Gus mornins, 18/11/15

Guuud mornins, cinéfilos:

Miércoles 18 de noviembre: Poco a poco nos vamos recuperando todos del golpe y a despertar de la pesadilla que nos sacudió a todos el pasado fin de semana. No queda otra que seguir adelante y comenzar a saborear de nuevo las pequeñas cosas y sorpresas que nos depara la vida. Desde ayer tengo en mi poder un ejemplar de la seguramente última obra menestra de nuestro amigo CB “El sueño americano”, además de acusar recibo, aprovecho para agradecer el gesto a su autor y prometerle que lo voy a leer con todo mi cariño.

Así pues, la vida sigue. Y retomamos aquí el punto de una semana con unos guses que pretendían tener algo de especial. Semana de clásico, y semana de clásicos en el gus como  hacemos siempre que Cristiano y Messi se ven las caras. En esta ocasión la semana iba a estar dedicada a los clásicos setenteros aprovechando el cumple al que ya nos referíamos ayer del maestro Scorsese. Se cumplen en este 2015 40 años de la Palma de Oro en Cannes de “Taxi driver”, para mí la mejor película del italo americano hasta la fecha, y ya algo ejercía ahí de visionario vaticinando toda esa locura mesiánica e histeria colectiva que ha terminado por invadirnos. Por cierto, quien se acerque estos días a los cines a ver la última ganadora de Cannes “Dheepan” – cosas de ser un gafapasta- se encontrará con un curioso homenaje a la cinta que protagonizaba De Niro. Pero no todo son loas y guiños al Cejas; también tiene su legión de detractores que le acusan de usar en sus films la violencia de una forma más o menos gratuita, acusación que también han sufrido y sufren otros como Tarantino, Eastwood, Leone o Siegel. En cualquier caso, qué culpa tienen estos tipos de que el mundo esté así de mal hecho, de que esté plagado de gangsters, mafiosos, chorizos, violadores, estafadores, corruptos. En cualquier caso, lo de Marty no es apología de la violencia como se empeñan algunos, y les conmino a analizar seriamente el final de la citada “Taxi driver” o a detenerse en una de sus primas hermanas pequeñas, la ignorada e injustamente olvidada “Bringing out the dead” (del título en castellano prefiero no acordarme).

Seguimos, y seguimos hablando de clásicos setenteros y de siempre. Porque el otro día, nos enteramos de que la WGA, el sindicato de guionistas de Hollywood, había publicado una lista con los 100 guiones más divertidos y graciosos de la historia del cine. Del cine americano se entiende, aunque hay alguna concesión a los primos de Europa y hay están los imprescindibles Monty Python por ejemplo o “Cuatro bodas y un funeral”, pero ni rastro de Tati o Berlanga. Es de esas listas que escaldan a muchos y a otros nos resultan simplemente curiosas. Y me pareció ciertamente curioso y sorprendente encontrarme en lo alto de esta lista con “Annie Hall”. Sí, desde luego, es una película muy divertida con gags memorables tanto visuales( las langostas en la cocina ) como verbales (el chiste de mi hermano que es una gallina o lo de los cruces en las calles de Los Angeles). Responde a un tipo de humor inteligente y a un ingenio agudo que en absoluto son desdeñables, pero uno esperaba encontrar en ese puesto algún ejemplo más genuino de comedia loca, algo que invitase de una manera más abierta a la carcajada. En el número 2 está por ejemplo tío Billy con “Some like it hot” que me cuadraría más. Quizá lo del puesto cuatro de “Aterriza como puedas” resulta algo exagerado, aunque te echas unas cuantas risas, pero ahí están completando el top ten pelis como “Atrapado en el tiempo”, “El jovencito Frankestein” o “Los caballeros de la mesa cuadrada”. Lubitsch o Preston Sturges aparecen demasiado tarde en la lista según mi modesta opinión.

 De hecho, cuando Woody se ha propuesto regalarnos una comedia hilarante lo ha bordado y cito el caso de la Dexternillante “Misterioso asesinato en Manhattan”- con guión a cuatro manos de Woody y Marshall Brickman al igual que “Annie Hall”. Y qué decir de la época pre – Annie Hall como “Toma el dinero y corre”- que no está en la lista- o para mí la mejor de todas aquellas, “Love and death”, conocida aquí como “La última noche de Boris Guschenko”.

“Annie Hall” es maravillosa, sí, pero recuerdo haberme dejado embargar por otras emociones antes que la del puro divertimento. Tiene hallazgos maravillosos como la presencia de Marsall McLuhan haciendo de sí mismo en un papel reservado a Don Luis Buñuel. O Truman Capote haciendo de un señor que está en el parque y que en opinión de Annie y Alvy “se parece mucho a Truman Capote”. Diane Keaton está increíble, por muchas comedietas tontas que hagas ahora para mí siempre serás Annie y Kay Corleone, y eso merece respeto eterno.  Es la primera vez que vimos en la pantalla grande a Jeff Golblum y también a la futura teniente Ripley. En cualquier caso, gracias Woody, gracias Diane, gracias por hacernos reír en unos tiempos tan difíciles como los que nos toca vivir.

En “Annie Hall” aparece también Paul Simon mofándose de la figura de los directivos discográficos y culturales. Hoy nos quedamos con él, porque a pesar de todo, siguen siendo días en el que los sonidos que se imponen a todos son los del silencio.

THE SOUNDS OF SILENCE

Simon and Gardfunkel

Hello darkness, my old friend
I've come to talk with you again
Because a vision softly creeping
Left its seeds while I was sleeping
And the vision that was planted in my brain 
Still remains

Within the sound of silence 
In restless dreams I walked alone 
Narrow streets of cobblestone 
Neath the halo of a street lamp 
I turned my collar to the cold and damp 
When my eyes were stabbed
By the flash of a neon light 
That split the night 
And touched the sound of silence.

And in the naked light I saw 
Ten thousand people, maybe more. 
People talking without speaking 
People hearing without listening 
People writing songs
That voices never share 
And no one dare 
Disturb the sound of silence

"Fools" said I 
You do not know silence like a cancer grows
Hear my words that I might teach you 
Take my arms that I might reach you 
But my words like silent raindrops fell 
And echoed in the wells of silence

And the people bowed and prayed 
To the neon god they made 
And the sign flashed out its warning 
In the words that it was forming 
And the sign said 
"The words of the prophets
Are written on the subway walls 
And tenement halls
And whispered in the sounds of silence"

LOS SONIDOS DEL SILENCIO

Simon y Gardfunkel

Hola oscuridad, vieja amiga,
he venido de nuevo a hablar contigo,
porque una visión, arrastrándose suavemente,
dejó sus semillas mientras estaba durmiendo,
y la visión que fue plantada en mi cerebro,
todavía permanece.

Dentro del sonido del silencio,
en agitados sueños, yo caminaba solo
por calles estrechas adoquinadas
bajo el halo de una farola,
giré el cuello hacia el frío y la humedad,
cuando mis ojos fueron apuñalados 
por el fogonazo de una luz de neón,
que abrió la noche,
y tocó el sonido del silencio.

Y a la luz desnuda vi
a diez mil personas, quizás más,
gente conversando sin hablar,
gente oyendo sin escuchar,
gente escribiendo canciones 
que las voces nunca comparten.
Y ninguno se atreve
a perturbar el sonido del silencio.

"Tontos" les dije yo, 
no sabéis que el silencio crece como un cáncer,
escuchad mis palabras, que podría enseñaros,
coged mis brazos que podrían alcanzaros,
pero mis palabras cayeron como silenciosas gotas de lluvia,
e hicieron eco en los huecos del silencio.

Y la gente se inclinó y rezó,
al Dios de neón que habían construido,
y el letrero emitió su aviso,
con las palabras que estaba formando,
y el letrero decía: 
"Las palabras de los profetas 
están escritas en las paredes del metro,
y en los vestíbulos de las casas
y susurradas en los sonidos del silencio".

EL MOSAICO DE HOY