GOOD MORNING 5-7-2019


Vive como si fueras a morir mañana, trabaja como si no necesitaras el dinero, baila como si nadie estuviera mirando. (Bob Fosse)

Gus morninssss cinéfilossss nos dé God

Pues aquí estamos un viernes más y también uno menos de esta temporada, que ya se avistan las ansiadas, imprescindibles y absolutamente merecidas vacaciones en lontananza. Salvo líos de última hora la semana que viene haré el gus del viernes y retiraré a los cuarteles de verano, durante un par de semanitas, como poco (creo que volveré allá por el 30 de Julio). No digo esto para que Dex no pueda excusarse diciendo que le han tomado al asalto y que no puede hacer la sustitución de prisa y corriendo. No es necesario, maño amigo, la cartelera no merece el esfuerzo sinceramente.

Pero yo no tengo excusa, así que voy a la cosa de las películas y dado que la semana empezó con ritmo africano y el gran director de “Danzad, danzad malditos”, que prosiguió con el ritmo caribeño y Don Hemingway tomando mojitos, que el miércoles llegó la alegría y el desmadre que se deprenden con los bailes del orgullo y ayer aunque triste nos pusimos a ritmo de revista con Lina y Arturo, creo que el viernes también merece la pena que lo hagamos con ritmo bailongo.

La pelí de dibus de la semana es española y se titula ELCANO Y MAGALLANES, LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO. Película inspirada en una de las aventuras más emocionantes de la historia, un viaje a lo desconocido que comenzó en 1519 en Sevilla y concluyó tres años después en el mismo sitio, completando así una aventura alrededor de un planeta cuya redondez quedó demostrada por primera vez. En 1519 cinco naves partieron desde Sevilla con 240 hombres a bordo. Solo una consiguió volver con 18 marineros al borde de la muerte. Los protagonistas de aquella expedición financiada por el Reino de Castilla fueron el portugués Fernando de Magallanes, comandante de la expedición, y el vasco Juan Sebastián Elcano, el hombre que consiguió concluir la misión.

Pues si hay que poner ritmo a esta aventura, este no puede ser otro que el de la CONGA. No sólo es uno de los más universales bailes del mundo (comenzó en África y a través de ritmos cubanos se ha extendido a todo el planeta) sino que su propia naturaleza puede hacer que todos los habitantes del planeta se junten hasta formar una gigantesca Conga que dé la vuelta al globo.

Este baile es de una coreografía muy complicada, se trata de agarrar la cintura del bailarín que tienes delante y seguir el ritmo sincopado: tres pasos, levantar una pierna y marcar un brusco golpe de cadera. Es tan difícil que lo habitual es que a la mayoría de los conguitos les cueste seguir los pasos. En muchos casos corren para alcanzar al de delante y se empotran contra su espalda cuando los precedentes reducen el ritmo.

Lo divertido es ser el guía de la conga. Normalmente es el más payaso del circo. Tiene el poder y por eso, imagina circuitos imposibles, levanta algún brazo aleatoriamente sin que tenga que ver con la música que suena para conseguir que los de detrás le imiten y suele engancharse detrás de alguien que no tiene ninguna gana de colaborar al ridículo general, los guardias del palacio de Buckingham por ejemplo.

La siguiente es un documental francés VARDA POR AGNÉS. Una película única e impredecible de una narradora fascinante. El nuevo y último largometraje de Agnès Varda arroja luz sobre su experiencia como directora, aportando una visión personal de lo que ella llamaba "escritura de cine". Pasión y sabiduría en toda una lección de cine.

Recientemente fallecida, Agnés siempre fue una directora dueña de un estilo propio francamente inconfundible. Aquí quizá sea una de sus obras más introspectivas porque analiza su propia forma de contar.

Y si nos miramos a nosotros mismos se dice que nos miramos el ombligo, así que en este caso hay que hablar de la DANZA DEL VIENTRE. La danza del vientre ahora también está surgiendo como una nueva forma de mantenerse en forma. Los pasos básicos incluyen el uso de movimientos circulares por las caderas, requiere que uno sea muy flexible. Los trajes son bastante audaces y a veces se combina con velos faciales y cinturones de cadera con adornos. Aunque es un baile generalmente practicado por las mujeres no es exclusivamente femenino. Eso sí, la estética impone y los movimientos son básicos pero específicos. Por tanto, cuando el amigo cachondo se pone contentillo con una (o varias) copas y le ves con bermudas, sandalias y calcetines subiéndose la camiseta y comenzando a realizar movimientos espasmódicos con su panza cervecera no debes considerarlo danza del vientre. Tampoco debe ser considerada como tal el baile de San vito que realizas cuando necesitas desalojar con urgencia y te encuentras con el WC ocupado. Eso tampoco es danza del vientre aunque la necesidad de movimiento tenga su origen en esa parte del cuerpo.

Y si antes nos poníamos serios con Agnés, ahora lo hacemos con una práctica que algunos se empeñan en considerar positiva. LA (DES)EDUCACION DE CAMERON POST.  Tras la muerte de sus padres, una chica de Montana de doce años tiene que irse a vivir con su tía, una mujer muy conservadora. Cameron Post (Chloë Grace Moretz) es una chica perfecta de secundaria que, después de ser pillada con una compañera en el asiento trasero de un coche la noche del baile, es enviada rápidamente a un centro de terapia en el que se trata con adolescentes "luchando con la atracción hacia el mismo sexo". En las instalaciones, Cameron está sujeta a una disciplina descabellada que incluye métodos dudosos y canciones de rock cristiano. Sin embargo, este entorno también proporciona a la joven una comunidad en la que sentirse identificada. Por primera vez, la protagonista conecta con sus compañeros y es capaz de encontrar su lugar entre los marginados.

Y es que  lo mejor es dejar que cada uno crezca como persona, mucho más en el tema de la orientación sexual, tan íntima y personal que toda injerencia, enturbia, agrede y causa dolor por la incomprensión. Aquí no hay duda, un campamento con una ideología muy marcada que educa (o educaba) a los jóvenes siguiendo unos valores muy definidos llegó a ser el protagonista de una canción que tiene su propio baile y que representaba todo lo contrario a lo que significaba dicho campamento.

Está claro que hablamos de Y.M.C.A. de los Village People. En español la canción  se tituló “Guayan Siei” que significa…, que hay que ir todos a la pista a pasárnoslo en grande. La coreografía en este caso es bastante sencilla, se trata de que cada uno hace el bobo por su cuenta intentando seguir medianamente el ritmo, al llegar al estribillo hemos de realizar unos movimientos que deben acompasarse con la canción. Los movimientos consisten en representar las letras con nuestros cuerpos. Que cosa tan simple.

 Para la “Y” levantamos los brazos abiertos (hemos conseguido una y griega perfecta,, vamos), para la “M” flexionamos los brazos hacia dentro manteniéndolos levantados con las manos apuntando a nuestras cabezas, es como hacer …. Pues eso, una M (a estas alturas, aunque parezca mentira, la M es de mierda de cómo está quedando). Llega ahora una letra muy complicada, la “C”, volvemos a abrir los brazos aunque un poco en curva y flexionamos un poco el cuerpo hacía la izquierda (los hay que lo inclinan hacia la derecha que no sé yo como escribe la “c” esa gente). Efectivamente ya tenemos la C de caca. Y finalmente terminamos con la más fácil, la “A”, volvemos a ponernos rectos y ahora juntamos nuestras manos con los brazos estirados de forma que parecemos un triángulo cuya base con nuestro cuello y hombros (¿En que se parece eso a una A?, ni idea).

Lo importante en todo caso es la coordinación de los movimientos y que todos los danzantes hagan el movimiento a la vez. Eso ya es tarea imposible, lo más habitual es que la gente comience por la Y griega tumbada, que formen la M cuando es la A y que la C parezca un croissant relleno y además cada uno a su ritmo. Se han grabado concursos de este baile en el que haciendo una captura de pantalla se podía ver como los concursantes habían formado con sus brazos la primera frase de El Quijote sin darse cuenta.

También hay una peli española que se titula: 522. UN GATO, UN CHINO Y MI PADRE. George convive con una peculiar versión de agorafobia que limita su universo a un perímetro de 522 pasos con respecto a su casa... pero un día su gato, su único compañero, muere y se ve obligada a emprender un viaje singular. Decidida a darle un lugar de sepultura adecuado, instala su ‘hogar’ en una camioneta y emprende un viaje por carretera de regreso a su patria natal, Portugal. Esta aventura revelará que, entre saudade y fados, quizá halle un modo particular de hacer frente a su pasado.

Ea, pues eso, un título sencillo y muy clarificador, los españoles “semos asín”. Ponle música a esto. El vals tiene un ritmo 123-123, pero ¿522?, ¿Existe el baile del gato?, ¿Existe el baile del chino?, ¿Existe el baile del padre?... ¿Existe el baile del padre chino del gato? ¿Se puede bailar la canción del 522, la galleta que se pide por su número? ¿Hay bailes para agorafóbicas? ¿Se puede bailar un fado? ¿Qué se baila en una camioneta?

Pues a falta de una danza en concreto, podemos hacer dos cosas: Irnos a ponernos un cubata que ya estamos muy sudados y hay que reponer líquidos o seguir bailando en la pista haciendo tiempo hasta que suene otra música que conozcamos. Este último caso, tiene dos peculiaridades:

1/ Con copa en mano. Lo realizan generalmente los varones a la caza de algún amor fugaz. Consiste en mover ligeramente el cuerpo en un pequeño vaivén, mientras los ojos vuelan por la pista con una ligereza increíble hasta que se detienen en el objeto de la codicia. Llegado a este punto hay que intentar sujetar las babas mientras se ensaya una sonrisa de medio lado pretendidamente arrebatadora.

2/ El momento dejarse llevar. Hay mucha gente que abarrotaba la pista y ha aprovechado para irse a por el cubata. De pronto, el espacio libre es nuestro mayor enemigo. Arropado por el tumulto no podíamos hacer gala de toda nuestra capacidad de expresión corporal, pero ahora notamos que podemos estirar los brazos sin meter un dedo en el ojo de alguno, ni tocar una teta distinta a la nuestra. El ritmo fluye, sentimos la música, no podemos dejar de mover caderas, brazos y piernas. Iniciamos un artístico solo en el que incluimos desde el zapateado a la bachata aunque suene Celtas Cortos. Desde dentro somos Tony Manero, desde fuera nos observan aterrados esperando el momento en que estampemos nuestras narices contra el suelo mareados por tanto movimiento sin sentido.

Y llegamos al blockbuster de la semana. SPIDERMAN, LEJOS DE CASA. Nuestro Superhéroe amigo y vecino decide unirse a sus mejores amigos Ned, MJ y al resto de la pandilla en unas vacaciones por Europa. Sin embargo, los planes de Peter de dejar sus heroicidades atrás, durante unas semanas, acaban arruinados rápidamente cuando a regañadientes acepta ayudar a Nick Furia a resolver los misteriosos ataques de criaturas elementales, ¡que están creando el caos por todo el continente!

Pues eso la séptima vez que el superhéroe arácnido llega a la gran pantallas tras las tres protagonizadas por Tobey McGuire, las dos por Andrew Gardfield y la anterior a esta ya protagonizada por Tom Holland y que situaba a Sipderman como un jovenzuelo casi niño actuando bajo la tutela de iron Man y convertido casi en un nuevo Vengador. Veremos que pasa con esta, porque la anterior me pareció que tomaba un rumbo demasiado infantil para mi gusto.

Y si hablamos de un superhéroe tan urbanos que pega brincos de un lado a otro y con la agilidad como mayor arma creo que el baile que se corresponde no puede ser otro que el HIP HOP. Se considera oficialmente que este estilo se originó en la ciudad de Nueva York a fines de los años sesenta, utiliza el instinto natural para el movimiento. Es una forma popular de baile callejero y conocida por su originalidad, parece estar inspirado en el estilo de movimiento realista de la danza africana. Es vanguardista, crudo e intenso, lo que diferencia al Hip Hop de la mayoría de los géneros es que es de estilo libre y no sigue un vocabulario, es un estilo de baile abierto a la expresión personal.

 A mí me parece un estilo de baile dificilísimo, parece que el bailarín no está haciendo nada del otro jueves pero su ritmo es bastante frenético y de pronto se lanza a hacer unas piruetas al alcance de muy pocos. Hay algunas de esas piruetas que tienen nombre específico: “La araña” (muy indicado en este caso) que es la forma que tiene la niña del exorcista bajando las escaleras, es decir un pino puente de los de toda la vida pero andando cual insecto arácnido. “El gusano” se trata de lanzarse al suelo e impulsar el cuerpo con movimientos ungulados que comienzan en la cabeza y terminan en los pies, de esta forma se avanza sobre el suelo quedando muy vistoso, es como el estilo mariposa de natación pero sin agua y barriendo el suelo con la camiseta. Yo intento este complicado movimiento todas las fiestas de Nochevieja (es un viejo reto que tenemos entre unos cuantos en la familia) pero he de reconocer que por ahora sólo me queda bien el movimiento “lombriz”.


 Y finalmente tenemos la nueva película de Danny Boyle, oscarizado por “Slumdog Millonaire”. YESTERDAY. Jack Malik  es un resignado compositor de canciones que malvive en una pequeña localidad inglesa y que se encuentra al borde de renunciar a su sueño de vivir de la música, pese al absoluto apoyo de su mejor amiga, Ellie. Pero, tras un accidente en bici producido durante un misterioso apagón global, Jack descubre al despertar que para el resto del mundo Los Beatles nunca han existido... y se ve inmerso en una complicada situación. Tocando las míticas canciones del grupo más importante de la historia a un público que nunca las ha escuchado, y con ayuda de su despiadada representante americana, Debra, Jack se convierte en una superestrella de la noche a la mañana. Pero, cuanto más aumenta su fama, más se arriesga a perder a Ellie, la única persona que siempre ha creído en él. Con la puerta entre su antigua y su nueva vida a punto de cerrarse, Jack deberá decidir si volver o no a la realidad a la que pertenece, y demostrar que el amor es su auténtica musa...  

Pues ahí estamos con los Beatles recuperados, esperemos que Boyle no meta algún numerito de Bollywood, pero aun así y en vista de lo visto creo que esta debe ser la APUESTA DE LA SEMANA. Total tampoco pasa nada si no acierto.

Y para esta película basada en los músicos más populares del mundo solo hay un tipo de baile que concuerde perfectamente…los bailes populares, también llamados FOLK DANCE. Los bailes populares son los bailes típicos. Típicos de cada sitio y lugar. Los hay muy variados y diferentes. En algunos la coreografía es muy rebuscada y con grandes alardes de movimiento, por ejemplo el chotis. En otros hay economía de pasos, porque lo de economizar es propio de la zona, por ejemplo la sardana. Los hay reconocidos en el mundo entero como el baile de los cosacos que consiste en hacer sentadillas y a la vez alzar una y otra pierna de manera alternativa, si lo hiciésemos a la vez, la sentadilla sería literal. Otro baile popular muy reconocido es el country americano, se acompaña de gritos de “yiiiiihaaaa” y palmas al unísono, el más popular de los bailarines de esta danza es Coyote Dax y todos imitamos sus movimientos cuando suena este tipo de música, hay que decir que el nivel de imitadores de Coyote es (al menos en mi circulo) muy bajo.

En fin, todo esto viene de que hoy hace 501 años que en Estrasburgo (aun sin eurodiputados) una señora se puso a bailar en la calle frenéticamente sin parar, en las horas y días siguientes surgieron por doquier multitud de danzantes en lo que se ha llamado “la epidemia del baile”. Los bailarines no podían parar y algunos murieron de ataques al corazón o del propio agotamiento. Lejos de intentar curarles les juntaron en una plaza para que la gente observara el espectáculo. Estuvieron así durante varios días. Se supone que la epidemia tuvo su origen en la alimentación, probablemente algún hongo alucinógeno, con efectos similares al LSD, que había contaminado algún tipo de alimento.

Pero una cosa es danzar sin ton ni son y otra que los movimientos sean acompasados, perfectamente medidos, coordinados entre los bailarines y estéticamente perfectos. No se trata de que el ritmo sea rápido o con piruetas gimnásticas, hasta lo más suave puede ser una danza perfecta. Para muestra un botón. Nada tan bello con tan poco.

LONESOME PODECAT (BSO “Siete novias para siete hermanos”)




Tras esta maravilla estaba Stanley Donen, un director mítico para el musical y el baile. Y si lo juntamos con el más gran de bailarín en pantalla (o uno de los más grandes, al menos). Y si añadimos París…y si por ahí dejamos caer a Audrey…En fin, tendríamos la cara de un ángel, pero  para el MOSAICO DE HOY mejor nos quedamos con la cara de estos dos monstruos, en el mejor sentido de la palabra.








Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hay que reconocer que bailogo por lo menos es el Gus de hoy, a la par que deternillante.

A mi me gusta bailar, mucho, así que pienso que puede ser una alternativa ideal al cine porque...en fin.

Pues se acercan las merecidas vacaciones, si señor, vamos calentando motores.

Besos danzarines.

Albanta

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