GOOD MORNING 22-5-2017
"Yo defenderé
siempre y mientras viva la capacidad de hipnosis de una gran pantalla"
Pedro Almodovar, presidente del jurado de Cannes 2017.
Guuussss morninsss cinéfilos nos de God
Otra vez aquí y si, puede que penséis que el tema del día va
a ser comentar la respuesta definitiva a las preguntas del viernes, ¿quién fue
el feo?, ¿quién el malo?, ¿Quién el bueno? O dicho de otro modo, comentar y
celebrar la victoria del Madrid o la de pedro Sanchez (si esta fuera finalmente
celebrable, que está por ver). Pues sí, ambos temas son candentes e
interesantes, pero amigos yo os propongo otro distinto. Un tema que abro para
debate incluso espero contar con la participación de Dex (iluso sigo siendo)
que no nos escribe pero nos lee. Así que propongo tema para coloquio participativo,
que eso da mucho gusto y nos saca de la rutina.
Al caso, no sé si ayer leísteis un interesantísimo artículo
en El País firmado por Gregorio Belinchón y alguien más cuyo nombre no
recuerdo. El artículo, por si no lo leísteis os resumo, comentaba que, para el
próximo año 2018, el Festival de Cannes no permitirá la inclusión de ninguna
película de la productora Netflix salvo que esta modifique su política de
distribución.
Y ahí está el origen del debate que plantea el artículo y os
planteo yo. ¿Es cine sólo lo que se proyecta en una sala?. Netflix produce pero
estrena, en algunos casos de forma exclusiva, en su propia plataforma digital,
elimina a distribuidores y exhibidores para ofrecer su producto directamente al
público vía televisión o cualquier otro dispositivo digital. Obviamente produce
(crea) películas pero parece contradictorio que un festival creado precisamente
para dar a conocer películas y ampliar su distribución y exhibición incluya en
su certamen a quien no lo precisa pues ya tiene su propio modelo sin contar con
intermediarios.
En realidad, la cuestión se divide en dos temas. El primero
es si los festivales deben ser un mero mercado (la feria de ganado) donde
productores que cuentan con pocas oportunidades comerciales encuentren la
posibilidad de que sus productos sean valorados y rentabilizados. Si es así, no
debería entenderse que participasen películas (principalmente americanas) cuya
poderosa maquinaria asegura su distribución. O por otra parte es una forma de
poner en competencia los grandes productos con otros de filmografías menores
que pueden ser tan buenos o incluso mejores que los que habitualmente podemos
disfrutar. En los dos casos hay una posibilidad comercial para films que
resultarían desconocidos para el gran público si no pasasen por los festivales.
La otra cuestión que se plantea es la existencia de nuevas
formas de disfrute de las películas que se producen en el mundo. Según parece
(el artículo da datos que no soy capaz de recordar) aunque aún no es
mayoritario, el consumo directo por televisión (o tablet, o Pc o incluso móvil)
de muchas películas crece vertiginosamente y aunque todavía mucha gente acude a
las salas de cine, hay un porcentaje aún mayor, sobre todo entre los jóvenes,
que espera directamente a su difusión digital
para acceder a verlas. Yo mismo soy de los que hago mucha selección y me dejo
muchas películas que pueden resultar interesantes para “la tele”, salvo que
entienda que la sala grande las otorga un especial disfrute. Inciso, el sábado
me deleité en la televisión con “Lalaland” y aunque me gustó muchísimo, no es
comparable con la maravillosa experiencia de verla en pantalla grande. Pero no
todas las películas precisan la sala oscura, la pantalla enorme, los efectos no
especiales que le otorgan esas condiciones. Hay muchas películas que sin
grandes efectos y gracias a la calidad cada vez mayor de los dispositivos se
pueden degustar perfectamente en pantalla pequeña con la comodidad de un buen
sillón, una cerveza y la posibilidad de pararla cuando te entran ganas de ir al
baño. ¿Acaso desmerece “Encadenados” o “Casablanca” cuando ahora ya no la vemos
en una gran pantalla? ¿Son menos cine?
Por otro lado, según comentaba también el artículo, muchas
de las películas de la competición oficial de otros años y aún más de las
secciones menores (nuevos realizadores, etc) no consiguieron distribución a
pesar de la acogida más o menos buena que tuvieron en el festival. Para esos
productores conseguir que al menos algunas televisiones les ofrezcan su pase
directamente en alguna plataforma es un pequeño triunfo, por tanto es obvio que
las formas e incluso los objetivos de aquellos que acuden a los festivales
están cambiando.
Allá por los 80, cuando los videoclubs proliferaban, muchos
acudíamos a ellos para ver películas que en su día no habíamos podido disfrutar
en el cine. Cuando llegabas a esos establecimientos te encontrabas con infinidad
de películas que “habían ido directamente a video”, es decir aquellas que,
generalmente por su baja calidad, no lograron nunca ser estrenadas en gran
pantalla y su única vía comercial era la edición y distribución en video. ¿No
son ahora las plataformas digitales un enorme videoclub?, La cuestión se
plantea cuando no necesariamente las películas que van directamente a una
plataforma digital son malas sino porque su productora precisamente la ha
concebido para distribuirla, al menos inicialmente, en exclusiva en sus propios
canales, incluso siendo films de buen nivel que pueden competir sin ruborizarse
en un gran festival. Estas productoras buscan precisamente un espaldarazo
público a su producto para que actúe de reclamo de toda su oferta. ¿No deben
aceptar eso los festivales?
En fin son muchas cuestiones las que propongo pero a veces
venimos aquí a hablar de cine y el cine no son sólo las películas. Espero que
os haya interesado la cuestión y que participéis con vuestras opiniones y reflexiones.
Y Dex, me gustaría que nos comentaras lo que opinas, el vis a vis no vale para
todo.
Cantemos ahora. Se impondría el “We are the Campions” de Queen
o el himno solicalista, pero este no tiene música y “La Internacional” tiene
demasiados dueños. Pero no, traeré una canción para que no podáis decir ni que
os intento colar un mensaje subliminal…o si.
A LA SOMBRA DE UN LEON (Ana Belén)
Llegó con su espada de madera
y zapatos de payaso a comerse la ciudad.
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por La Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals,
como dos enamorados y dormirse acurrucados
a la sombra de un león.
Qué tal, estoy sola y sin marido
gracias por haber venido a
abrigarme el corazón.
Ayer a la hora de la cena
descubrieron que faltaba el interno dieciséis
tal vez disfrazado de enfermero
se escapó de Cienpozuelos con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le mandó en El Corte Inglés.
Con él, en el dedo al día siguiente
ví a la novia DEL AGENTE
que lo vino a detener.
Cayó como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
lo obligaron a soltar.
Quedó, un taxista que pasaba
mudo al ver como empezaba La Cibeles
a llorar y chocó contra el banco central,
y chocó contra el banco central.
y chocó contra el banco.
MOSAICO DE HOY
Y también sin segunda intención traemos la imagen de hoy.
Que hace 13 años que se casó el entonces príncipe con la entonces ex periodista.
Felipe y Leticia. Pudo ser una boda más, pero era “REAL” y ella iba de “blanco”.
Y en la peli “Bodas reales” Fred bailaba sobre las paredes y el techo….(como yo
anoche).
Comentarios
Obviamente estamos viviendo un mundo de cambios vertiginosos y los nuevos avances tecnológicos estan cambiando nuestra forma de vida en muchos aspectos. También en la manera de visionar películas.
Los festivales son ese escaparate donde mostrar los productos, dejarse ver y establecer relaciones dentro de la industria. Los hay de todo tipos, también independientes o minoritarios como el de Sundance donde se puede apreciar trabajos más intimista y con menos posibilidad de distribución a gran escala.
Desconozco los detalles del boicot a Netflix en Cannes, pero no cabe duda que obviar esa plataforma de distribución es intentar poner vallas al campo. Para público más joven muchas veces es la única manera de consumir series o cine, gastarse casi diez euros en ver una pelicula, tal y como están las cosas, es en muchos casos un lujo asiático.
Por mi parte doy la bienvenida a cualquier método de distribución que acerque el cine, las series a los consumidores. Yo, seguiré yendo al cine mientras me sea posible, significa algo así como un ritual e igual que hay películas que se pueden ver perfectamente en casa, hay otras que resulta un pecado capital perderselas en la pantalla grande.
Pero las opciones están ahi y no creo necesario descartar ninguna de ellas.
Besos conciliadores.
Albanta
Besos reivindicativos.
low
Vuelve Pedro Sánchez, como Don Quijote contra los molinos, donde los molinos son los barones del partido. La derrota de Susana es de las que hacen daño. Cuando se cargaron a Pedro en aquel sábado tan esperpéntico pocos o nadie creían que volvería, después de los 2 varapalos electorales. Su anuncio de que recorrería todo el país buscando el apoyo de las bases sonaba a una aventura del llanero solitario contra el mundo. Pero al parecer su apuesta le ha salido bien y, ayudado por la poca o nula simpatía que desprende Susana y la poca influencia de Patxi en éstas primarias (aunque en Euskadi ha barrido), ya tenemos de nuevo al hombre al mando del psoe.
Y la liga para el Real Madrid. Merecida, felicidades. Han sido el mejor equipo, aunque el Barça sólo haya quedado a tres puntos. En general (no he visto la del Madrid) no me gustan las celebraciones de los equipos de fútbol; parece que todo se reduce a emborracharse. Deberían dar ejemplo a los seguidores más jóvenes y celebrar las victorias con más clase.
Felicidad inmensa la que sentimos ayer los de la Real Sociedad, que a falta de 5 minutos para el final el gol del Celta nos dejaba fuera de la Europa League pero un cabezazo en el minuto 93 del más pequeño de la clase, el malagueño Juanmi, nos devolvió al sexto puesto. Volvemos a Europa. La última vez, en Champions, viajé 16 horas de autobús hasta Leverkussen para ver un partido que perdimos en el último minuto, y después del partido otras 16 horas. Pero mereció la pena.
Abrazos txuriurdines
Oye, te imaginas una salsa con sabor a cine? Sería cuestión de estudiarlo...;)
low
Además yo creo que no sólo el precio influye en la forma de ver el cine. ha cambiado tanto el cuento que las nuevas formas de comunicación han dejado irreconocible el panorama. ¿la música?, ¿recordáis cuando el CD iba a matar al vinilo?..si hasta había walkman de compact disk...¿donde están ahora?, ¿donde los mp3 que mataban al CD?, ahora entras en itunes o spotify y te haces una lista a la carta, ya no se escucha (ni se compra) un disco entero, coges las canciones que te gustan de cada grupo y vas añadiendo...Y estoy hablando sólo de los que no piratean (que ese es otro asunto), la cuestión es que ha cambiado el cuento.
No sólo la música, la propia televisión, ya no tenemos que empaparnos las programaciones con el TP como antes, a que hora esto, cuando y en que canal lo otro...ahora tenemos oferta infinita cuando cada uno quiera, no hace falta grabar, se busca y disfrutas uno, dos tres capítulos de tu serie preferida, temporadas enteras del tirón, el partido desde el inicio porque me perdí 5 minutos, el programa de Iker Jimenez me lo pongo los lunes, que el domingo por la noche quedo a echar la partida....
El usuario directamente elige qué cuando y como ver su oferta a medida. ¿el cine puede parar eso?, yo tengo serias dudas. Creo que las salas seguirán existiendo, pero igual que se está reduciendo el tiempo desde que se estrena un film hasta su distribución por medios digitales, antes pasaban uno o dos años desde el estreno hasta su aparición en vídeo o televisión y ahora no llegan a los 6 meses, es probable que llegue un momento en que la difusión sea simultanea y el cine en pantalla grande deberá ofrecer algo más ( no sólo el precio) para que merezca la pena que el público se interese.
En fin, eso creo yo.
Abrazos debatiendo