GUS MORNINS, 2-7-19
Se precisan dos años para
aprender a hablar y sesenta para aprender
a callar
(Ernest Hemingway)
Guuuud mornins, cinéfilos
Pues se habrá acabado la ola de calor y todo lo que queráis,
pero yo no me termino de acostumbrar a estos sofocos y esta sensación de agobio
no hay quien me la quite. Como decían Rock y Gina en aquella simpática comedia
de Robert Mulligan, cuándo llegará septiembre, por dior. De momento, yo ya
tengo ganas de que llegue el martes próximo en el que parece ser que tendremos
de nuevo al maestro Bardés por aquí. Y seguramente vosotros también. Muchas
gracias por aguantarme este último mes y pico de martes, y al maestro, pues con
haber estado a una millonésima parte de su altura me conformo.
En fin, vamos a repasar lo que ocurrió en doses de julios
pasados que es lo que toca. Cabe recordar que tal día como hoy hace veintidós
años nos quedamos sin el larguirucho James Stewart y el mundo se volvió algo
más triste y menos bueno sin George Bailey. También lamentamos la desaparición
de dos grandes de la literatura del siglo XX que tuvieron también una enorme
trascendencia en el mundo del cine. Uno era ruso, tremendamente disciplinado,
se llamaba Vladimir Nabokov y su obra dio pie a una obra maestra absoluta
dirigida por Stanley Kubrick llamada Lolita, así como a una mierda también
absoluta que curiosamente se llamaba igual pero estaba dirigida por Adriann
Lynne, y claro no era lo mismo (por mucho Jeremy Irons que estuviese ahí
aquello era intragable).
El otro era americano y le gustaba vivir intensamente,
aunque un día, justo hoy hace cincuenta y ocho años, decidió decir adiós mundo
cruel y se pegó un tiro con su escopeta favorita en su casa de Idaho. Se
llamaba Ernest Hemigway y su legado en la cultura popular del siglo pasado es
incuestionable. También en el cine. Existe toda una mitología en torno al
personaje, ya sabéis, Pamplona y los Sanfermines, Cuba y La Bodeguita de En
medio, Ava Gardner,… en fin, ya sabéis.
Hoy vamos a recordar a vuela pluma alguna de las grandes
películas basadas en novelas del escritor.
Forajidos (Robert Sidomak, 1946). Realmente no es una
película, es un manual sobre cómo se deberían ser las películas, en especial
las de cine negro, claro. The killers es también la base de otro peliculón como
una casa, Código del hampa (Don Siegel, 1964) y de la opera prima de
Andrei Tarkovski, un mediometraje que tenía el mismo título del original
literario.
El viejo y el mar (John Sturges, 1958). El
especialista en cine de acción Sturges nos daba un respiro y se iba en una barca
en compañía de un niño y de Spencer Tracy en esta adaptación de uno de los
textos más famosos del escritor. Hay otro remake para la televisión que
protagonizó años más tarde Anthony Quinn.
¿Por quién doblan las campanas? (Sam Wood, 1943). La Paramount pagó 150
dólares de la época para adquirir los derechos y rodar en Nevada una historia
ambientada en la Guerra Civil Española con Gary Cooper e Ingrid Bergman
haciendo de republicanos (Gary lo era, pero allá me parece que ser republicano
es otra cosa). Por supuesto, el aparato franquista manejó hilos para cambiar el
guión, pero no pudo impedir que la película fuese un éxito en todo el mundo.
Adiós a las armas (Frank Borgaze 1923). Otro
melodrama ambientado en la guerra, en este caso la primera guerra mundial, y
otra con Gary Cooper como un soldado americano enamorado de una enfermera
inglesa. La obra conoció otra versión posterior a cargo de Charles Vidor con
Rock Hudson y Jennifer Jones.
Las nieves del Kilimanjaro (Henry King, 1952). Con
Gregory Peck haciendo del propio Ernest en una película de claro corte
autobiográfico en el África más salvaje. Aunque para salvaje la belleza de Ava
en la película.
Tener y no tener (Howard Hawks,1944). Quizá la mejor
adaptación que se haya rodado de una novela de Mr Ernest la hizo el maestro
Hawks. Bogart y Bacall se enamoraron durante la filmación y eso se traslada a
la pantalla.
Hemingway, un tipo que vivió como escribió, que escibrió
como vivió… y bebió. Hay quien no le soporta, otros dicen que en realidad
Ernesto murió cuando salió de Cuba, que allí dejó enterrado su corazón.
EL MOSAICO DE HOY
Aquí lo tenéis con otro maestro, en este caso del toreo,
Antonio Ordóñez
Comentarios
Y sobre Hemingway, además de ser parte importante de la historia de la literatura, el cine como bien has señalado también le debe mucho, no en vano formaba parte de esa maravilla que sigue siendo "Medianoche en París".
La relación de pelis que has incluido tiene un gazapo, en "El viejo y el mar" el amigo Spencer Tracy no se embarca con ningún niño (tal vez un recuerdo fugaz de "Capitanes intrépidos" se te ha cruzado). Es precisamente la soledad y la lucha individual del viejo la base dela novela y por supuesto de la película. El niño, el único que es leal al abuelo se queda en tierra porque sus padres no le dejan embarcarse con el viejo porque está gafado.
Y hay alguna más que no has incluído aunque sean obras menores. Una de ellas muy popular, sobre todo en España fue "Fiesta" protagonizada por Tyrone Power (Tirone Pover para mi madre), Ava Gardner, Error Flynn y Mel Ferrer, dirigía Henry King.
Y para más señas el escritor nos dejó a su nieta mariel para dar vida a Tracy, una de las cosas que hacen que la vida merezca la pena para Woody Allen en "Manhattan"
A toda prisa sigo.
Abrazos literarios