GUS MORNINS 23-10-19

Estamos tan a gustitoooooo

(José Ortega Cano)

Guuuud mornins, cinéfilos.

Pues sí, a pesar de la rasca que hace ahí fuera que contrasta con lo calentito que se está poniendo la cosa en según que sitios. Y a todo esto, Albanta sin venir, pero da igual, como decía el maestro Ortega (no y Gasset ni Juan Carlos sino Cano), pues eso. Y el Dj de guardia que está en todo pues aquí con un gus express a ver qué tal sale.

Pues resulta que repasando las efemérides de hoy tenemos con que en el 425 d.C fue elegido en Roma emperador Flavio Placidio Valentiniano. Hasta aquí todo normal, diréis, pero es que claro el tal Flavio tenía 6 años cuando accedió a tal cargo (seguro que lo hizo mejor que muchos a los que les dan galones cuando ya peinan canas). Eso me recuerda a aquello que decían aquellos “Esto lo entiende hasta un niño de 5 años. Que me traigan a un niño de 5 años”. Por cierto, hoy Gummo Marx hubiese cumplido 126 años.

También tal día como hoy, pero de hace la friolera de 312 años tenía lugar en UK la primera sesión del parlamento. Que digo yo que como sigan así dentro de nada celebran la última.

Y hace menos, 114, el Real Madrid disputaba su primer partido internacional. Y con victoria.  Que digo yo que como sigan así dentro de nada celebran la última (uy, si esto ya lo he dicho).

En cuanto a los cumpleaños si hoy os encontráis por la calle a Pelé, a Michael Chrichton a Ang Lee, a Sam Reimi, a Andoni Zubizarreta, a Óscar Martínez o a Leticia Dolera, no dudéis en felicitarles sin falta porque hoy es su día.

Pero yo hoy me quiero detener en UNA. En una actriz, me refiero, que además se llama Una y que nació un 23 de octubre pero de 1880. A lo mejor si os hubiese dicho Una O´Connor sin la pista del mosaico no os hubiese dicho nada, pero a qué os suena.

Pues claro, un rostro y un físico difíciles de olvidar para una de las secundarias más grandes de los primeros años del cine. Una era irlandesa y se llamaba en realidad Agnes Theresa McGlade. Se dedicó al teatro antes de hacer sus pinitos en la pantalla y destacar en pelis como El hombre invisible, La novia de Frankestein, El delator, Cabalgata o El fantasma de Canterbury. Siempre en un discreto segundo plano que casi nunca pasaba desapercibido. Y casi siempre en papeles de empleada del hogar o camarera (una especie de Gracita Morales pero en extranjero). Su último papel fue en Testigo de cargo que rodó a las órdenes de Billy Wilder poco antes de dejarnos. Murió en Nueva York en febrero de 1959.

Y hoy he querido rendirle mi pequeño homenaje como una de esas pequeñas grandes presencias que nos regala el cine, que casi nunca ocupan un especial, ni siquiera un gus, pero hoy, mira tú por dónde.

Una, ella sí que era grande. Y libre, supongo.

EL MOSAICO DE HOY