Gus mornins, 21/12/15

Guuuud mornins, cinéfilos:

Lunes 21 de diciembre. Sí, ya llegó el 21 D por fin ¡¡ Sí, ya sé que estáis todos expectantes a mi editorial sobre el tema del fin de semana… el estreno de Star Wars por supuesto. Ayer cumplí debidamente con mis deberes de ciudadano jedi y me acerqué al cine para ver esta nueva tanda galáctica del amigo J.J. A fin de cuentas, era una jornada que te retrotraía a la infancia. Antes de ir al cine me pasé por el colegio y evoqué las dos ocasiones en las que fui mesa electoral y me salieron cuatro patas y todo. Algunos me llamaron alcornoque, sí, claro, porque yo me pedí ser de roble, pero es que en esta vida no se puede tener todo.

Bien, pero voy con el renacer de la fuerza. Pues eso, que empieza la película con las letras amarillas saliendo en oblicuo y comienza a sonar la musiquilla y sientes como un cosquilleo y tal. Luego el hormigueo lo sientes cada vez que ves que en la sala se ilumina una pantalla laser de móvil. No sé por qué estaría tan nerviosa la gente, qué pasaría ahí fuera para que estuviesen más atentos a lo que se decía en la peli. ¿Sería por qué lo que se decía no era interesante y la peli era un mojón? Bueno, me reservo la opinión para los ojos del lobo, solo para sus ojos.

El caso es que vuelvo a casa, enciendo la tele, y empieza otro episodio galáctico, no se si va ya el octavo, el noveno o el menos uno. Y veo que sigue la historia que acabo de ver, las tropas rebeldes de Obi Uan Coletas y Anakin Rivera intentaban noquear al Imperio de Darth Mariano y el Sith Sánchez. A los diez minutos la apagué. Yo creo que era más aburrida incluso que la que acababa de ver en el cine unas horas antes.

Y así pasé el fin de semana. En fin, espero que mañana me toque la lotería y se ponga fin a mi zozobra. Hoy vais a oír hablar mucho de las elecciones de ayer así que no os voy a dar mucho la chapa con ello. Pero como en todas las jornadas de votaciones, los medios de comunicación siempre suelen sacar monjitas ejerciendo su derecho al voto, nosotros no íbamos a ser menos y aquí en el mosaico os dejo a las nuestras. Que no se si votaría yo desde el Congo, con la de trabas que les han puesto a los residentes en el extranjero para votar esta vez.  Eso sí, el análisis lo dejo para los tertulianos que esos saben la tira. Yo ya me veo volviendo al colegio en unos meses otra vez a evocar mis tiempos de mesa. Qué lata. Lo suyo sería ver algún pacto, pero eso, ya se sabe, que es cosa de caballeros, y estos tipos….

PACTO ENTRE CABALLEROS

Joaquín Sabina

No pasaba de los veinte 

el mayor de los tres chicos
que vinieron a atracarme el mes pasado.

"Subvenciónanos un pico
y no te hagas el valiente
que me pongo muy nervioso si me enfado."

Me pillaron diez quinientas
y un peluco marca Omega
con un pincho de cocina en la garganta,
pero el bizco se dio cuenta
y me dijo -"oye, colega,
te pareces al Sabina ese que canta."

Era un noche cualquiera,
puede ser que fuera trece,
¿qué más da? pudiera ser que fuera martes.
Sólo se que algunas veces
cuando menos te lo esperas
el diablo va y se pone de tu parte.

-"Este encuentro hay que mojarlo
con jarabe de litrona,
compañeros antes de que cante el gallo"-
-"tranquilo, tronco, perdona,
y un trago pa celebrarlo"-
los tres iban hasta el culo de caballo.

A una barra americana
me llevaron por la cara,
no dejaron que pagara ni una ronda,
controlaban tres fulanas
pero a mi me reservaban
los encantos de "Maruja la cachonda".

Nos pusimos como motos,
con la birra y los canutos
se cortaron de meterse algo más fuerte;
nos hicimos unas fotos
de cabina en tres minutos...,
parecemos la cuadrilla de la muerte.

Protegidos por la luna
cogieron prestado un coche,
me dejaron en mi queli y se borraron
por las venas de la noche
-"enróllate y haznos una
copla guapa de la tuyas"- me gritaron.

Me devolvieron intacto,
con un guiño mi dinero,
la cadena, la cartera y el reloj;
yo, que siempre cumplo un pacto
cuando es entre caballeros,
les tenía que escribir esta canción.

Hoy venía en el diario
el careto del más alto,
no lo había vuelto a ver desde aquel día;
escapaba del asalto
al chalé de un millonario
y en la puerta le esperó la policía.
Mucha, mucha policía...

EL MOSAICO DE HOY