Gud mornins, 14/04/14
Guuud mornins, cinéfilos
Lunes 14 de abril. Tenemos
tres días de gus por delante en esta semanita tan espacial. Y luego ya se nos
abre cual las aguas del Mar Rojo un minipuente que esperamos gozar como manda
la ley. Que la semana santa ya no es lo que era ciertamente, si el otro día os
recordaba la época en que se cerraban los cines en esos días de recogimiento,
hoy me viene a la cabeza cuando las radios solo emitían durante estas fechas
saetas y música clásica. Ah, y hablando de clásicos no olvidéis que esta semana
tenemos también el Madrid-Barsa que no sé ya si puede considerarse un clásico. Ya
sabéis que muchos más que la de San Juan Bautista la cabeza que quisieran ver
en una bandeja es la del Tata Martino. Bueno, pero si sois fieles seguidores
del gus ya sabéis que estas semanas de clásico son especialmente clásicas en
nuestro gus. Así que aprovechando que
estamos en semana santa, estos tres días sí que vamos a tener clásicos. Pero
clásicos, clásicos.
LA PASIÓN SEGÚN SAN MATEO
J. S. Bach
EL MOSAICO DE HOY
Tampoco podían faltar en esta semana santa de clásicos
imágenes como ésta. Seguramente la veremos alguno de estos días. En este caso
la tradición no se ha roto y las teles siguen programando año tras otro los
mismos títulos
.
Comentarios
En fin, y en la radio yo escuchando que habrá en poco tiempo 4 eclipses totales de luna, que la luna se vuelve roja por eecto de las reverberaciones de la luz solar y la tierra en medio cual jueves. Alguna secta dice por ahí que esto es muy malo y que las 4 "lunas de sangre" (como se denomina al fenómeno) son un mal presagio del mal infinito y que si apocalipsis, que si juicio final, que si Montoro...Sin embargo, los científicos dicen que eso son chorradas y que este tipo de acontecimiento natural es batante frecuente, no más de 30 años en el peor de los casos.
Y es que esto de las coincidencias es según como lo mires, de hecho había un tipo que había nacido el 7 del 7 del 77, vivía en el séptimo piso del portal 7 y un día se le ocurrió jugar a la loteria a un número acabado en 7 y le tocaron 7 millones de euros, alucinado cogió todo su dinero y se fue al hipódromo y lo apostó todo al caballo número 7 que, como no podía ser de otro modo, acabó el séptimo.
Coincidencias.