s rechazó el contrato. Carl Sagan después dijo: “Es el negocio más fácil y el peor que hizo Lloyd en toda su historia. Dado cómo estaba el panorama científico en 1968 era altamente improbable que se descubriera nada en el espacio exterior”.
La primera idea sobre el ordenador HAL 9000 (recuérdese, HAL, son las tres letras del alfabeto que van anteriores a IBM), era que fuese un robot. Stanley Kubrick desechó la idea al estar seguro de que sería mucho más inquietante ese sempiterno ojo rojo sin expresión, con la voz de Douglas Rain, simulando de forma certera la mitología griega con Polifemo.
En sus primeras semanas de exhibición, aunque hubo mucha gente atraída por la misma película, no obtuvo demasiada recaudación. Metro Goldwyn Mayer decidió retirar la película de los cines, pero los mismos propietarios de los salas persuadieron a la distribuidora de mantenerla en cartel porque observaban que, poco a poco, se iba incrementando el taquillaje debido a que se estaba corriendo la voz de que el último viaje del Comandante Bowman era muy parecido a la experiencia de fumar LSD. A las pocas semanas, la película se aupó como una de las más taquilleras del año.
Según el director de fotografía Douglas Trumbull, el total de lo rodado por Kubrick superaba la duración de la película unas doscientas veces.
Bien conocida es la leyenda que colocó a Stanley Kubrick como el director de la falsa llegada a la Luna de Neil Armstrong y Edward “Buzz” Aldrin. Kubrick nunca negó, ni afirmó tal cosa pero se cachondeó a gusto con múltiples referencias a ello en El resplandor, llegando incluso a poner un jersey que llevaba el niño Danny Lloyd con el Apolo 11 como principal motivo de su dibujo.
Fue la primera película que, prácticamente, no tenía ni una sola línea de diálogo durante alrededor de una hora. Al principio, tardan 25 minutos en decir la primera palabra. Al final, en el viaje de Bowman, tardan otros 23. En total, 48 minutos sin diálogo.
La minuciosidad de la película es tal que es una de las que se proyectan en varias escuelas de ingeniería del mundo en la especialidad de ingeniero aeroespacial. Uno de los errores es la pluma que le flota en gravedad cero al Doctor Floyd en pleno viaje hacia la estación espacial, cuyo centro de gravedad no se corresponde con la realidad. Sin embargo, todos los diseños de naves que aparecen en la película son perfectamente posibles, incluido el de la nave Discovery.
Kubrick calculó que la realización de los decorados tardaría en realizarse durante doce años si lo hiciera una sola persona, así que contrató a doce especialistas para que pudieran realizarse en uno solo.
En una primera versión del guión, había una voz en off explicando todo el tema. Kubrick desechó la idea para que trabajara el público.
Se cortaron diecinueve minutos del metraje original después del estreno. El propio Kubrick admitió que ese primer montaje hacía que la película fuese aún más lenta.
Es el único Oscar que recibió Stanley Kubrick en toda su carrera, a pesar de haber sido nominado en todas las películas que había dirigido desde Espartaco hasta Barry Lyndon. Eso incluye seis nominaciones al mejor director, de las que no ganó ninguna. En esta ocasión el Oscar fue a los mejores efectos especiales, único premio que recibió la película a pesar de sus trece nominaciones.
El decorado giratorio en el que Frank Poole practica ejercicio diariamente a bordo del Discovery-Júpiter fue diseñado por el propio Kubrick, con la idea de que el actor Gary Lockwood estuviese permanentemente en el mismo sitio. El decorado era gigantesco.
El actor Douglas Rain realizó las labores de la voz de HAL. Estaba tan nervioso que no atinaba con sus frases. Stanley Kubrick le puso en los pies una toalla empapada con agua fría para que se calmase. Todas sus intervenciones salieron a la primera.
Los métodos de Kubrick, así como su concepción de la obra, eran absolutamente minuciosos. El primer plano de la película es el sol alineándose con el monolito al son de Así habló Zaratustra, de Richard Strauss. Esa es la misma obra en la que Nietzsche, por escrito, afirmó que Dios había muerto y el significado de la música de Strauss era el paso de las tinieblas a la luz gracias al conocimiento del hombre. Todo eso está en la película.
La técnica utilizada por el viaje de Bowman fue inventada al alimón por Stanley Kubrick (uno de los directores que más sabía de fotografía) y Douglas Trumbull (que, más tarde, realizó una estupenda película de ciencia-ficción, muy deudora de ésta, titulada Naves misteriosas). Esa técnica se llama Slitcam y se trataba de hacer pasar la cámara con gran rapidez a través de distintas obras de pop-art sobreiluminadas. Una vez revelada la película, pasada a la velocidad de 24 fotogramas por segunda aparece tal y como la vemos en la película.
En esta película sólo 205 tomas con algún efecto visual dentro. Compárese con La venganza de los Sith que contenía más de 3.500.
Los primeros planos de la película son paisajes inhóspitos de África. Son fotos fijas, no imagen en movimiento. La única con imagen en movimiento es la del tigre que, en un momento dado, llega a mirar a la cámara con sus ojos llenos de luz.
El decorado giratorio del Discovery-Júpiter costó 750.000 dólares y fue fabricado por una empresa de ingeniería aeroespacial.
Stanley Kubrick tenía mucho miedo de Arthur Clarke y de que le cediera los derechos de su obra El centinela, en la que se basa la película, porque pensaba que era un ermitaño recluido con mal humor y le mandó un telegrama a través de su agente para evitar respuestas incómodas. Clarke aceptó entusiasmado la propuesta porque le parecía el mejor director de cine del mundo. Y en el telegrama de respuesta preguntó qué es lo que le hacía pensar que él era un ermitaño recluido.
Una broma bastante divertida fue el hecho de que todos los simios que aparecen en la película (a excepción de dos chimpancés) fueron interpretados por humanos maquillados (Kubrick intentó que fueran primates de verdad, pero la censura no dejaba que enseñaran claramente tantos “atributos”). Aquel mismo año, en la ceremonia de los Oscars, la Academia dio un Oscar especial a John Chambers por el diseño de maquillaje que había creado para El planeta de los simios. Cuando se hizo pública la noticia, la prensa preguntó a la Academia por qué no se había dado ese mismo premio a 2001. La Academia respondió: “Porque 2001 está rodada con animales y no con actores”.
Stanley Kubrick hizo traer diversas toneladas de arena de distintos desiertos del mundo para simular la superficie lunar en estudio.
La NASA bautizó el módulo lunar de la fallida misión del Apolo-13 con el nombre de Odisea en honor de esta película.
Stanley Kubrick y Arthur Clarke se vieron todas las películas de ciencia-ficción que se habían producido hasta la fecha. Desde la temprana Viaje a la Luna, de Mèlies hasta La conquista del espacio, de 1955, dirigida por George Pal.
Kubrick, haciendo uso de su extraño sentido del humor, utilizó un nombre secreto mientras se rodaba la película. En concreto era: How the Solar System was won, en referencia clara a La conquista del Oeste, cuyo título original era How the west was won. Su intención era llamar a la película Viaje más allá de las estrellas pero terminó por elegir otro título en colaboración con Arthur Clarke porque decía que desvelaba demasiadas intenciones de la película.
Kubrick tenía serias dudas de que la reentrada de Bowman en la Discovery sin casco fuese lógica y posible. Se retardó muchísimo la filmación de esa secuencia porque se consultaron cientos de científicos que, al final, concluyeron que sí, que era posible siempre que se despresurizara la cabina en la que entra rápidamente.
Kubrick deslizó un fallo mínimo de HAL antes de su obligación de mentir. Es en el momento en que está jugando una partida de ajedrez con Bowman. Si se para la imagen podemos advertir que la jugada que sugiere HAL es una trampa para ganar porque, si no se mueve así, se podría tener mate en tres jugadas. Es una pequeña broma privada de Kubrick que, por lo demás, era un consumado jugador de ajedrez.
El actor que interpreta la voz de HAL, Douglas Rain, y al Comandante Bowman, Keir Dullea, nunca se han encontrado en la vida real.
Muchos de los sonidos de los monos del principio fueron rescatados de los deshechos de las grabaciones de Mogambo, de John Ford, realizadas quince años antes.
La película se estrenó con intermedio. Kubrick no sólo decidió en qué momento tenía que hacerse el intermedio, sino que incluyó una nota específica a todos los cines del mundo en los que se proyectó la película indicando que la sala tenía que estar a oscuras un minuto antes de ponerla en marcha después del intermedio, con la música que estaba en la banda sonora.
Kubrick, en un principio, encargó la banda sonora a Alex North. Llegado determinado momento le dijo que no compusiera más, que lo que tenía era suficiente y que iba a rellenar con alguna pieza de música clásica. El día del estreno, North fue con toda su familia y se encontró con que Kubrick no había utilizado ni una sola nota de lo que había compuesto. North necesitó asistencia psicológica durante dos años a raíz de aquel incidente.
Es la película favorita de Christopher Nolan y la que le decidió a realizar Interstellar con muchos elementos de contacto con 2001.
En la secuencia final, con Bowman anciano, las posiciones que ocupa Keir Dullea en la escena son las cinco puntas de una estrella. Hasta ahí llegaba la minuciosidad de Kubrick.
El único chiste que contiene la película es la aparición del “Urinario de Gravedad Cero” del que el Doctor Floyd lee atentamente las instrucciones.
La única pista que Stanley Kubrick dio sobre la película se refiere a HAL: “HAL sufre una crisis emocional porque no puede asumir la evidencia de su propia falibilidad”
El plan inicial de Kubrick era que, al principio de la película, hubiera distintas declaraciones de científicos verdaderos acerca de la posibilidad de la vida fuera de la Tierra. Como era bastante listo, se dio cuenta de que aquello no iba a gustar a los ejecutivos de la Metro Goldwyn Mayer y ni siquiera llegó a rodarlo.
Críticos como Andrew Sarris, pusieron en su momento la película a caer de un burro. Años después, el propio Sarris reconoció su error diciendo que, sin duda, era una de las grandes películas del siglo XX.
La película inspiró el tema de David Bowie Space Oddity.
Causó una profunda impresión en personalidades del cine y del espectáculo como Mike Nichols, Mick Jagger, John Lennon, Roman Polanski o Richard Lester. Franco Zeffirelli le envió un telegrama a Stanley Kubrick con estas palabras: “Me has hecho soñar”.
La película tiene una secuela, 2010, dirigida por Peter Hyams con Roy Scheider, Helen Mirren, John Lithgow y Bob Balaban en los principales papeles. En ella se desvelan muchos de los interrogantes que plantea esta película. Por supuesto, la dirección fue ofrecida a Stanley Kubrick, que la rechazó de plano porque odiaba las secuelas.
Hay dos novelas más escritas por Arthur Clarke. Una es 2050 y la otra es 3001 donde la tecnología permite resucitar a Frank Poole. Ambas no tienen adaptación para el cine aunque Tom Hanks ha mostrado su interés por llevarlas a cabo.
Hay muchas más, pero creo que ya son suficientes. Lo cierto es que es una de las películas que aparecen siempre entre las mejores. Os dejo una de sus famosas secuencias, esa en la que el hombre, al tener una mínima luz de conocimiento, lo primero que hace es utilizar la violencia…igual que hace HAL millones de años después.


Y como mosaico aquí os dejo una animada charla entre Stanley Kubrick y el actor que interpreta al Doctor Floyd, William Sylvester.






Comentarios

dexterzgz ha dicho que…
Yo no quiero llegar a entender nunca "2001". Es la única forma que hay de volver a ver esta película una y otra vez con la misma fascinación. Recuerdo la primera vez que la vi en el cerrado cine Eliseos de la capital cuando hacía las veces (3 días a la semana de filmoteca). Por supuesto, no la entendí, pero salí noqueado. Las experiencias no necesitan de nuestra comprensión.

Ya con ese principio es imposible no quedar enganchado.

Muchos han querido imitar a Kubrick, su perfeccionismo, sus obsesiones, su lirismo, pero Kubrick solo hay uno.

Fantástico gus, Bardés, me concedes este vals?

Abrazos monolíticos
Anónimo ha dicho que…
Genial, Genial, Genial....

Parece ser que eso de echar una ojeada diaria al Gus se ha convertido últimamente en toda una cátedra del cine y todo su universo.

Gracias, Maestro por este alarde de sabiduría cinematográfica.

He de reconocer que no es una de mis preferidas del Tito Kubric, no me gustán las películas del espacio, me producen un sueño soporífero, qué le vamos a hacer, aunque traer a este director siempre es un acierto sea cual sea la razón que lo provoque.

También agradecerle a nuestro maño la inclusión de Cassavetes en la lista que está suponiendo un repaso al cine y su devenir. Siempre me ha parecido un tipo con clase y es de agradecer su vuelta de timón hacia un cine más independiente, del que tanto gustamos. "La Semilla del Diablo" es una de mis películas favoritas, no sé las veces que he podido verla...siempre me pareció que todos estaban magistrales.

Gracias a los dos.

Besos espaciales.

Albanta
CARPET_WALLY ha dicho que…
Bueno, pues efectivamente yo soy uno de esos que no disfruto con "2001,..." entre otras cosas porque me atraganto con tantas preguntas y me faltan respuestas para el 99% de ellas.

Es cierto que me parece fascinante y visualmente genial. Y me encantan las anécdotas y curiosidades que el Lobo nos cuenta y no hacen más que reafirmarme en mi absoluta incompetencia para apreciar las innumerables bondades de la peli.

Una rayada del 15 y un post del 20...Así da gusto.

Abrazos con un hueso en la mano, sin evolucionar aun estoy.

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