GOOD MORNING 1-3-2017
“Musa, la máscara
apresta, ensaya un aire jovial y goza y ríe en la fiesta del Carnaval”.
Rubén Dario
Gusssss morninsss cinéfilos nos dé God
¿Qué tal amigos? Por motivos que no vienen al caso, no he
podido preparar estos buenos días con suficiente tiempo y debo ahora improvisar
los saludos matutinos sin reparar en gastos.
He pensado que estas semanas hemos dedicado un especial al
amor, a los oscares, pero no nos hemos preocupado de la otra gran celebración
de estas fechas. EL carnaval. Disfraces, máscaras, la alegría de la carne antes
de que llegue la Cuaresma, los equívocos, las identidades ocultas, la
sensualidad, el simple disfrute, la personalidad escondida que sale a
relucir…Todo cabe en esta celebración que parece a salvo del riesgo de
convertirse en otra maniobra puramente comercial. Es cierto que en algún caso
parece de obligado cumplimiento (colegios y demás), pero en general no es más
que otra excusa para las risas y el disfrute.
El cine se ha ocupado poco de este gran desmadre,
fundamentalmente porque está muy unido a la tradición católica (aunque
estuviera tiempo prohibido por la Iglesia) y los USa que son los que dominan el
cotarro ya tienen su Halloween (y lo exportan) para la cosa del disfraz. Aun
así podemos encontrar algunas películas en las que el carnaval está bastante
presente.
CASANOVA (Federico Fellini 1976; Lasse Hamstrom 2005). De las
muchas fiestas de carnaval que hay en el mundo, hay alguna particularmente famosa
y reconocible. La de Venecia es una de ellas. Y es la Venecia carnavelesca el
escenario donde Casanova el más grande seductor de todos los tiempos (con
permiso de Don Juan) se mueve como pez
en el agua (de los canales) para conquistar a su objetivo.
EASY RIDER (Dennis Hopper 1969). Sí señor, en una época en
la que algunos no habían nacido se estrenó esta película que fue considerada un
símbolo de libertad y que vista hoy, no sólo puede parecer aburrida (a mí me lo
parece) sino que algunas escenas pueden parecer sonrojantes. El caso es que ese
viaje salvaje de Fonda y Hooper en sus chopper tenía como destino el Carnaval
de Mardi Grass en Nueva Orleans, nada que ver con el viaje de “Diarios de
motocicleta” ni en objetivo ni en reflexiones.
VIVE Y DEJA MORIR (Guy Hamilton, 1973). La primera vez que
Roger Moore daba vida al agente secreto más famoso del mundo fue en esta
aventura que transcurría en un mundo donde la magia, el vudú y la santería tenían
mucha importancia. Parte de ella pasaba en el Caribe y otra gran parte en Nueva
Orleans y su carnaval.
DOMINGO DE CARNAVAL (Edgar Neville, 1945). El polifacético
Edgar Neville dirigió a su mujer Conchita Montes en este policiaco donde ella
investiga el asesinato de su madre el día que comienza el carnaval en Madrid. Pocos
medios, pero Neville era lo suficientemente talentoso como para crear ambiente
con unas pocas escenas.
ORFEO NEGRO (Marcel Camus, 1959). Si el carnaval de Venecia
es famosísimo el de Rio quizá lo sea aún más. El italiano está repleto de máscaras
y vestidos decimonónicos, el brasileño es un fastuoso desfile de carne,
sensualidad, baile, samba y prejuicios liberados. Esta maravillosa película
sitúo en pleno carnaval carioca el mito griego de Orfeo y Eurídice y dio a
conocer al mundo la bossanova. No se puede pedir más.
Y una vez hecho el repaso, hay más pero poco tiempo para
buscarlas. Damos paso a la música. Si, lo suyo es que os hubiera dado otro
adelanto del libro escrito a dos manos (las mías) y un cerebro (el de Dex) pero
como se me ha prohibido hasta la presentación de mañana, esperaré un pcoo para
contar la historia no sólo de C.B. sino también la de Celedonio Barrionuevo cuyo
oficio de representante de lencería fina era sólo una pantalla que aprovechaba
para vender en realidad….bragas Princesa.
Mientras tanto os dejo con una canción de la peli que
acabamos de comentar, Orfeo Negro. Una de las canciones más famosas de la
música brasileña y de las más versionadas de la historia. La letra en el propio
vídeo.
MANHÄ DO CARNAVAL (Agostinho Do santos, BSO Orfeo Negro)
MOSAICO.
Hay otra película en la que el carnaval también tiene su
aquel, ambientada supuestamente en Buenos Aires una tal Gilda intentaba seducir
a Johnny Farrell aprovechando un baile de Carnaval. Luego vendría un guante muy
sensual y una bofetada que ahora sería muy políticamente incorrecta. Lo cierto
es que con esos disfraces están absolutamente irreconocibles.
Comentarios
Albanta, gracias por el esfuerzo por acudir, que no te he dicho nada. Pero tranquila si no puedes. No estoy nada seguro de que el libro merezca tanta gaita.
Pues no entiendo que no sigáis con Celedonio Barrionuevo (qué bonito pseudónimo si se tercia...)
Abrazos cenicientos.
En cualquier caso, bonito gus, con una canción preciosa de una película no menos preciosa y tierna. Por añadir más pelis al transversal, te has dejado la animada Rio y su secuela. Y aunque no transcurra en carnaval las máscaras de la orgía de Eyes wide shut remiten claramente a Venecia. Y Roberto Álamo parecía que se había escapado del mismo Cádiz vesitdo de tigre en La piel que habito.
Abrazos disfrazados