GUS MORNINS 14/2/23

 "Alec: Te quiero. Amo esos ojos tan grandes, la manera en la que sonríes, tu timidez, y la manera en la que te ríes de mis chistes.

Laura: No, por favor.

Alec: Te quiero. Te quiero. Y tú me quieres. No podemos fingir que esto no ha ocurrido porque sí lo ha hecho.

Laura: Sí, ha ocurrido. No pretendo fingir otra cosa, pero tampoco pretendo fingir nada más. Sin embargo, desde ahora, sí que lo voy a hacer. Eso es lo que está mal. ¿No te das cuenta? Eso es lo que mueve todo. Por eso debemos parar, aquí y ahora, hablando como lo hacemos hasta ahora. Ninguno de los dos somos libres para amarnos. Hay demasiadas cosas por en medio. Todavía estamos a tiempo. Si nos controlamos y nos comportamos como dos seres humanos sensibles. Todavía hay tiempo".

                                                                                                    Breve encuentro, de David Lean

No podía ser menos teniendo en cuenta que hoy es el día en el que los corazones se sonríen y, de algún modo, queremos agradar al otro. Siempre he dicho lo mismo. Breve encuentro es la película de amor por excelencia porque, desde su estreno, todas las películas de amor son breves encuentros. Cambia el ambiente, podemos ir a África, o a las calles reivindicativas de Nueva York, o a un condado lleno de puentes, pero siempre es ese amor sufriente, que no puede ser porque el mundo no deja que sea. Y Breve encuentro fue la primera de todas. Así que vamos con unas cuantas anécdotas y datos curiosos sobre esta película para celebrar que hoy es San Valentín.

La película fue rodada en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, comenzando en enero de 1945. El rodaje se prolongó hasta mayo de ese mismo año con un día de interrupción, en concreto el 8 de mayo de 1945 para celebrar la rendición nazi.

La actriz Celia Johnson, que interpretaba a Laura, no estaba nada contenta con el largo rodaje en la estación de tren en la que los enamorados se encuentran con frecuencia. El plan era permanecer allí durante cuatro semanas. Sin embargo, Celia se encontró con un gran espíritu de equipo, que la hicieron permanecer cómoda en todo momento. Ella también se integró perfectamente en el grupo, jugando al poker con técnicos y actores y también jugando a las palabras cruzadas. El equipo no dudó en pedirle al jefe de estación que le cediera la oficina para que ella estuviera caliente en los días más fríos del invierno.

Después del estreno exitoso, un hombre abordó en una estación de tren al director David Lean y le dijo cuánto odiaba la película: "¿No se da usted cuenta, señor Lean, de que si Celia Johnson se plantea dejar a su marido, mi mujer puede plantearse lo mismo?".

Una anécdota bien conocida es que esta película es la inspiración para El apartamento, de Billy Wilder porque, cuando la vio, pensó en la historia del amigo de Alec, que les deja el piso para los encuentros íntimos entre Alec y Laura.

La estación en la que se ruedan todas las escenas fue elegida porque estaba lo suficientemente lejos del centro de Londres como para no ser un objetivo habitual de los bombardeos alemanes. Sólo tuvieron que ir al refugio en una ocasión.

Noel Coward realizó el guión basándose en una obra corta de un solo acto que ya había escrito y estrenado con el título de Todavía la vida.

La película fue todo un éxito en su estreno, en Nueva York, llenando todos los días en el cine Little Carnegie, al lado del Carnegie Hall, durante ocho meses.

Trevor Howard tenía un pánico visceral a la cámara (después de la película lo superó) y eran frecuentes sus equivocaciones que arruinaban las tomas. En una ocasión, Celia Johnson llegó a decir que no podía repetir la escena una vez más porque ya no era capaz de ser espontánea.

La producción, debido al racionamiento de guerra, tuvo verdaderos problemas para montar un catering en la estación donde se rodaban muchas escenas. Se mandaron varios ayudantes de producción para agenciarse toda la comida posible, lo que hizo que, en muchas ocasiones, el menú fuera bastante pintoresco. En una ocasión, fue todo a base de pudim y caramelos.

La mujer del director Robert Altman, Kathryn Altman relató cuál fue el impacto de esta película en su marido: "Un día, hace muchos años, sólo un par después de la guerra, Bob no tenía nada que hacer y entró en un cine. No era una película de Hollywood, sino una británica. Me dijo que el protagonista no tenía ningún interés y, al principio, incluso me preguntó qué diablos hacíamos allí. Veinte minutos más tarde estaba bañado en lágrimas, se había enamorado perdidamente de Celia Johnson y me dijo que aquello no era sólo una película".

Trevor Howard tenía problemas en la escena en la que iban al piso porque, según su opinión, lo más lógico es que los dos hicieran el amor nada más llegar. David Lean le explicó pacientemente que la intimidad había que ganarla porque la oportunidad de consumar su amor hacía que los amantes fueran inusualmente tímidos. Howard le dijo a Lean: "Tengo que decirlo. Eres un tío simpático".

El horario de los días de rodaje en la estación (Conforth Station) eran de diez y media de la mañana hasta las seis de la tarde.

Los ingleses estaban convencidos de que la película funcionaría excepcionalmente bien en Francia, pero curiosamente, los franceses rechazaron su estreno por encontrarla poco interesante. Sólo se pudo estrenar en tierras galas cuando Breve encuentro ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes.

Noel Coward estaba convencido de que el papel de Laura sólo podía ser interpretado por Celia Johnson. Lo curioso es que ella, prestigiosa actriz de teatro, odiaba actuar en películas. Coward, para convencerla, la invitó a una lectura del guión en su casa. Ella salió tan encantada que no pudo más que aceptar.

La película, naturalmente,fue prohibida en Irlanda por mostrar un adulterio y simpatizar con los protagonistas.

Trevor Howard estuvo a punto de perder el papel porque, cuando fue citado por la producción para hablar sobre los términos de su contrato, él se excusó diciendo que nada iba a hacer que aquella tarde no llevara a su mujer al cine.

La película tuvo un preestreno desastroso que organizó el propio David Lean en Rochester, un barrio obrero. Los espectadores se reían en las escenas más románticas. 

Aunque no lo parece, en el momento del rodaje, Trevor Howard tenía treinta y dos años y Celia Johnson tenía treinta y ocho.

Como vídeo os dejo con algunas de las imágenes más icónicas de la película en un trailer que está muy bien hecho.


Y como mosaico aquí os dejo con una rara foto de los tres principales artífices de esta conmovedora historia de amor. Celia Johnson, David Lean y Trevor Howard.




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