GUS MORNINS 2/2/21

 

“Sí Fred Astaire es el Cary Grant del baile, yo soy el Marlon Brando”.

                                                                                                           Gene Kelly

Ah, sí. Hoy toca baile porque hace veinticinco años justos que se nos fue este gran bailarín a la edad de 84. Nuevamente, tenemos el mismo problema que con Paul Newman. Nos lo sabemos todo de él. Sabemos que tenía un mal carácter de mucho cuidado, que hizo bailar a Debbie Reynolds con los pies sangrando hasta la extenuación en el número Good morning, de Cantando bajo la lluvia, sabemos que no era nada simpático con los que le rodeaban y que, en público, era más falso que una moneda de ocho euros, pero era un genio. Quizá, si lo consideramos artísticamente, era más grande que Fred Astaire porque no solo bailaba, sino que concebía las coreografías en las que intervenía, algunas de ellas enormemente complicadas, como la que hizo para el ballet final de Un americano en París. Sin duda…a mí me gusta más Fred porque era más fino, más elegante, más yo, en suma. En cualquier caso, nos sabemos sus películas, nos sabemos sus bailes…así que vamos a ver si sabemos algo más de él a través de las anécdotas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Gene Kelly estuvo destinado en el Centro Fotográfico Naval de Anacosta, en Washington D.C.. Nunca fue al frente y se pasó todo el tiempo revelando fotografías.

Tuvo tres hijos. Kerry, con Betsy Blair; y Bridget y Tim, con Jeanne Coyne, ya en los sesenta.

Fue el coreógrafo de Madonna en su tour Girlie Show.

Fue licenciado en económicas por la Universidad de Pittsburgh, título que obtuvo en 1933.

En cierta ocasión, mientras actuaba en Broadway, se rompió el tobillo. Su sustituto fue su propio hermano, Fred Kelly, que incluso ganó un Premio especial por el esfuerzo que tuvo que hacer de aprenderse las coreografías en un tiempo record y sustituirle con todas las garantías.

En el momento en el que falleció, estaba trabajando en una autobiografía. Hubiera sido interesante leerla.

Coreografió la puesta en escena teatral de Cantando bajo la lluvia, ganando un premio Laurence Olivier.

Jackie Chan y David Carradine reconocer que parte sus movimientos de kung-fu están inspirados en los bailes de Gene Kelly.

Esta es muy conocida. Bailó el famoso número de Cantando bajo la lluvia con cuarenta grados de fiebre.

Firmó su primer contrato para el cine después de que David O. Selznick le viera en una representación de Pal Joey en Broadway. Se decidió por él porque fue el único que no le exigió una prueba de cámara antes de firmar. Lo más curioso de todo es que no rodó ni una sola película para Selznick. El propio productor creía que no había ningún papel para él y vendió su contrato a la Metro Goldwyn Mayer.

Lo más curioso de todo es que, antes de la visita de Selznick, ya había recibido la de Louis B. Mayer, el cual le ofreció el contrato sin prueba alguna. Kelly aceptó de palabra hasta que un par de días después recibió una llamada en el camerino procedente de la Metro Goldwyn Mayer requiriéndole para hacer una prueba de cámara. Kelly dijo que debía haber algún error porque él había hablado con el señor Mayer y no iba a haber ninguna. Al día siguiente, recibió una nueva llamada y le dijeron que habían consultado con el señor Mayer y que, de todas formas, quería una prueba de cámara. Kelly, por supuesto, se enfadó muchísimo. Les colgó diciendo que, de lo hablado, nada, y escribió una carta al propio Louis B. Mayer poniéndolo a caer de un burro. Luego, vino el contrato con Selznick y la venta a la Metro Goldwyn Mayer. Kelly creía que Mayer le guardaría resentimiento por la carta, pero nunca dijo nada. Sólo en una fiesta, en la que Kelly se empezaba a poner pesadito con sus ideas políticas, Mayer sacó la carta que llevaba en el bolsillo de la chaqueta y la leyó a todos los comensales. Kelly pasó tanta vergüenza que se marchó.

Tony Martin, marido de Cyd Charisse, decía que, cuando trabajaba con Kelly, su mujer venía llorando todos los días a casa. Todo lo contrario de lo que hacía cuando trabajaba con Fred Astaire, que la ponía de buen humor.

Bob Fosse le quería para el papel del abogado en el estreno de su montaje musical de Chicago en Broadway. Gene Kelly rehusó el papel. Dicen que no hubiera sido nada bueno que compararan su trabajo con el de Fosse.

Su segunda mujer, Jeanne Coyne, experta bailarina (se la puede ver bailando con Bobby Van en Kiss me, Kate) fue, anteriormente, la mujer de Stanley Donen.

Su cicatriz del lado izquierdo de su cara fue causada por un trompazo con la bicicleta cuando tenía cinco años.

Después de su muerte, se reveló que había donado una buena cantidad de dinero al IRA.

Era creyente y católico, debido a que provenía de familia irlandesa, pero perdió la fe al comprobar el apoyo de la iglesia al régimen de Franco durante la guerra civil.

En 1950, Jules Dassin, perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas, dijo que la única estrella americana que se había dejado fotografiar con él durante el Festival de Cannes de aquel año, fue Gene Kelly.

En realidad, nunca quiso ser bailarín. Su auténtica pasión era el béisbol.

Una de las cosas que exigía a sus invitados cuando daba una fiesta es que vinieran con ropa deportiva porque era obligatorio echar un partido de voleibol en su jardín. Le gustaban las visitas y su puerta siempre estuvo abierta para quien quisiera ir a verle.

Era un ávido lector de libros. Durante temporadas, era capaz de leerse un libro al día.

Antes de empezar a rodar Hello, Dolly como director, se pasó un año junto al coreógrafo Michael Kidd puliendo todos los bailes y creando exactamente lo que luego quiso rodar y se vio en pantalla.

Consideraba que Judy Garland era la criatura con más talento con la que trabajó nunca.

Nunca llegó a considerar a Fred Astaire como un rival. Siempre dijo que él era la aristocracia y Kelly el proletariado.

Aborrecía a Ginger Rogers. Decía que, cuando bailaba con Fred Astaire, es la única vez en las películas en las que la gente se fijaba en el chico y no en la chica.

Consideraba que había muchos bailarines que eran superiores que Fred Astaire y él, pero que nunca tuvieron el respaldo masivo de las grandes películas que ellos hicieron.

Lo cierto es que era un hombre que, cada vez que movía las piernas, hacía historia del cine. Así que nada mejor que dejaron con un vídeo de la única película en la que tuvo como pareja a Fred Astaire en el número The babbitt and the broomide de la película de Vincente Minnelli Ziegfeld Follies. Disfrutadlo. Es el encuentro de dos titanes (sí, también bailaron un poco en aquella recopilación de números musicales que fue Hollywood, Hollywood, pero ya no era lo mismo).



Y como mosaico, ahí os lo dejo con la que, para mí, ha sido la mejor bailarina de la historia del cine. La gran Cyd Charisse.



 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Desconocía ese mal carácter que dices que tenía, siempre me pareció un hombre con una pizca de dulzura. Soy muy muy fan suya, ya lo he dicho por aquí alguna vez. No voy a decir quién era mejor si él o Astaire, eran dos enormes bailarines con estilos diferentes.
Como siempre, un placer aprender tantas curiosidades contigo.

low
carpet_wally@gmail.com ha dicho que…
Pues yo si que me voy a decantar. esto es un poco como ser del Madrid o del...Bueno no hay otro equipo a esa altura, quizá no debí elegir esa metáfora. Pero no, a lo que voy es a que es una cosa que no puede justificar con razones reales, sino que se lleva dentro.

Soy muy de Fred desde niño, siempre quise ser él. No sé si como persona sería buena gente o regulera. Tampoco rechazo a Kelly (no lo hago en ningún caso) por ser malhumorado o cabroncete. Sólo es que Astaire es mi mito confesable, soy muy bailarín (malo, por supuesto) por él y me hubiese encantado moverme con su gracia y elegancia. Kelly, siempre e pareció mucho más físico y rudo. de hecho en el video, los dos se mueven con una sincronía perfecta y un gusto en los movimientos envidiable y sin embargo mis ojos se van una y otra vez a Astaire. A veces me parece que levita, que flota. También mi físico de otros tiempos se asemejaba más, yo era espigado y muy delgado (ahora ya desgraciadamente no), pero para nada concordaba con el hombre fornido, casi musculado, que representaba Gene con esos hombros anchos.

En fin, de todas formas reconozco que lo de Kelly es también de otra galaxia. Y que sus bailes, películas y coreografías son parte de mi propia vida.

Es un gusto repasar y aprender cosas de gente tan grande en cualquier momento y te agradezco Lobo que lo hagas todos los martes.

Abrazos con ritmo.

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