Gus mornins, 23/10/14
Guuud mornins, cinéfilos
Jueves 23 de octubre. Antoine Doinel parece estar diciendo
adiós con su manita y despidiéndonos de esta gran semana fantástica que le
hemos dedicado al genio del gran François Truffaut. Treinta años ya sin él, y
como dije el otro día, no sería descabellado pensar en un Truffaut todavía en
activo en pleno 2014, contándonos historias de hoy, del amor en los tiempos del
ébola y similares. La de películas que nos hemos perdido y la de libros
imprescindibles como “El cine según Hitchcok”, su gran obra maestra.
Pero si hablamos de obras maestras, no podemos olvidar su
primera película, estos cuatrocientos golpes que en realidad deberían haberse
traducido como “las mil y una”. Las mil y una las que le pasaban al pobre
Antoine Doinel hasta llegar por fin a ese deseado mar. Un traveling, el del
pequeño desertor, que les costó Dios y ayuda filmar a Truffaut y a su equipo.
Como eran unos locos del cine y de la vida no dudaron en montarse a un viejo
utlitario cámara en mano casi jugándose la vida para rodar una secuencia
irrepetible. Cineclub:
Gracias Truffaut por momentos únicos como éste, gracias por
tus libros, tus artículos y tus sabias citas. Gracias por haber servido de
inspiración al mísmisimo Tarantino (“La novia vestía de negro”) por disfrazarte
de moderno Rousseau (“El pequeño salvaje”), por ese clásico de la Sci Fi que
tanto nos hace pensar hoy en día (“Farenheit
451”), por su aproximación irónica y tierna a esos locos bajitos (“La
peau douce”), por su amor al cine, por su amor y su respeto al espectador. Por
tantas y por tantas cosas, nunca le olvidamos así pasarán cien años. GRACIAS
MAESTRO.
CINE, CINE, CINE
Luis Eduardo Aute
Recuerdo bien
aquellos «cuatrocientos golpes» de Truffaut
y el travelling con el pequeño desertor,
Antoine Doinel,
playa a través,
buscando un mar que parecía más un paredón.
Y el happy-end
que la censura travestida en voz en off
sobrepusiera al pesimismo del autor,
nos hizo ver
que un mundo cruel
se salva con una homilía fuera del guión.
Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son.
Al fin llegó
el día tan temido más allá del mar,
previsto por los grises de Henri Decae;
cuánta razón
tuvo el censor,
Antoine Doinel murió en su «domicilio conyugal».
Pido perdón
por confundir el cine con la realidad,
no es fácil olvidar Cahiers du cinéma,
le Mac Mahon,
eso pasó,
son olas viejas con resacas de la nouvelle vague.
aquellos «cuatrocientos golpes» de Truffaut
y el travelling con el pequeño desertor,
Antoine Doinel,
playa a través,
buscando un mar que parecía más un paredón.
Y el happy-end
que la censura travestida en voz en off
sobrepusiera al pesimismo del autor,
nos hizo ver
que un mundo cruel
se salva con una homilía fuera del guión.
Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son.
Al fin llegó
el día tan temido más allá del mar,
previsto por los grises de Henri Decae;
cuánta razón
tuvo el censor,
Antoine Doinel murió en su «domicilio conyugal».
Pido perdón
por confundir el cine con la realidad,
no es fácil olvidar Cahiers du cinéma,
le Mac Mahon,
eso pasó,
son olas viejas con resacas de la nouvelle vague.
EL MOSAICO DE HOY
Comentarios
Un abrazo que te lo mereces mucho.
Creo que volveré a entrar luego a releerte...¡¡¡que pasada!!
Gracias a ti Dex por tantas y tantas cosas.
"Toda Mujer, si sabe conservarla, lleva dentro una niña que la hace hermosa y limpia hasta el final de sus días".
Otro párrafo de mi Silva que me ha tocado el corazón esta mañana en un sitio tan poco propicio para los sentimientos líricos como es el Metro de Madrid a las nueve de la mañana.
Llegada a la oficina aun con el sentimiento a flor de piel y enciendo el ordenador en un escenario que de tan cotidiano se vuelve casi invisible y salen de la pantalla el amigo maño incansable al desaliento, Truffaut, Aute..y de repente siento que aunque nuestras vidas no sean tan brillantes como hubiesemos pensado que podrian haber sido, un día cualquiera tan cualquiera como te pueden demostrar que la magia existe y hacerte sentil tan, tan especial como yo me siento ahora.
Nunca serán suficientes las veces lo sé, pero gracias.
Albanta.
Gracias, maño. Un beso emocionado.
low