GUS MORNINS 1/6/21

 

“Ethan Hunt: Así que… ¿ya te sientes de nuevo un ciudadano respetable?

Luther Stickell: Oh, tío, yo qué se…Quizá me guste más ser un ciudadano muy poco respetable.

Ethan Hunt: Bueno, Luther…si eso te hace sentir mejor, yo siempre creeré que no lo eres.”                              Tom Cruise y Ving Rhames en “Misión: Imposible”, de Brian de Palma.

Veinticinco años ya del estreno de esta película y ya está anunciado el estreno de la séptima entrega. En todos estos años ha habido de todo. Buenas, malas, peores y horribles. Personalmente, me quedo con esta primera de Brian de Palma, con la cuarta, aquella de El protocolo fantasma, de Brad Bird y, por supuesto, con la sexta, prodigio del cine de acción, subtitulada Fallout, de Christopher McQuarrie. Lo que no se puede negar es que la franquicia nos ha dejado un buen puñado de entretenimiento de lujo, bastante alejado de la cutrez brillante que poseía la sería que protagonizaban Peter Graves, Greg Morris, Martin Landau, Lee Meriwether y Peter Lupus (gran personaje éste).

Como siempre, iremos con las anécdotas que ocurrieron para ser bueno, bonito y barato.

La escena en la que se rompe una pecera en plena calle es un ejemplo de lo mágico que puede llegar a ser el cine. El restaurante es un plató de la Paramount y el contraplano en el que Cruise se aleja corriendo perseguido por el agua es una plaza de Praga.

El juego de manos con el CD que Cruise le hace a Jean Reno, no es un truco visual. Lo hace realmente Tom Cruise.

Se invitó a Reza Badiyi, uno de los directores de la serie que más capítulos hizo, al set de rodaje. Brian de Palma le recibió amablemente, le ofreció algo para tomar y demás y le dijo que no le iba a mentir, que esto tenía poco que ver con la serie. Si Badiyi creía que se iba a sentir incómodo, de Palma le agradecía que hubiese venido pero que, por supuesto, era libre. Badiyi dio las gracias y se fue.

La razón por la que se escogió a Ving Rhames en el papel del pirata informático Luther es porque representa todo lo contrario a lo que es un pirata informático.

El director de fotografía, Stephen Burum, realizó un despliegue impresionante de luces por toda Praga en los doce días que duró allí el rodaje. Su iluminación es absolutamente perfecta para recrear el aire misterioso de una ciudad centroeuropea. Necesitó once generadores de luz para que todo estuviese perfecto. Se desplazó a Praga dos semanas antes que el resto del equipo para prepararlo todo e, incluso, se invitó a los estudiantes de fotografía de la Escuela de Cinematografía de Praga para que vieran cómo trabajaba.

Toda la secuencia del tren se rodó en seis semanas en los Estudios Pinewood de Londres.

Martin Landau llegó a declarar que el primer borrador de guión era traer a todo el reparto original de la serie para matarlo a los quince minutos de película.

Durante años se había intentado rodar una película basándose en la serie, pero, por unas razones o por otros, siempre se había cancelado el proyecto. Tom Cruise desatascó todo poniendo encima de la mesa un cheque por ochenta millones de dólares.

Para apoyar aún más el proyecto, Cruise no quiso su salario habitual de veinte millones de dólares a cambio de una participación en los beneficios. Ganó mucho más.

A Martin Landau no le gustó nada el resultado final. Decía que la serie era mucho más un juego mental que un espectáculo de acción y que eso desvirtuaba toda la esencia.

Antes de que Tom Cruise entrara en el proyecto, se barajaron los nombres de George Clooney, Bruce Willis, John Travolta, Nicolas Cage, Ralph Fiennes y Mel Gibson.

Para el papel de Jim Phelps, que finalmente hizo Jon Voight, se barajaron los nombres de Al Pacino, Michael Douglas y Robert Redford.

La primera elección como director fue John McTiernan. Más tarde, el proyecto pasó a Oliver Stone. Finalmente, Brian de Palma fue el que más luchó por hacerse con él porque necesitaba un éxito comercial.

Otro al que no le gustó nada la película fue Greg Morris, el negro de la serie, que dijo que la película era “una abominación”.

Kristin Scott Thomas se mostró encantada: “Muero en la página veinticinco del guión…pero muero en los brazos de Tom Cruise…”

Peter Graves, el actor que interpretaba a Jim Phelps en la serie, mostró también su disconformidad con el guión al tratar al personaje como si fuera el villano. Decía que, tal y como había interpretado a Phelps en la serie, eso era literalmente imposible.

Lo cierto es que Misión: Imposible y sus secuelas ha marcado el sendero de las películas de acción más trepidantes del siglo XXI. A mí me parece una excelente película que merecía la pena recordar.

Cómo no, os dejo con la versión del temazo de Lalo Schifrin que sale en Fallout y que merece muchísimo la pena (lo llevo en el coche como banda sonora).

Y como mosaico os dejo con una de sus imágenes icónicas. Qué gran momento de suspense.