GUS MORNINS 14/3/23

 "Y Bruto es un hombre honrado...."

                                                                          Julio César


Hoy es el aniversario de la noche en la que conspiraron aquellos que asesinaron a Julio César. Podríamos echar un vistazo a la versión que hizo Charlton Heston, pero la realmente buena es aquella que realizó Joe Mankiewicz con Marlon Brando, James Mason, Edmond O´Brien, Louis Calhern, Deborah Kerr, John Gielgud y Greer Garson. Ahí es nada. Y, por supuesto, el punto álgido de la película es ese discurso que clavó Brando y que hizo exclamar a Laurence Olivier aquella frase de "para entender el mérito que tiene Marlon Brando con Julio César habría que imaginarse a John Gielgud haciendo Un tranvía llamado Deseo".

Podríamos habernos ocupado del noventa cumpleaños de mi adorado Michael Caine, pero como veo que estáis tan cansados como para no dejar ni un mal comentario (sí, sí, ya sé que no yo carezco de la gracia de Carpet y de la ligereza de Dex), pues vamos a desearle lo mejor a un actor que siempre ha gozado de mis preferencias y que merecería ser inmortal porque ya está claro que hemos hablado mucho y bien de él.

La película apenas se rodó en 35 días, con los decorados sobrantes de Quo Vadis? que fueron traídos expresamente de Roma hasta Hollywood. De ahí que algún sesudo bloguero de nombre desértico diga que lo peor de la película es su aire teatral.

Fue la tercera nominación consecutiva al Oscar para Marlon Brando después de las que consiguió con Un tranvía llamado Deseo y para Viva Zapata. Aún conseguiría otra para el año siguiente, llevándose el calvo de oro a casa, con La ley del silencio.

La idea primigenia de Mankiewicz era que Paul Scofield interpretase el papel de Marco Antonio, pero la fuerza de Brando en el test de prueba que hizo, le llevó a cambiar de idea. Encantado con Brando.

Cuando John Huston vio la actuación de Brando dijo que era "como un horno ardiendo en medio de un cuarto oscuro".

Marlon Brando hizo muy buenas migas con John Gielgud, que, privadamente, le enseñó a recitar el verso yámbico shakesperiano.

Brando sí que tuvo algo de celos de James Mason, al que vio como un intérprete muy competente.

Con esta película, Brando se deshizo de cierta fama que tenía en la época de ser un "intérprete susurrante".

Curiosamente, tanto Spencer Tracy como James Mason expresaron que la mejor actuación de la película fue la de Edmond O´Brien en la piel del taimado Casca.

Justo en la época en la que se estaba desarrollando este proyecto, Orson Welles también estaba intentando llevar al cine su propia versión y, de hecho, quería a John Gielgud para hacer el papel de Casio, como en esta película. Cuando se enteró que Mankiewicz estaba llevando a cabo el mismo texto con el reparto impresionante con el que contaba, Welles canceló el proyecto.

Diez años después, Mankiewicz tenía la idea de hacer otra obra de Shakespeare en el cine. En concreto, Coriolano que pasa por ser la obra más violenta del bardo. Tenía previsto ofrecer el papel protagonista a Brando con Maggie Smith de oponente. No lo llevó a cabo por la terrible experiencia que fue para él rodar Cleopatra.

El mítico discurso de Marco Antonio en las escaleras del Senado, pronunciado de forma impecable y, aún hoy, no superada por Marlon Brando, se hizo dos veces. En la primera, Mankiewicz dejó que Brando tomara la iniciativa. En la segunda, Brando siguió las indicaciones de Mank. La que está en la película es la segunda.

Como vídeo os dejo con el inicio del discurso. No os lo quiero poner entero. 


Y como mosaico, ahí va un pequeño descanso en el rodaje en el que parecía no imperar el mal ambiente.


Felices idus de marzo. Guardaos de ellos.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Miro el vídeo y me entra una terrible nostalgia de aquel cine y no puedo dejar de compararlo con el cine actual. Los actores de entonces eran Estrellas, con mayúscula, los de ahora son estrellas, si, pero fugaces. El cine actual para mí está en estado de coma por no decir muerto. No me llega, no me emociona, no me hace vibrar.

Repito lo que dije en mi último comentario por estos lares, no sé cómo sigues teniendo ganas de escribir en esta aldea tan muerta, sin habitantes. Gracias por tu esfuerzo.

Ave, César.

low
César Bardés ha dicho que…
Gracias a ti por dejarme tus impresiones. Yo también siento una terrible nostalgia de ese cine y de esos actores que parecían tocados por una mano divina.
Los que van a morir te saludan (no es que pase nada, es lo que decían los gladiadores a César).

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