GOOD MORNING 3-7-2017
Si la gente quiere ver
sólo las cosas que pueden entender, no tendrían que ir al teatro: tendrían que
ir al baño. Bertolt Brecht
Gus morninssss cinéfilos nos de God
Buenos días amigos, permitidme que os hable de cuestiones
particulares. Quizá hay noticias o eventos que merecieran más la atención, pero
es lo que tiene dejar estas cosas en manos no profesionales, que a la que te
descuidas se vienen arriba y dejan de lado lo que a todos interesa para
centrarse en lo que le preocupa sólo a uno. Dex, vuelve si no quieres que esto
se nos vaya de la mano.
A lo que voy. Como ya os he comentado alguna vez, mi cría
está dispuesta a peregrinar por el tortuoso camino de la interpretación. Está
escogiendo además la vía larga, es decir, lejos de buscarse un agente y empezar
a prepararse casting y pruebas, ha elegido (con nuestro consejo, quien sabe si
equivocado) formarse bien y adquirir conocimientos y capacidades. Para ello,
una vez acabado el bachillerato y aprobada la selectividad (con muy buena nota
media), se ha presentado a las pruebas de acceso a la RESAD (Real Escuela
Superior de Arte Dramático). 235 candidatos para menos de 40 plazas. El primer
examen era de conocimientos (estructura dramática de una obra, análisis de
escenas, contexto teatral, etc…) y lo aprobó con soltura (7,5). Era
eliminatoria con lo que pasó la primera criba ahora son pocos más de 100.
Hoy se presenta a la segunda y última prueba, la decisiva.
La prueba práctica. Un monólogo cómico, ella ha escogido un fragmento de “La
dama boba” de Lope. Un relato, escogió “La gata Esperanza” que Junior nos
regaló hace un tiempo y que nos pareció tremendamente hermoso. Una canción, “La
belleza” de Aute. Un monólogo dramático, eligió un fragmento de “La Gaviota” de
Chejov. Y, finalmente, un poema, el “Soneto de la dulce queja” de Garcia Lorca.
Soneto de la dulce queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.
Además de eso tendrá un texto inmediato que le propondrán y
que ella tendrá que interpretar improvisando. Y por supuesto, las ocurrencias
del jurado (tres personas) que tal y como ya le han comentado propondrán
cabriolas para sacarla de su estado de seguridad y valorar su capacidad de
adaptarse. A alguna conocida le propusieron que interpretase la canción
convertida en una esponja, a otra que recitara el poema como si fuese un
carrito de supermercado o a otro que convirtiese el monólogo cómico en
dramático y viceversa.
El caso es que ayer le pedimos, su madre y yo, que nos
interpretase todo lo preparado. Sé que esto suena a rollo padre baboseando,
quizá lo sea por contarlo, pero he de decir que tanto su madre como yo no
pudimos reprimir las lágrimas. Estaban más allá del orgullo, realmente la muy
cabrona logró trasmitirnos la emoción de lo que hizo a un nivel inesperado para
mí que soy su crítico más feroz e inflexible. El tiempo y la suerte decidirán
lo que haya de pasar, pero hoy mi mente está con ella, no sé cuándo le darán los
resultados, pero de momento, hoy, me resultaba imposible escribir sobre otra
cosa.
Obviamente la canción es la que es.
LA BELLEZA (Luis Eduardo Aute)
Enemigo de la guerra
Y su reverso, la medalla
No propuse otra batalla
Que librar al corazón
De ponerse cuerpo a tierra
Bajo el paso de una historia
Que iba a alzar hasta la gloria
El poder de la razón
Y ahora que ya no hay trincheras
El combate es la escalera
Y el que trepe a lo mas alto
Pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
La belleza
Míralos, como reptiles
Al acecho de la presa
Negociando en cada mesa
Maquillajes de ocasión
Siguen todos los raíles
Que conduzcan a la cumbre
Locos por que nos deslumbre
Su parásita ambición
Antes iban de profetas
Y ahora el éxito es su meta
Mercaderes, traficantes
Mas que nausea dan tristeza
No rozaron ni un instante
La belleza
Y me hablaron de futuros
Fraternales, solidarios
Donde todo lo falsario
Acabaría en el pilón
Y ahora que se cae el muro
Ya no somos tan iguales
Tanto vendes, tanto vales
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
De intentar ser uno mismo
Ese viaje hacia la nada
Que consiste en la certeza
De encontrar en tu mirada
La belleza…
MOSAICO DE HOY.
El cine es nuestra pasión, pero el teatro es imprescindible,
lleva mucho más tiempo entre nosotros, lleva desde siempre. Y el cine, a veces convertido
en hijo pródigo que incluso parece querer matar a su padre, también en numerosas
ocasiones le ha homenajeado. Pero también ha habido casos contrarios, películas
que finalmente se han adaptado al teatro, algún musical o peli de animación son
los ejemplos claros (“La bella y la bestia” o “El rey león” ), pero no los
únicos: “Cinema Paradiso” o “Fanny y Alexander” tienen versión teatral, así
como “Novecento” la obra que interpretó con gran maestría Miguel Rellán está basada en la película,
también de Tornatore, “La leyenda del pianista del océano”.
Pero también hay teatro dentro del cine, desde Hitch con “panido
en la escena” hasta Bogdanovich con “Que ruina de función” o Allen con “Balas
sobre Broadway” ha habido muchas películas que nos contaban cosas que sucedían
sobre un escenario teatral. La última y notable fue la conversión de un actor
de cine en un actor de teatro y las dificultades que ello suponía. Iñarritu y “Birdman”.
Comentarios
"La gata esperanza", microrelato precioso de Salvador Robles, me alegra que lo haya elegido. La verdad es que Salvador tiene numerosos microrelatos preciosos, que te llegan al corazón y te hacen reflexionar.
Abrazos esperanzados
Yo me conformo con que tenga la mitad de olfato para la interpretación que el que su padre tiene con las apuestas de los viernes.
Abrazos de mierda
Mucha mierda. Y tennos informados!
low
Y mis felicitaciones al papá baboso y al pibón de su madre.
Ya nos irás contando, mucha suerte por parte de todos.
La elección dice mucho y bueno de ella misma. Lo hará bien, seguro.
Besos entusiasmados.
Albanta
Ahora sólo queda esperar y que haya suerte.
Muchas gracias por vuestros ánimos.
“LA GATA ESPERANZA”: microcuento de este autor que se ha hecho un hueco en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
Me escribe un amable lector, Indi, para comunicarme que un amigo suyo le propuso a su hija, quien se presenta hoy a unas pruebas en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, que, en el monólogo que ha de recitar en el examen, incluyera el microrrelato “La gata esperanza”. Un texto que Indi transcribió en su día en un blog suyo de cine. El microcuento ha tenido un gran éxito. Lo reproduzco por segunda vez en este muro. La especialidad de esta “gata” es repartir esperanza entre maullidos y ronroneos. Gracias por leerme y releerme. Gracias, Indi, por difundir mi obra.
LA GATA ESPERANZA
Todas las mañanas, la primera tarea que la maestra Adela ordenaba a sus alumnos era que dibujasen lo que les sugería la palabra que previamente había escrito en la pizarra. Aquel día el vocablo elegido fue la esperanza.
Un sol, una flor, una boca sonriente, el ojo de Dios dentro de un triángulo, la cumbre de una montaña, una puerta entreabierta... un gato con botas. ¿Un gato con botas? Qué curioso. Y se le había ocurrido a Dolores, la niña más triste de la clase.
-¿Por qué un gato, Dolores?
-No es un gato, doña Adela, es una gata.
-De nombre Esperanza, ¿no?
-Eso es.
-Y las botas de siete leguas, ¿para qué son?
-Para que no tarde toda una vida en recorrer las miles de leguas que la separan de mí.
A ver si esa Esperanza, que en este caso es la de mi hija y la fé en su futuro obra el milagro y consigue que su sueño se empiece a convertir en realidad.
Muchas gracias.