GUUUD MORNINS 29-06-2017
"Un hombre de
éxito es uno que hace más dinero del que su mujer puede gastar. El éxito de una
mujer es encontrar un hombre así " Lana Turner
Guuud mornins cinéfilos. Jueves 29 de junio, festividad
de San Pedro, patrón de los pescadores y fiesta en muchos pueblos costeros. Fantástico el gus de ayer de Albanta, todavía me estoy riendo. Pero volvamos a lo nuestro. Buscando en las efemérides de un día tan
señalado, nos encontramos que un día como hoy, hace ya 22 años, falleció una
actriz de las que dejaron huella en el mundo del cine por su carácter y su
manera de ser: Lana Turner.
Claro, si te
llamas Julia Jean Frances Mildred Turner es difícil que te contraten, porque
tu nombre no entra en los créditos de la
pantalla; así que mejor si te lo cambias al nombre artístico de Lana Turner,
más corto y fácil para recordar. Lana Turner la descubrió un cazador de talentos
que la vio en una cafetería y le propuso hacer una prueba para la gran
pantalla. ¿Cómo decir que no? Se dice que en lo que realmente se fijó es en las
proporciones más que notorias de los pechos de Lana que resaltaban debajo de su
suéter, pero no diremos que esto es así por que hoy en día por menos te tachan
de machista y pensaremos que lo sedujo la mirada de la chica. Pero se la conoció
como "la chica del suéter", porque los llevaba varias tallas más
pequeños con el fin de resaltar sus atributos. Así, enloqueció a más de uno con su figura curvilínea
y su cabello dorado.
De éste modo, debutó
en pequeños papeles y pronto la fichó la Metro Goldwyn Mayer para comenzar a destacar en sus producciones. Su primer
bombazo fue "El extraño caso del doctor Jekyll", en 1941, donde
compartía cartel con Spencer Tracy e Ingrid Bergman. Casi nada. Dirigidos por
Victor Fleming, éste intercambió los papeles que originalmente iban a
interpretar las 2 actrices, quedándose Lana con el de chica buena. Después vino
uno de sus grandes éxitos, "El cartero siempre llama dos veces",
quizás la mejor versión realizada sobre la novela del mismo título. Cine negro
del bueno. Completó su trió de grandes películas de ésta época con
su interpretación de Milady en "Los tres mosqueteros".
Siendo ya
estrella de la gran pantalla, su popularidad creció sin parar y rodó títulos
memorables como "Cautivos del mal", de Minelli. Conforme avanzaba en
edad, interpretó papeles melodramáticos como "Vidas borrascosas" o
"Imitación a la vida". Su
carrera cinematográfica iba de manera óptima, pero su vida personal daba
bandazos para un lado y otro, casándose nada más y nada menos que siete veces. Numerosos también fueron sus amantes, se
decía que deboraba a todo hombre al que le echaba ojo. Ya cuando su carrera
comenzaba a descender y en su búsqueda de marido rico que le diese todos los
lujos, se emparejó con el gángster Johnny Stompanato, a quien la hija adolescente
de Lana le quitó la vida intentando defender a su madre de una paliza de éste
sujeto. Este hecho llevó a Lana a las portadas de la prensa rosa y el juicio
fue seguido con mucho interés, quedando finalmente absuelta la hija.
Su carrera siguió
adelante, filmando en géneros diferentes como comedias, pero poco a poco
su popularidad fue descendiendo y aunque
seguía siendo la gran Lana Turner, poco a poco se centró en películas para TV y
series como Falcon Crest, donde su rivalidad con Ángela Chaning no sólo era
cosa de la interpretación..
No ganó grandes
premios, excepto el premio Donostia de 1994, poco antes de morir, agrandando la
leyenda de premio maldito que enviaba a la tumba a los galardonados, pero fue
sin duda una diva del cine.
CANCIÓN DEL DÍA
Had to kiss you!
MOSAICO DEL DÍA
Comentarios
En cuanto al de hoy, pues qué decir. Lana Turner. Solo apuntar que era una de las adoradas por mis padres hasta que a ella se le ocurrió venir de luna de miel a Madrid después de su matrimonio con Lex Barker. Por aquellas casualidades de la vida, mis padres se la encontraron en plena Gran Vía. Habían sacado unas entradas para ir a alguna película en cartel y luego, casi como un ritual y antes de la peli, fueron a una cafetería mítica que estaba enfrente justo del cine Avenida pero que no recuerdo su nombre ("Granja Gran Vía"?) y allí estaban Lana y Lex. La decepción, según parece, fue mayúscula. Un retaquín que exhibía un rostro absolutamente comido por las pecas (con ese rostro de porcelana con el que aparecía en las películas como en la foto en cuestión), vestida con un gusto más que discutible...Tanto a mi madre como a mi padre se les cayó el alma a los pies. Lana Turner salió, como por arte del artículo 33, del Olimpo de sus estrellas admiradas quedándose, en el caso de mi padre, con Ava Gardner como única diosa, y en el caso de mi madre, con Marlon Brando. Y es que el cine, en el fondo, también es como la vida.
Abrazos lanescos.
Abrazos con rebeca....de Lana
Albanta
Besos acalorados. Vaya ditas sofocantes que estamos sufriendo por Levante...
low
Pero son esas imperfecciones las que hacen humanos/as a las estrellas. El maquillaje y la cámara hacen mucho por esos actores y actrices que parecen lucir en el Olimpo. Dioses y diosas de bellezas inalcanzables para los terrestres. Pues no, a pie de tierra son como los demás y no pocos de los aparentemente vulgares ciudadanos que no provocarían una segunda mirada si te los encuentras por la calle serían capaces de hipnotizar con un buen estilista, algo de maestría en el maquillaje y una iluminación perfecta.
En mi caso, he de decir que hubo una vez (hace muy poco) que el efecto fue absolutamente el contrario. la actriz española Lucia Jimenez nunca me gustó demasiado, reconozco que no es fea ni mucho menos, pero para mi gusto absolutamente carente de atractivo especial. me la encontré hace muy poco en Mercadona mientras compraba como cualquier mortal fruta , iba acompañada de su hijo (5 o 6 años), una mamá normal. Sin embargo me pareció bastante guapa, mucho más guapa al natural que en cualquier película o foto en la que aparece...claro que no tenía pecas y desde luego es alta, un par de centímetros menos que yo.
Eso si, no es comparable a Ava Gardner, ni a Lana, ni por supuesto a mi chica.
Abrazos laneros