GUS MORNINS 21/6/22

 "Yo fui el compositor contratado para realizar la banda sonora de El exorcista, pero el director William Friedkin también me contrató para hacer la banda sonora del trailer de la película. Llegué a grabar seis minutos de música y ocurrió algo muy curioso. Cuando ya lo montaron con mi música, la gente reaccionó con pánico y muchos se iban al servicio a vomitar. El trailer era asombroso, pero la mezcla de las imágenes con mi música hizo que la gente se aterrorizara realmente. Los ejecutivos de la Warner se dieron cuenta y le pidieron a Friedkin que me dijera que debía componer una música más suave, menos dramática. Lo podría haber hecho perfectamente porque apenas hubiera tenido relevancia, pero Friedkin no me dijo nada y creo que lo hizo deliberadamente. En el pasado ya tuvimos un encontronazo, por otras razones, y creo que se tomó su pequeña venganza. Esa es mi teoría. Mi abogado me aconsejó que no contara nada de esto y lo hice. Ahora ya han pasado los años, Friedkin ya no hace películas. Yo me limité a escribir una música que estuviera en consonancia con el trailer. De hecho, cuando grabé la música para el trailer, Friedkin estaba presente e, incluso, me felicitó. Así que los ejecutivos de la Warner impusieron mi despido. Sin embargo, ésta es la verdad".                                             Lalo Schifrin

Parada obligatoria a todos los que les gusta la música en el cine porque este argentino cumple hoy la respetable edad de noventa años. Sí, aún sigue entre nosotros. Y es el autor de un montón de bandas sonoras que me parecen sencillamente magistrales. Voy a ser breve porque os quiero poner más de un ejemplo de su genialidad. A mí me parece uno de los mejores.

Lalo Schifrin comenzó a tocar el piano a los seis años animado por su padre que era violinista de la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires. En 1952, con veinte años, se marchó a París para estudiar música. Eran los años del "Blue Note" y Schifrin quedó fuertemente influenciado por el jazz que se tocaba en los callejones franceses. Entre otros, allí trabó una gran amistad con el escritor Julio Cortázar.

Regresa a Buenos Aires y forma una big band. Un día, actuando de telonero para Dizzy Gillespie, se unió a él en la interpretación de un tema y Gillespie, impresionado por lo que hacía aquel pianista, le invitó a componer para él y unirse a su banda. Schifrin estuvo unido a Gillespie hasta 1962.

Aunque a finales de los cincuenta ya había hecho sus pinitos en un par de películas argentinas, decide aceptar la composición de una banda sonora para Rinocerontes blancos, una entretenidilla película de aventuras y safaris dirigida por Ivan Tors con Harry Guardino y Shirley Eaton de protagonistas. La experiencia le encanta y decide quedarse en Hollywood. Sin embargo, la verdadera fama de Schifrin no viene por el cine, sino por la televisión. Él es el responsable de las bandas sonoras de series de tanto éxito como Misión imposible Mannix y Starsky y Hutch. Mientras tanto, entre serie y serie, el tipo se las ingenia para intervenir en las bandas sonoras tan impresionantes como las de Bullitt o Harry, el sucio o El rey del juego, Los violentos de Kelly, Ha llegado el águila, El cuarto protocolo  y aún sigue trabajando porque, dentro de poco, podremos apreciar qué tal se las apaña con sus noventa años en la película Sweetwater,  biografía de un afamado jugador de baloncesto de la NBA en los años cincuenta que protagonizarán Carey Elwes, Eric Roberts  y Richard Dreyfuss.

Aparte de todo ello, ha sido el arreglista musical de todas y cada una de las apariciones de Los Tres Tenores a lo largo y ancho del mundo y en 2018, en una de esas raras ceremonias que tienen ahora los Oscars, se le concedió el Premio Honorífico por toda su carrera y por su contribución al mundo de la música en el cine.

Perdonad si me pongo pesado con los vídeos. Quería dejaros tres porque los tres me parece obras maestras de su música. El primero de todos es su composición del tema principal de Bullitt (la llevo en el coche y es la banda sonora también de la presentación de mi libro El ojo privado)


El segundo es su canción Burning bridges interpretada por The Mike Curb Congregation para Los violentos de Kelly, que llegó a ser nominada al Oscar.


Y la última, por supuesto, es la de Misión imposible en la versión que se hizo para la última entrega por parte de Lorne Balfe. También la llevo en el coche. Y,para mí, es la mejor de las que se han hecho hasta ahora, esa inclusión de coros le añade una fuerza que, para mí, hubiera sido impensable. Podría ser la banda sonora de mi vida.


Y como mosaico, os lo dejo recibiendo el Oscar de manos de un viejo conocido.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Guuud mornins, 14/05/13

EL CINE EN CIEN PELÍCULAS (XLVIII)

EL CINE EN CIEN PELÍCULAS (LXV)