GUS MORNINS 1/9/20
“Vincent Hannah: Mi vida es un completo desastre.
Tengo una hijastra bien jodida porque su padre es un gilipollas. Tengo una
esposa y mi matrimonio –el tercero- se
está yendo a la mierda porque me paso la vida cazando tipos como tú por toda la
ciudad. Ésa es mi vida.
Neil McCauley: Un tipo me dijo una vez “No tengas
nada en tu vida que no puedas abandonar en treinta segundos si las cosas se
ponen feas”. Ahora, tú me estás persiguiendo y te tienes que mover cuando yo me
mueva…¿cómo esperas mantener un…matrimonio?
Al Pacino y Robert de
Niro alrededor de una mesa de cafetería en “Heat”, de Michael Mann.
Bienvenidos todos de
vuelta. Espero que estéis todos bien y que vuestro entorno siga salvándose de
la peste. En mi caso, de momento, es así. He pasado tres días en el Parador de
Carmona y otros tres en el de Antequera (impresionantes las medidas de
desinfección y de precaución), más que nada porque la oferta era estupenda y
nos pillaba cerca del lugar donde habíamos depositado a nuestro retoño, que se
había agenciado unirse a otros siete congéneres para estar en un chalet con
piscina de uno de ellos. Además, he pasado ocho días más en el sempiterno
pueblo de mi señá. Y…¿qué queréis que os diga? Me falta descanso. El resto del
verano he estado soportando los calores madrileños. Desgraciadamente, mi
querido hijo aprobó la EVAU holgadamente pero no consiguió nota para la carrera
que quería hacer después de la subida general de un punto y medio para entrar
así que se va a apuntar a un Grado Superior de Técnico Superior de Enseñanza y
Animación Socio-Deportiva, paso previo para volver a intentar el asalto a la
carrera que, de verdad, quiere hacer que es Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte, antigua y universalmente conocida como INEF.
Mientras tanto,
seguiremos dando guerra por estos lares y como hoy no hay ninguna efeméride que
sea chupi lerele, pues vamos a celebrar los veinticinco años del estreno de Heat, de Michael Mann, que marcó el
encuentro en la misma escena de Robert de Niro y Al Pacino en el que era casi
el mejor momento de sus carreras, con esa escena en la cafetería que hicieron
ambos con grandes dosis de improvisación. Más allá de eso, la película era
excelente porque ponía en juego la clásica caza de ratón y gato pero con un
punto de originalidad y era el extraño hermanamiento de policía y ladrón que
llegaba a convencer de que, tal vez en otra vida, esos hombres hubieran sido
amigos del alma.
Vamos con las anécdotas
que sé que os gustan y explican en parte la génesis y desarrollo de la
película.
Es un título que
contiene una de las mejores escenas de acción de todos los tiempos, con ese
tiroteo en la calle, absolutamente salvaje y realista que, además, es clave
porque vemos la maestría del personaje de Al Pacino como francotirador. La
película no lo explica pero es que ése es un punto de contacto más entre ambos
personajes. Neil McCauley, interpretado por de Niro, lleva un tatuaje en el
hombro que delata que, en su juventud, estuvo en los Marines. La forma en la
que Pacino coge el arma como si fuera un francotirador está calcada del modo en
el que dispara un francotirador de los Marines. Es decir, ambos estuvieron en
el Cuerpo y ésa es la intención.
El caso es que en ese
tiroteo, el director Michael Mann dispuso toda una red de micrófonos escondidos
a lo largo de la calle para que el sonido de los fusiles al aire libre fuera lo
más realista posible. Doy fe de que así es. Los fusiles suenan así.
La escena en la que Al
Pacino espeta a Hank Azaría “porque tiene
un GRAN CULO” fue improvisada por el propio Al, según testimonio del propio
Azaría, cuya reacción es absolutamente verdadera porque no se esperaba esa
salida.
Kevin Gage, el actor
que interpreta al traidor Waingro, fue encarcelado en 2003. En prisión, todos
los compañeros le llamaban “Waingro”.
Efectivamente, el modo
en el que Al Pacino realiza su disparo de francotirador es tan absolutamente
perfecto que el propio cuerpo de Marines de los Estados Unidos lo proyecta en
sus clases para los que aspiran al puesto.
Al Pacino declaró que
la famosa escena de la cafetería se realizó sin ningún ensayo previo. El
promotor de la idea fue Robert de Niro porque así se hacía más evidente la
falta de familiaridad entre dos personajes que, en realidad, tenían mucho en
común, pero que no se habían visto nunca.
En una primera versión
del guión, el personaje de Al Pacino, era adicto a la cocaína. Se eliminaron
esas referencias porque, por sugerencia del propio Pacino, su carácter debía
ser amargamente alocado debido a la espantosa situación personal que sufre el
policía Vincent Hannah.
Danny Trejo, uno de los
miembros de la banda, de origen indio, fue encarcelado en su juventud en la
prisión de Folsom, la misma en la que se supone que estuvo el personaje de
Robert de Niro.
La idea de la escena de
la cafetería frente a Al Pacino es lo que convenció a Robert de Niro para hacer
la película.
El que no sabía ni por
dónde se andaba en la escena del tiroteo callejero era Val Kilmer. Hubo que llamar
a un asesor para que supiera cómo debían ser sus movimientos.
Michael Mann concedió
un buen margen a de Niro y a Pacino para improvisar en la escena de la
cafetería.
Amy Brenneman no quería
hacer la película porque encontraba que el guión no poseía ningún mensaje de
moralidad. Michael Mann la convenció diciendo que, precisamente porque creía
eso, era la ideal para hacer ese personaje.
La cafetería donde se
rodó la escena entre Pacino y de Niro fue muy famosa durante algunos años.
Exhibía un poster gigante con los dos actores realizando esa escena y la mesa
71, en donde se rodó, tenía meses de reservas. La cafetería cerró en 2014 por
jubilación de su dueño.
Jon Voight no quería
hacer el papel de Nate hasta que Michael Mann le dijo: “tú y yo sabemos que tienes un Oscar que, aunque merecido, no fue el
que debería haber sido. Se lo debes a Bob de Niro” Voight aceptó.
No quiero aturullaros
más. Lo bueno y breve dos veces bueno. Os dejo con la escena de la cafetería,
muestra de lo que pueden hacer dos grandísimos actores cuando están inspirados.
Y como mosaico, ahí os dejo a Michael Mann charlando con los dos monstruos.
Comentarios
Lástima lo de la nota de tu hijo, seguro que finalmente consigue entrar en la carrera que desea, toda la suerte y ánimos para él. Lo de la subida de notas del pasado curso ha sido escandaloso, ha habido barra libre, saliendo perjudicados los que verdaderamente sacaban las notas altas. Mi hija comienza este mes el bachillerato y la pobre ya se está agobiando por la nota que tiene que sacar para entrar en la carrera que le gustaría estudiar.
Por mi parte, el verano ha ido sin salidas. Pero tampoco se está mal en Donosti, carajo. Playa, paseos, deportes acuáticos y descanso. Con algún susto de salud inesperado en casa, pero nada que no se recupere con paciencia y cariño.
Heat: me encanta. Hace unos días la volví a ver, qué casualidad. De Niro y Pacino muestran un aplomo total. La escena de la cafetería es de la que te hacen recordar el porqué nos gusta tanto el buen cine. El momento cumbre, cuando se dicen uno a otro que hacen lo que hacen porque no saben hacer nada más. Y que si llegado el momento te tengo que matar, no dudes en que lo haré.Son dos personajes que tienen mucho en común pero que la vida les ha llevado por diferentes caminos.
La escena del tiroteo es, ante todo, intensa. Lluvia de tiros atronando, con un sonido brutal. Espléndidamente rodada.
Da gusto volver así al gus, feliz regreso a todos.
Abrazos con fusil de asalto