GUS MORNINS 27/10/20
“Cuando
me divorcié de mi tercera esposa, Alice Faye Eichelberger, me dí cuenta de que
esas cosas tenía que tomármelas con humor. Así que envié un ramo de flores a la
oficina de su abogado con una nota que decía: “Por favor, ¿querría echar un vistazo a estas flores y comprobar si son
aceptables y, al mismo tiempo, leer la tarjeta que va con ellas y comprobar
también si sus letras son legítimas? Y, en caso de ser ambas cosas
satisfactorias y que no haya nadie que se sienta herido, ¿podría ser tan amable
de enviarlas a mi esposa lo más pronto que pueda?” John Cleese
Nunca ganará un Oscar,
ni falta que le hace. Pero tal día como hoy, el señor John Cleese, honorable
miembro del mítico grupo de los Monty Python, cumplirá la venerable edad de 81
años y un gus que no espera de ninguna manera a la Inquisición Española, no
puede dejar pasar la oportunidad de felicitarle y rendirle un merecido y
siempre insuficiente homenaje.
El caso es que John
Cleese nació ya con un chiste. Gira en torno a su apellido. Su padre, se
llamaba John Cheese y, en cuanto comenzó a tener hijos, se dio cuenta de que no
era nada conveniente para ellos ir a la escuela con ese apellido, ya que serían
objeto de chanzas y bromas a granel, así que decidió ir al juzgado y
cambiárselo por el de Cleese. Oficialmente, desde entonces, la Familia “Queso”,
pasó a llamarse la Familia Cleese.
El caso es que, en
contra de lo que pudiera parecer, John, el mayor de sus hijos, era un chico
bastante serio que decidió estudiar y sacar buenas notas. De hecho, estudió
Derecho en Cambridge, en donde se graduó con un excelente expediente académico.
Además John destacaba por dos peculiaridades. Era un deportista sobresaliente y
paseaba un cierto complejo debido a su excesiva estatura, en concreto, 1,96.
Para superar ese complejo, decidió bromear abiertamente sobre él y el caso es
que producía reacciones realmente hilarantes. Animado por el éxito que tenía,
comenzó a frecuentar locales de music-hall ofreciendo un show basado en chistes
y chascarrillos y, en una de esas visitas, conoció a otro cómico que se estaba
ofreciendo exactamente para lo mismo y se llamaba Graham Chapman. Ambos
consiguieron sus respectivos números de lucimiento en una revista que se
llamaba Cambridge Circus y alternó
esas apariciones con sus últimos años de Universidad. Una vez graduado, se unió
en serio a la compañía y se apuntó sin dudar a las giras que se hacían por todo
el Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Cuando llegó allí, le gustó y
se ofreció como caricaturista, consiguiendo trabajo en diversos diarios. En un
music-hall de Nueva York conoció a un cómico que le hacía mucha gracia por su
descaro en su forma de hacer reír a la gente. Se llamaba Terry Gilliam.
Volvió a Inglaterra y
consiguió trabajo en un show radiofónico titulado Lo siento, lo leeré otra vez donde conoce a otro eminente cómico
como Marty Feldman. Ambos armaron una serie de sketches y pasaron a la
televisión como parte de un enorme elenco de cómicos que se encargaban de
llevar adelante un show que se llamaba Y,
al fin, el espectáculo de 1948. En ese programa conoció al resto del grupo,
Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin. Se reunieron en casa de Cleese y
decidieron llevar adelante su propio show, el mítico Monty Python´s flying circus, una muestra del humor inglés más
descarado, gamberro, irreverente y absurdo que nunca se había visto en
televisión.
Después de tres
temporadas, el propio John Cleese sugirió la posibilidad de llevar las ideas de
todo el grupo al cine. Así nacieron sus colaboraciones expresamente realizadas
para el cine con las míticas Los
caballeros de la mesa cuadrada, La vida de Brian, El sentido de la vida y
la grabación del mítico show en directo Los
Monty Python en Hollywood. Durante ese tiempo, se casó con la colaboradora
del grupo Connie Booth y, entre ambos, idearon una serie de doce episodios
titulada Hotel Fawlty, en la que John
incorporaba al tremendo director de un hotel de la costa de Inglaterra que
recibía en cada episodio a uno de los miembros y colaboradores de los Monty
Python. La serie sólo tuvo doce episodios pero permanece como una de esas joyas
que se hallan escondidas dentro de los archivos de la BBC.
Entre los Monty Python
había diferencias de calado. Especialmente entre Terry Gilliam y Terry Jones,
dos formas completamente diferentes de entender la magia de reír, así que
después de realizar para el cine El
sentido de la vida, John, al que no le hizo ninguna gracia la película, les
propuso que se disolvieran, pero que eso no fuera un impedimento para volver a
colaborar entre ellos cuando lo consideraran conveniente.
Un dato que casi nadie
sabe es que John Cleese fue rector de la Universidad de Saint Andrews durante
tres años y que continúa siendo profesor en la Universidad de Cornell, en
Estados Unidos.
En su etapa en
solitario habría que destacar el maravilloso guión y la aún mejor
interpretación que realizó en Un pez llamado
Wanda al lado de Michael Palin y con Jamie Lee Curtis y Kevin Kline en
algunas situaciones realmente divertidas. Destaca también su papel, tronchante,
como el jefe de recepción del hotel donde se hospedan Steve Martin y Goldie
Hawn en Prisioneros en Nueva York. En
cualquier caso, da igual el título en el que aparezca, casi siempre ya en
papeles secundarios, siempre da un timbre de prestigio, incluso si su rol ya es
algo más serio.
Tiene dos hijas de sus
cuatro matrimonios.
Fue enormemente popular
en Inglaterra por el famoso sketch, que sale completo en Monty Python en Hollywood, titulado El Ministerio de los andares tontos y, de hecho, aún se encuentra
con una legión de admiradores por la calle que le piden que vuelva a hacer los
andares tontos. Él siempre ha asegurado que es un sketch que salió de una
improvisación completamente idiota y que, si es sincero, tampoco es que le haga
mucha gracia.
En determinada ocasión,
fue invitado a aparecer en un episodio de Los
Teleñecos. Él estaba encantado porque le encantaba el humor de la serie y
pidió intervenir en el guión de su episodio. Jim Henson, productor y creador de
los muñecos, le pareció que podría ser una buena idea y le dieron libertad a
Cleese para escribirlo. Cuando lo recibieron, se quedaron pasmados porque, de
hecho, no salía Cleese en el episodio. Durante el mismo, los teleñecos estaban
urdiendo trucos o tramas o conversaciones sobre cómo traer a John Cleese al
programa. Henson consideró que era realmente gracioso y lo realizaron tal cual.
Cleese nunca apareció en Los Teleñecos,
pero sí fue un invitado especial en el largometraje El gran golpe de los Teleñecos, en 1981.
Aceptó anunciar la
lotería inglesa en un spot televisivo. En él, Cleese sale hablando en alemán
(lo habla perfectamente). Todo el mundo sabe qué es lo que anuncia, pero nadie
entiende ni una sola palabra de lo que dice.
Cuando el Globe fue
reconstruido en Londres, se decidió que las tribunas llevaran el nombre de
figuras insignes de la actuación inglesa siempre y cuando donaran la
construcción de esa parte. Tanto él como Michael Palin pagaron para tener sus
correspondientes tribunas.
Le fue ofrecido el
título de Comandante de la Orden del Imperio Británico en 1996, pero lo rechazó
porque “El título en sí mismo no levanta
tanta admiración y respeto como el honor de rechazarlo. Además la gente tendría
que dirigirse a mí como ´Comandante Cleese´ y no tiene ninguna gracia”. También
le fue ofrecida la entrada en la Cámara de los Lores. También lo rechazó: “El anillo de Lord es muy bonito, pero estás
obligado a quedarte en Londres durante todo el invierno porque hay que votar
cosas y eso…y nadie en su sano juicio es capaz de quedarse en Londres durante
todo el maldito invierno”.
Le encanta dar clases
en la Universidad de Cornell porque dice que es “uno de los lugares más maravillosos de la Tierra”.
En 2005, ofreció parte
de su colon, extirpado por diverticulitis, en su página web personal. Lo vendía
al mejor postor y con la condición de que parte de él se remitiera a su
cirujano.
Existe un lémur, cuya
especie se descubrió recientemente, que lleva el nombre científico de Avahi Cleesei, nombrado así en homenaje
a John Cleese porque siempre ha profesado un amor incondicional hacia los
primates.
Es hincha acérrimo del
Bristol.
Como vídeo, os dejo,
como no podía ser menos, con el sketch de El
ministerio de los andares tontos. Está en inglés y subtitulado en francés,
pero está muy claro el inglés que hablan. En él, podemos ver a Michael Palin
yendo al Ministerio porque cree que tiene derecho a una subvención porque tiene
un defecto al andar. El funcionario, por
supuesto, le dice que de ninguna manera.
Y como mosaico aquí os
dejo a Cleese con unos cuantos amigos haciendo no sé qué.
Comentarios
Los demás, son más caricaturescos, más propicios (desde el punto de vista de la imagen) a la comicidad, pero Cleese no. pareciera destinado a ser el Gabi de Los payasos de la tele, o la Margaret Dumont de los hermanos Marx, el contrapunto serio de los gamberretes del grupo...pero no, desde esa presencia casi altiva impulsa a que nos riamos de casi todo lo que hace o dice...A mi me parece un verdadero genio (me pasaba algo parecido con Marcos Munstock de Les Luthiers)...Y es que cuando el serio hace gracia, no hay cómico que se le iguale.
Ademas me parece un muy buen actor...no creo que luciera mal en drama ( ya hizo algo más serio en "Frankestein de Mary Shelley"), pero tiene unas dotes mortales para la comedia...incluso haciendo de Q para James Bond.
Un genio.
Abrazos enumerando lo que debemos a los romanos