GUS MORNINS 27/6/23

 "Es mejor trabajar una vez con Billy Wilder o con John Ford, que cuatro o cinco veces con un montón de directores que trabajan de una forma rutinaria y no aportan absolutamente nada a tu actuación"

                                                                                                                        Jack Lemmon

Hoy hace veintidós años que nos dejó esta actorazo de actores, capaz de convertir una comedia en la cosa más descacharrante del planeta o un drama en lo más trágico de nuestras vidas. Sólo ha habido y sólo habrá un Jack Lemmon. Y no hay nada más que decir.

Sietemesino, Jack nace prematuramente justamente en el mismo hospital porque su madre iba a una revisión de rutina para su embarazo y en el ascensor se puso de parto. Hoy en día, en ese ascensor del Hospital Newton-Wellesley hay una placa que dice: "Aquí nació Jack Lemmon".

Jack Lemmon era hijo del Presidente de la Donuts Corporation, sí, la creadora de los Donuts. y se educó en la escuela de Rivers County.Buen estudiante, aunque algo enfermizo, destacó especialmente en deportes. Tanto es así que a la temprana edad de catorce años batió el record de las dos millas del estado de Nueva Inglaterra.

Ingresa en la marina estadounidense por la guerra y acaba como oficial de comunicaciones de un navío. A la vuelta, decide estudiar arte dramático porque en el colegio ya había intervenido en unas cuantas obras y le iba el asunto. Ingresa en Harvard. Se paga las clases actuando al piano por las noches en un club nocturno. Aprendió por sí solo, sin ayuda de nadie. Jack era así.

Su padre le deja algo de dinero cuando se gradúa y se va a Nueva York. Allí consigue trabajo como pianista de sesiones de cine mudo que se proyectaba en un local nocturno en la Segunda Avenida. Como Jack era Jack, a menudo improvisaba y también cantaba. Acabó siendo el show de Jack Lemmon en el Old Nick Saloon. 

La recién nacida televisión se fijó en la capacidad de llamar la atención de aquel joven de apenas veintitrés años que era capaz de levantar un show por sí mismo en la Segunda Avenido y el joven Jack intervino en cuantas series le ofrecieron. En 1950 conoce en uno de esos episodios a Cynthia Stone, que se convertiría en su primera esposa y con el que tuvo a su hijo Christopher.

La Columbia le contrata e impresiona tanto al Presidente, Harry Cohn, que su primer papel ya es el del protagonista en La rubia fenómeno, de George Cukor, al lado de Judy Holliday. Luego, otra película dirigida por Richard Quine al lado de Kim Novak y, de repente, el Oscar al mejor actor secundario por Escala en Hawai de John Ford y Mervyn Le Roy. Se aventura en el musical con Mi hermana Elena al lado de Janet Leigh y Bob Fosse y realiza uno de sus escasísimos papeles en el western con Cowboy, de Delmer Daves.

Jack sigue subiendo como la espuma.Al lado de James Stewart y de Kim Novak en Me enamoré de una bruja y, por fin, su primer encuentro con el gran Billy Wilder en Con faldas y a lo loco, junto a Tony Curtis y Marilyn Monroe. Suya es la escena más memorable de la película en la que, con una clara confusión de identidad sexual, le dice a Curtis que se va a casar con un millonario.

Luego, repite con Wilder en uno de sus más grandes papeles: el gran C.C. Baxter de El apartamento El trepa que se da cuenta de que está perdiendo su alma en su camino hacia la cima y decide bajar a la tierra de los mortales mediocres. Y ya no digo más.

Nuevamente se empareja con Kim Novak y con Fred Astaire en ese homenaje a la comedia elegante mezclada con el slapstick que es La misteriosa dama de negro de Richard Quine. Y otra nominación al Oscar como el publicista Joe Clay de Días de vino y rosas, con Lee Remick. Una de esas películas que te hieren profundamente y que no dejan de exhibir el luminoso de "Bar" en tu corazón.

Vuelve con Wilder para Irma la Dulce y está fantástico como el crápula sin redención posible de Adán también tenía su manzana. Otras dos comedias con cierta clase son Préstame tu marido con Romy Schneider y Cómo matar a la propia esposa, con Virna Lisi. Vuelve con Blake Edwards para interpretar al trasunto de Pierre Nodoyuna en la divertida La carrera del siglo con Tony Curtis y Natalie Wood, se empareja por primera vez con Walter Matthau (con Oscar para Walter) en otra genialidad de Billy Wilder llamada En bandeja de plata. Con La extraña pareja ambos cimentan la idea de que son una pareja con una química más atrayente que Ginger Rogers y Fred Astaire y, después del traspiés con su emparejamiento con Catherine Deneuve en Locos de abril, consigue otra divertidísima película con el libreto de Neil Simon para Los encantos de la gran ciudad con Sandy Dennis.

Los setenta empiezan bien con un nuevo trabajo para Billy Wilder en Avanti, aunque parece que asoma un cierto cansancio. Por esta época, Jack tiene problemas con la bebida y sólo una película como Salvar al tigre, de John Avildsen, le salva del infierno. Es una película que le exige tanto que le resulta más fácil dejar de beber. Vuelve con Wilder para hacer Primera plana con su hermano del alma Walter Matthau, realiza otra comedia con libreto de Neil Simon, muy divertida,como es El prisionero de la Segunda Avenida junto a Anne Bancroft. Tiene un ligero bache con Amor bajo fianza al lado de una malhumorada Genevieve Bujold, pero consigue otra nominación al Oscar y la palma de oro al mejor actor en Cannes por El síndrome de China. Otra nominación por ese dramón que es Tributo. Último emparejamiento con Wilder para Aquí, un amigo y otra nominación por Desaparecido, de Costa Gavras, quiza la película que mejor refleja el drama de los desaparecidos en las dictaduras sudamericanas. 

Empieza su decadencia, pero nos deja una joya de drama, muy poco conocido, dirigido por Blake Edwards y al lado de Julie Andrews en Así es la vida. Hace una aparición especial en el JFK de Oliver Stone, gana por primera vez un millón de dólares con su papel de perdedor elevado a la máxima expresión en Glengarry Glen Ross y aún hace de padre que aparece en mal momento por su mala cabeza en Vidas cruzadas de Robert Altman. 

A partir de aquí, se empieza a explotar la idea de volver a emparejarse con Walter Matthau en el típico enredo de "tú eres un cabrón" "pues tú más" y hacen juntos Dos viejos gruñones con Sophia Loren y Discordias a la carta con Ann Margret. Interviene con un inglés neutro fantástico como estrella invitada en el Hamlet de Branagh y se vuelve a juntar con Matthau para Con rumbas y a lo loco y en el reencuentro de Oscar y Félix, los viejos amigos de La extraña pareja en La extraña pareja...otra vez, que acaba por ser su última película aunque aún haría algo más de televisión y pondría la voz del narrador en La leyenda de Bagger Vance de Robert Redford.

Mientras tanto, un divorcio y un nuevo matrimonio con la bellísima Felicia Farr en 1962. Duró hasta que él se fue víctima de un cáncer de vejiga.

Jack es Jack. No se puede describir con palabras. Sus gestos eran pura interpretación y sus manos eran como mariposas. Nunca ha tenido sucesor. Ha sido un actor único. Y siempre volvemos a él porque siempre vemos en él algo familiar. 

Os dejo con unas de sus interpretaciones al piano. El Lemmon flavoured blues.


Y como mosaico, con la última foto que se hicieron juntos los tres grandes amigos.



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