GUS MORNINS 22/2/22

 "Compararme con Goya no tiene ningún sentido. Los críticos hablan de Goya porque no saben absolutamente nada de Quevedo, o de Teresa de Ávila, o de la literatura picaresca, o de Galdós, o de Valle-Inclán y tantos otros. Hoy en día, la cultura está  inseparablemente unida al poder económico y militar. Una nación dominante puede imponer su cultura y extender a lo largo y ancho del mundo la fama de un escritor de segunda fila como Ernest Hemingway. John Steinbeck es importante porque América es el país de las armas. Si John Dos Passos y William Faulkner hubieran nacido en Paraguay o en Turquía...¿quién les hubiera leído?"                                                                 Luis Buñuel

El genio de Calanda hubiera cumplido hoy los ciento veintidós años de edad. Siempre controvertido, el más realista de los surrealistas aún se puede considerar hoy en día como el mejor director que ha dado este valle de lágrimas que es España. Se merece un homenaje en este gus nuestro de cada martes.

El padre de Luis Buñuel, Leonardo, fue militar en Cuba y propietario de una ferretería. Con el negocio prosperó y, más tarde, se hizo dueño de una naviera. Sí, Luis era un niño pijo. Se casó con María Luisa Portolés, una jovencita de diecisiete años (él tenía 45) y tuvieron la respetable cantidad de siete hijos. Cuatro niñas y tres niños, siendo Luis el mayor.

La familia Buñuel se trasladó a vivir a Zaragoza y pasaba los veranos en Calanda y en San Sebastián. Allí, Luis conoció a Concha Méndez, afamada escritora que se encuadró en la generación del 27, y se hicieron novios. Según la propia Concha, Luis todavía no estaba interesado en el cine, sólo le interesaban los insectos.

En Zaragoza, Luis destacó por sus notas tanto en los Corazonistas como en los Jesuitas. Ya en Zaragoza, mientras estudiaba, el joven Luis comenzó a ir al cine a los diez años, a ver películas de Melies. Además, la familia, como iba bien de dinero, tenía un abono de palco en el Teatro Principal de la capital maña y allí asistió a óperas y obras de teatro. 

A los trece años, Luis comenzó a aprender los secretos del violín. Con quince años fue expulsado de los Jesuitas (buenas notas, pero pelín protestón) y se pasó al Instituto de Enseñanza Media de Zaragoza donde se convirtió en ávido lector de novelas.

Terminados sus estudios, se matriculó en la Universidad en Madrid para estudiar Agrónomos. Por supuesto,se trasladó a la Residencia de Estudiantes donde permaneció durante siete años y conoció a personalidades como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Rafael Alberti, Pepín Bello y Juan Ramón Jiménez y participó en las tertulias del Café Pombo organizadas por don Ramón Gómez de la Serna.

Abandona Agrónomos y comienza a estudiar Entomología debido a su pasión por los insectos, pero también la abandona y se matricula en Filosofía y Letras porque se había informado de que en el extranjero estaban ofreciendo puestos de lector. Quería abandonar España desde muy joven. En la Residencia de Estudiantes comienza a dirigir obras de teatro.Especialmente recordado en un Tenorio con Lorca y Dalí.

Visita Toledo, que le encanta, y comienza a escribir en las más variopintas revistas culturales de la época. En 1926 presenta un proyecto a la Junta Magna del Centenario de Zaragoza para rodar su primera película, una biografía sobre Goya. El proyecto fue rechazado. Luego, habla con Ramón Gómez de la Serna para hacer una película conjunta, pero le llega la carta de incorporación al servicio militar. Un año después de terminar el servicio, se licencia en Filosofía y Letras e Historia, renuncia al doctorado y se marcha a París.

En París, además de asistir a las tertulias literarias surrealistas de André Breton, va tres veces al día al cine. El pianista Ricardo Viñés le propone poner en escena en un teatro de Amsterdam El retablo de Maese Pedro, que fue todo un éxito en la capital holandesa. En París también consigue estrenar en un teatro de cámara una adaptación muy reducida de Hamlet que también llama mucho la atención.

Tras asistir a la proyección de Las tres luces, de Fritz Lang, decide que lo que más le gusta en la vida es el cine y habla con un asistente habitual de las tertulias de André Breton, Jean Epstein, para que le contrate de lo que sea en el cine. Epstein le coloca como ayudante de dirección en dos de sus películas.

Buñuel se gana un cierto prestigio como teórico cinematográfico y, con el apoyo del director de "La Gaceta Literaria", Ernesto Jiménez Caballero, decide fundar un cine-club en la Residencia de Estudiantes que él va controlando con sucesivos viajes a Madrid. Históricas son sus presentaciones relativas al cine de Buster Keaton.

Con Dalí como principal aliado, decide rodar Un perro andaluz. Esto le granjea la enemistad de Federico García Lorca que creía que el título iba dirigido a él. El grupo surrealista de Breton le admite como miembro de pleno derecho y traba amistad con eminencias como Max Ernst, Magritte o Louis Aragon. 

Vuelve a escribir con Dalí el guión de La edad de oro, pero le margina aprovechando que Dalí se va con su novia, Gala, de vacaciones a Torremolinos, rodando la película por su cuenta y con el mecenazgo del Vizconde de Noailles. La película se exhibe durante cinco días en París hasta que un grupo de extrema derecha entra en la sala y prende fuego al cine. La película vagó sin estreno hasta que la Filmoteca de Nueva York la rescató en 1960. Dalí nunca volvió a hablar a Buñuel.

En 1930, Buñuel viaja a Nueva York contratado por la Metro Goldwyn Mayer como observador para familiarizarse con los métodos de producción del cine americano. Allí conoce a Charles Chaplin y a Sergei Eisenstein. En 1931 regresa a Madrid en vísperas de la proclamación de la República porque se iba a estrenar en Madrid y Barcelona La edad de oro. Renuncia al surrealismo y se afilia al Partido Comunista Francés. Su amigo, Ramón Acín, le financia Las Hurdes, tierra sin pan, película que es censurada por la República. En 1934 se casa con Jeanne Rucar, medalla de bronce en gimnasia en las Olimpiadas de París de 1924. Tendrían dos hijos: Jean Louis y Rafael.

En 1935 funda la productora Filmófono asociándose con su amigo Ricardo Urgoiti, que produjo películas como Don Quintín el amargao. Buñuel nunca comulgó con el tipo de películas que producía porque le parecían melodramas baratos. Estalla la Guerra Civil y todos los planes de Buñuel se van al traste. Nada más empezar la guerra, las checas se llevan a José Luis Sáenz de Heredia para fusilarle y el propio Buñuel se presenta allí acompañado de todos los trabajadores de Filmófono para exigir su inmediata liberación. Lo consigue.

Abandonó España en septiembre de 1936 y se encarga de supervisar el pabellón español de la República en la Exposición Universal de París. En 1938, el gobierno de la República le envía a Hollywood para supervisar la producción de dos películas sobre la Guerra Civil que se iban a rodar allí. Una de ellas es Bloqueo, con Henry Fonda de protagonista. 

Acabada la guerra, en 1941, está en producción de una película en Estados Unidos que se iba a llamar Contrabando de inocentes, pero la censura americana prohíbe la realización de cualquier película que critique el régimen de Franco. Sin dinero y sin posibles, Buñuel acepta el encargo de productor asociado y jefe del área de documentales de la Coordinación de Asuntos Interamericanos del Museo de Arte Moderno de Nueva York, dirigida por Nelson Rockefeller. Su misión era seleccionar películas de propaganda antinazi, reeditar El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl. Todo iba razonablemente bien hasta que Dalí publica un libro titulado La vida secreta de Salvador Dalí donde asegura que Buñuel es ateo y comunista. Fue despedido de forma fulminante. Después de un intento para rodar La casa de Bernarda Alba en Estados Unidos (fue imposible por una cuestión de derechos), Buñuel, a petición de un amigo productor, Oscar Dancigers, se traslada a México para trabajar en el cine. Dancigers le encarga dirigir un producto netamente comercial a mayor gloria de Jorge Negrete, Gran casino. Y es cierto, es un melodrama barato, pero que tiene escenas en las que Buñuel, con un sentido del humor tremendo, se cachondea del folletín con ganas y con clase.

Dancigers le ofrece la dirección de El gran calavera, que tampoco satisface a Buñuel, pero le conceden la nacionalidad mexicana y, con la moral por las nubes, le convence para rodar una historia sobre los niños pobres de Ciudad de México. Así es como nació Los olvidados. Una de sus más grandes obras. Con ella, gana el premio al mejor director del Festival de Cannes y el nombre de Buñuel comienza a ser conocido en todo el mundo. Al año siguiente, rueda esa maravilla que es Él, una fábula que tiene mucho de Hitchcock. En 1952 rueda su primera película en color con coproducción estadounidense, Robinson Crusoe. Debido a que firma un manifiesto en contra de la bomba atómica y apoya una revista antifascista de españoles exiliados que se llamaba "España libre", es incluido en las listas negras en Estados Unidos y no es posible que trabaje allí. Sigue en México encadenando obras maestras como Ensayo de un crimen, o Nazarín, que obtiene el Premio Internacional de Cannes, con otras películas intrascendentes como La ilusión viaja en tranvía o La fiebre sube a El Pao. En 1962 se supera a sí mismo con el surrealismo de El ángel exterminador, en la que incluye varias de las bromas que hizo en la Residencia de Estudiantes y se inspira en la obra Los náufragos de la Calle de la Providencia, de Carlos Arniches.

En 1960 regresa a España para rodar Viridiana, coproducida por España y México. Por parte española, a través de UNINCI, productora que, de hecho, era una cédula del partido comunista. El caso es que la película gana la Palma de Oro en Cannes y el Director General de Cinematografía José Muñoz Fontán, recoge el premio. Todo va bien hasta que L´osservatore romano, periódico católico romano, condena la película tachándola de profundamente irreverente. España le niega el permiso de exhibición y Viridiana no se puede ver en las pantallas españolas hasta 1977, una vez muerto Franco.

En 1970, Buñuel vuelve a España para rodar Tristana, otra obra maestra con coproducción franco-italo-española con Catherine Deneuve de protagonista al lado de Fernando Rey y Franco Nero. 

En 1977, la última película española de Buñuel es Ese oscuro objeto del deseo donde desarrolla la pirueta de presentar al mismo personaje interpretada por dos actrices diferentes, Carole Bouquet y Angela Molina. Durante el período de tiempo que transcurre entre 1960 y 1980, Buñuel reside durante largas temporadas en un apartamento que posee en la Torre de Madrid.

Por supuesto, entre medias, entre idas y venidas y censuras, no hay que olvidar la etapa francesa de Buñuel con Diario de una camarera, ofrecimiento del productor Serge Silberman a consecuencia de la Palma de Oro de Viridiana, vuelve a México para rodar en condiciones penosas Simón del Desierto que, en realidad, no consigue terminar a pesar de que fue estrenada, y regresa a Francia para su Belle de Jour y para conseguir el primer Oscar para un director español por la producción francesa El discreto encanto de la burguesía (que no me parece, ni con mucho, su mejor película). Continua su etapa francesa con la estupenda La vía láctea y termina con otra cosa extraña y no demasiado inteligible como es El fantasma de la libertad 

En 1980 se instala en España y dos años después publica su autobiografía Mi último suspiro. Al año siguiente, fallece en Ciudad de México. Sus últimas palabras fueron para su mujer, Jeanne Rucar. Dijo: "Ahora sí que muero". Aquel mismo año había sido distinguido con el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Zaragoza. Adiós al genio de Calanda.

Influyente, creativo, único, poco sutil, pero interesante en todas sus ideas, os dejo, si tenéis tiempo con Un perro andaluz.


y como mosaico, os dejo con el retrato que de él hizo el propio Salvador Dalí.



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