GUS MORNINS 14/6/22

"Fui muy afortunado de nacer en una familia de masones. Mi hermana mayor, Audrey, fue Gran Maestra de la Orden de la Estrella del Este en Illinois. Mi experiencia con los masones vino de forma muy natural a causa de que todos los miembros de la familia estaban en la orden. Me lo pasé muy bien y, de hecho, fue mi pasatiempo juvenil".                                                           Burl Ives

Hoy homenajearemos a este tremendo actor, de imponente presencia,que robó muchos de nuestros corazones con su interpretación del Abuelo de La gata sobre el tejado de zinc, de Richard Brooks, poniendo tanta fuerza vital en su personaje que acababa por ser un huracán en nuestro ánimo. Merece una mirada o dos a su vida y a su obra.

Hijo de Levi Ives y de Cordelia White, Burl actuó por primera vez en público como cantante. Su tío le oyó cantar casualmente en el jardín de su casa. Le pareció que el niño cantaba tan bien que no dudó en llevarle a una reunión de veteranos de guerra en Illinois. El chico, que, por entonces tenía doce años, impresionó al público con su habilidad vocal.

Entre 1927 y 1929 asistió a la Universidad, pero se cansó. Estudiar no era lo suyo. Realizó una prueba para un sello discográfico, pero fue rechazada y destruida porque lo debió hacer bastante mal.

Ni corto ni perezoso y en plena crisis, Burl decidió ser uno de esos vagabundos que viajaban como polizones en los trenes con un banjo a la espalda y cantando allí donde paraba para sacarse unas monedas. Fue arrestado por vagancia en Utah aunque, parece ser, que lo que realmente molestó es que se puso a cantar una melodía que era un poco subida de tono. 

Parece que la cárcel le hizo recapacitar un poco. Hizo una prueba para una radio local de Indiana y comenzó a cantar habitualmente entre programas. Además, quiso volver a estudiar y lo hizo en la Universidad de Indiana. Curiosamente, sus intervenciones esporádicas cosecharon una enorme popularidad y la radio le ofreció su propio show radiofónico. Allí pudo cantar sin ningún problema la misma melodía por la que fue arrestado en Utah. Se convirtió en un éxito. Su título era Foggy, Foggy, Dew.

En 1942 fue reclutado por las Fuerzas Armadas y se integró en la compañía de espectáculos del Ejército de Tierra. Sin embargo, fue licenciado al año siguiente por un problema de salud, al parecer, de corazón. A finales de 1943 se fue a vivir con el actor Harry Morgan (visto en mil y una películas) y allí recibió una oferta de la emisora de radio de la CBS para trabajar con un sueldo de cien dólares semanales, que en la época no estaba nada mal.

A principios de los cincuenta, después de casarse y cosechar dos éxitos que estuvieron en el Top Ten de canciones, fue incluido en las listas negras por sus supuestos lazos comunistas. En 1952 aceptó testificar para el Comité de Actividades Antiamericanas donde declaró que jamás fue miembro del Partido Comunista, pero que sí asistió a varias reuniones sindicales porque le gustaba estar en contacto con la clase trabajadora. Dio nombres, uno de ellos fue el del cantante Pete Seeger.

Debido a su enorme popularidad radiofónica y su físico un tanto especial, Ives ya había trabajado en Hollywood pero en papeles de escasa importancia. Se le pudo ver como el sheriff de Al este del Edén, de Elia Kazan, en 1955 y también actuó en Broadway, sobre todo en la época en la que estuvo incluido en las listas negras. Su salto a la fama vino cuando asumió el papel de Rufus Hennessey en Horizontes de grandeza, papel por el que recibió el Oscar al mejor actor secundario en 1958.

Su popularidad para el cine fue en aumento. Richard Brooks le ofrece el papel por el que sería más recordado en La gata sobre el tejado de zinc, y Nicholas Ray también le otorga un estupendo rol en la desconocida, pero muy buena Muerte en los pantanos,enfrentándose a Christopher Plummer. También realiza un papel de cierta importancia como el escéptico escritor amigo del protagonista en la más que apreciable Nuestro hombre en La Habana, de Carol Redd, junto a Alec Guinness. Actúa como colega de Rock Hudson en la notable Camino de la jungla, de Robert Mulligan y, a partir de 1964 empieza a espaciar sus apariciones en el cine, alternando su carrera musical con la televisión. Se le puede ver, en su última época, en 1982, en esa espléndida rareza de Samuel Fuller sobre un perro adiestrado para atacar a los negros que se llamó Perro blanco y que, hoy en día, se ha convertido en una película de culto. 

Su influencia en la música country fue muy importante en los Estados Unidos. La Universidad de Pennsylvania le galardonó con la medalla del mérito artístico por su contribución a la música vocal del país.

Como curiosidad podríamos decir que él fue el actor que se encargó de llevar a cabo el papel que, en cine, fue interpretado por Lee Marvin en La leyenda de la ciudad sin nombre en su estreno en Broadway en 1951. 

Otra curiosidad es la carrera que decidió realizar en la Universidad y que tanto le costó terminar. Era licenciado en Educación Física, en la especialidad de entrenamiento de fútbol americano.

Su compromiso social pasa por haber recaudado en múltiples conciertos para causas como las reservas indias, fundaciones de arte y medicinas infantiles.

Fue Mason en el grado 33, es la máxima distinción entre los masones antes de pasar a ser Gran Maestro.

Sólo tuvo un hijo y fue adoptado, Alex.

Fue un furibundo defensor de la neutralidad de los Estados Unidos en la guerra hasta que los nazis invadieron la Unión Soviética. A partir de ese momento, fue furibundo defensor de la entrada en guerra.

Falleció de un cáncer bucal en 1995. Hoy, Burl Ives hubiera cumplido ciento trece años.

Os dejo con su habilidad con el country, presentado en un programa televisivo por el mismísimo Johnny Cash.


Y como mosaico, ahí os lo dejo, con su Oscar.




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