GUS MORNINS 13/06/23

 "Errol Flynn era un auténtico patán con la espada. Yo tenía que bajar mi nivel para que él pareciera el héroe y, en muchos lances, me llenó las manos de heridas. El que sí sabía de verdad era Tyrone Power, ahí yo tenía que dar lo mejor de mí mismo porque era muy bueno".         Basil Rathbone

Eminente actor, conocido no sólo por los estupendos villanos que interpretó frente a Errol Flynn en El capitán Blood y Robin de los Bosques, y frente a Tyrone Power en El signo del Zorro, sino también por su imperecedera encarnación de Sherlock Holmes en la serie de películas que realizó junto a Nigel Bruce como el Doctor Watson en los años treinta y cuarenta, hoy Basil Rathbone cumpliría la respetable edad de 131 tacos.

Su verdadero nombre, ahí es nada, era Philip Saint John Basil Rathbone y era sudafricano de nacimiento. Sólo vivió allí durante tres años porque, sorprendentemente, su padre, Edgar, fue acusado de espía a favor de los británicos en la Guerra de los Boers. Ya en Inglaterra, el joven Philip recibió una educación esmerada, en la Repton School, donde ya le entró el gusanillo de la interpretación y comenzó a practicar una de las habilidades que distinguieron su carrera como fue la esgrima. En 1916, fue llamado a filas en el London Scottish Regiment. Allí coincidió con otros actores que le animaron a seguir la carrera y con los que conservó una amistad que duró toda la vida. Ellos eran Claude Rains, Herbert Marshall y Ronald Colman. Basil Rathbone demostró un comportamiento ejemplar en el frente y en 1918 fue condecorado con la Cruz Militar de Servicios Distinguidos.

Antes de la guerra ya había hecho sus primeros pinitos dentro del teatro profesional, especialmente realizando papeles de reparto en obras de Shakespeare como Como gustéis, La fierecilla domada, Las alegres comadres de Windson y Romeo y Julieta.

De vuelta de la guerra, se integró en la Royal Shakespeare Company y comenzó a ofrecer interpretaciones realmente valiosas de Romeo, de Casio en Julio César y de Ferdinando en La tempestad. A partir de ahí, comienza a diversificar el repertorio y se hace un intérprete experimentado en las lides de Ibsen, Strindberg y cualquier autor de prestigio. Eso le lleva a debutar en Broadway, reclamado por una de las grandes damas del teatro estadounidense como Ethel Barrymore. Regresó a Londres durante una corta temporada y volvió a ser reclamado por otra gran actriz teatral, Katharine Cornell, toda una leyenda en los escenarios de Broadway.

Sus apariciones en teatro alcanzaron cierta fama y Hollywood comenzó a fijarse en él. Después de intentarlo en unos poquisimos títulos del cine mudo, Rathbone interpreta David Copperfield y también al Conde Bronski en Anna Karenina al lado de Greta Garbo. De ahí a ser el contrincante de Errol Flynn en El capitán Blood y Robin de los Bosques, luego frente a Power en El signo del Zorro, resulta llamativo que Rathbone se hace, normalmente, cargo de los villanos, mientras aporta un toque de prestigio a todas las películas que interpreta debido al enorme éxito que tuvo en la piel de Sherlock Holmes en la catorce película que se realizaron entre 1935 y 1944 con el personaje de Arthur Conan Doyle. Las mejores, no busquéis más, son las dos primeras, El sabueso de los Baskerville y Sherlock Holmes contra Moriarty porque, además, son las más cuidadas estéticamente, respetando la ambientación de la época en la que se sitúa el personaje literario. Las otras doce películas se transplantaron a la época contemporánea incorporando, incluso, tramas en las que aparece de telón de fondo la Segunda Guerra Mundial. Las últimas de la serie, además, dejaban ya mucho que desear.

Lo cierto es que Basil Rathbone ha quedado como el actor que más se ha parecido físicamente al personaje de Arthur Conan Doyle según estaba descrito en los libros. 

Basil Rathbone estaba particularmente orgulloso de su carrera teatral y decía que, si las generaciones futuras le tenían que recordar por algo, es por los papeles que interpretó encima de las tablas. 

Rathbone no sólo destacó como Sherlock Holmes y como el espadachín villano que se enfrentaba al bueno. Era un actor todoterreno, de gran versatilidad, que también destacó en películas como Tovarich, con Charles Boyer y Claudette Colbert, o en algo mucho más ligero como Escuela de sirenas al lado de Esther Williams.

El único defecto que tenía Basil Rathbone era su desmedida afición al juego. Eso le granjeó numerosas deudas, que tuvo que pagar trabajando a destajo, no siempre en productos acorde con su talento. Se hizo un rostro conocido en la televisión y en películas de baja calidad. No obstante, le seguían llamando para películas de mucho prestigio como No somos ángeles de Michael Curtiz, al lado de Humphrey Bogart, o en la estupenda El último hurra de John Ford, al lado de Spencer Tracy y, por supuesto, en su última papel memorable en La comedia de los terrores, de Jacques Tourneur, como el muerto que nunca se muere al lado de Peter Lorre, Vincent Price y Boris Karloff en una divertidísima comedia en la que él, asesinado varias veces, siempre resucita con las mismas palabras: "What place is this?"

En 1968, después de intervenir al lado de John Carradine en la lamentable película mexicana Autopsia de un fantasma Basil Rathbone muere víctima de un infarto, a la edad de setenta y cinco años.

Durante su carrera, fue nominado dos veces al mejor actor secundario, aunque no ganó nunca. Fue padre de dos niños y se casó dos veces. Tal vez por eso decía que su número favorito era el dos.

Os dejo dos vídeos. Uno con su duelo con Errol Flynn en El capitán Blood


Y el otro con su duelo con Tyrone Power en El signo del Zorro. Observad que sí, que hay cierta diferencia entre Flynn y Power.


Y como mosaico, para completarlo todo y no dejarnos nada en el tintero, su estupenda caracterización como Sherlock Holmes.



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