Gus mornins 16/11/2015

Aprovecho la ausencia del titular y del suplente solamente para desearon un buen día hoy. Un día en el que no haya que lamentar ninguna muerte ni en Siria, ni en Irak, ni en París, ni en Londres, ni en ningún lugar del mundo. Un día en el que podamos ser, por una vez, seres humanos y no intentar sacar provecho de las desgracias ajenas. Un día en el que escuchar un himno de una nación en luto no sea más que un signo de respeto y no una manifestación política. Un día en el que podamos coger la raíz de todos los problemas que generan el terrorismo y enterrarlas definitivamente con la cooperación de todos. Un día en el que podamos convencer a cualquier que empuña un arma que la deje en el suelo y coja un libro o una flor o un poema o una mano. Un día en el que podamos, de verdad, sentirnos hermanos con todos aquellos que lo están pasando mal o que sufren sin que ello suponga que te inclinas por una opción política o por otra. Un día en el que estemos exentos de tener la sensación de ir por la calle y que una bomba te pueda desmembrar los brazos y las piernas y sacar los ojos y las entrañas y, sobre todo, te saque el corazón como a tantos se nos ha sacado. O un día en el que la gente sea libre para decir lo que piensa sin necesidad de apoyarse en una bala que solo generará silencio. Un día en el que uno pueda venir a sitios como éste y decir que está lleno de rabia y de cansancio por el género humano porque no es posible que nadie que se autodenomine como persona esté dispuesto a justificar, por la razón que sea, cualquier asesinato. El asesino siempre es un asesino y no hay más. Porque si no, tal vez, tendríamos que echar la culpa a nuestras madres que nos parieron, o a nuestras abuelas porque parieron nuestras madres. O a nuestras pasiones que se han desbocado. O a nuestras debilidades que se han agudizado. Así nunca seremos los culpables. Un asesinato es un asesinato. Aquí y en Siria. Y antes de hablar hay que informarse. Porque todos opinan pero muy pocos tienen criterio. Los salvajes controlan casi dos tercios de Siria...por eso vienen los refugiados, porque lo que hemos vivido en París, lo viven ellos todos los días. Y aún así hay gente que sigue justificando a los salvajes. Y eso no solo me llena de rabia. También me llena de dolor, de desesperanza, de desprecio...La ideología convierte a muchos en animales y a muy pocos en idealistas. Y tenemos tan perdido el norte que, al final, el sur acabará venciendo. Y mientras no seamos capaces de ver lo que tenemos, lo que podemos perder y lo que algunos quieren hacer no podremos tener el pensamiento libre y el alma dispuesta.
Por los ciento treinta y dos. Sean de donde sean. Provengan de donde provengan.
No lo conseguirán.
Mirando al cielo.
Llorando en la Tierra.

¿Alguien se acuerda de esto? Yo sí. Hubo una misa en el colegio en cierta ocasión. Los curas del colegio dijeron que la cantásemos todos los alumnos a coro. Fue una de las cosas más emocionantes de mi vida y apenas tenía 9 añitos. Se presentó la Guardia Civil. ¿Hablamos de libertades?



MOSAICO: Me permito añadir al fantástico Gus de hoy, el mosaico que faltaba. Creo que hay mucho dolor en el mundo y que a muchos, a casi todos nos duelen tanto estás inutiles muertes como otras que se producen en otros lares. Si hay una imagen de cine que resuma mejor que ninguna el dolor que la mayoria del mundo suiente, podría ser esta,


Comentarios

CARPET_WALLY ha dicho que…
Pues si, ambos ausentes, titular y suplente primero, lo de primero solo en orden de aparición habitual, que como se ve en este caso la primacia la tiene el que ha recogido el testigo con presteza y con acierto sin par.

Yo andaba reunido en la cosa labiral, del maño que creo que nos da estas sorpresas semanales como para sacarnos de la somnolencia matutina y obligarnos a comprometernos más aun con este Gus que es de todos gracias a él.

Y sobre lo contado poco que decir salvo que no puedo estar más dea cuerdo9 con todo lo dicho. Con aquella frase de: "Matar un hombre por defender una idea no es defender a una idea, es matar a un hombre". dicha por Sebastian Castellión un humanista francés de siglo XVI, oponiendose a Calvino al criticar el asesinato de Miguel Servet por hereje. Pues ahora sigue siendo una verdad de absoluta certeza y vigencia.

Es tan triste lo del sábado, como lo que ocurre a diario en tierras mucho más lejanas y que hemos dado en tomar como tan habituales que no parecen afectarnos. Y no deja de ser lógico, que tampoco se trata de un tema de racismo o indiferencia por los menos próximos, es un cosa que tiene más que ver con la naturaleza y la dimensión del horror. Cuando es cotidiano y continuo, cuando los muertos diarios son tan elevados que no somos capaces de sumarlos, la tragedia del individuo se diluye, cuando es novedosa y proporcionalmente más comprensible, cada uno es un mundo identificable. Obviamente si bombas y disparos acabaran con miles de vidas en París nadie reaccionaria de la misma forma que ahora, pero no es cuestión de racismo, ni nada parecido, es la sorpresa y el descubrir de repente que no estás tan libre de peligro como esperabas.

En cualquier caso, las victimas (unas y otras) nos deben importar tanto que necesitamso que se evite que haya nuevas victimas.

Ayer publicaba un articulista (John Carlin en las páginas deportivas de El Pais) que, ante cosas así, es incluso ridícula la pretensión de que nuestra privacidad es sagrada y que nadie debe enterarse de si vemos porno o engañamos a nuestro/a esposo/a o si odíamos a nuestro jefe...y un punto de razón no le falta, el miedo que se tiene es que ese acceso total no se utilice en evitar nuevas tragedias sino en convertirnos en juguetes manipulados por un ente con tane formidable acceso.

En cualquier caso, Gracias Lobo, por este Gus tan necesario y un abarzo a todos...nos seguimso teniendo.

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