GUS MORNINS 11/04/23

 "Es importante salir y hacer algo con tu vida, hacer algo con el máximo compromiso y dedicación. Quizá incluso poner tu vida en ello. Es importante. Te hace una mejor persona. Y no hacemos más que huir de eso. La persecución de la excelencia -algo que es uno de los principales valores que trato de colocar en todas las películas que hago- es la cumbre de todo y lo que te coloca en la cresta de la ola. Hay que ir a por ello".                                                                                                     John Milius


Hoy es el cumpleaños de este polémico director y guionista, quizá el miembro menos recordado de la "Nueva generación del cine americano" porque siempre nos acordamos de Coppola, de Spielberg, de George Lucas, de Brian de Palma...pero no de él. Y, a pesar de que es más fascista que otra cosa, es un hombre de un enorme talento.

Se graduó con notas brillantes en Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California y siempre estuvo fascinado por las armas. Tanto es así que reconoce que va armado por la calle. Su gran sueño no fue dirigir películas, sino ser militar. Se presentó como voluntario en los marines para acudir a la Guerra del Vietnam pero no fue admitido debido a que padece asma crónica. Él dice que toda su vida había querido ser general del ejército, pero que, como eso no fue posible, se hizo lo único que era lo más parecido: director de cine.

El caso es que Milius comienza a despuntar como guionista y es el tipo que vende la idea original para hacer Harry, el sucio sólo que no es el guión que luego vimos, sino que es el de Harry, el fuerte. Es decir, lo leyeron, les gustó, lo compraron y le dijeron que lo harían después de la primera parte, que les gustaba más lo que habían hecho Harry y Julian Fink para la primera parte y que él tendría el privilegio de darle una vuelta para corregirlo. Así se hizo.

Aún así, Milius consiguió vender otro guión maravilloso para que fuera dirigido por Sidney Pollack y protagonizado por Robert Redford como es Las aventuras de Jeremiah Johnson, un canto a la naturaleza y a la vida bucólica. También escribe para John Huston El juez de la horca y da el salto a la dirección con la que es, bajo mi muy humilde y nada leída opinión, la mejor versión que se ha hecho nunca del gángster cinéfilo Dillinger, con Warren Oates de protagonista. La película, siendo modesta, obtiene un cierto éxito,y eso hace que Milius escriba y dirija la que es, quizá, su mejor película. Se trata de El viento y el león, el mítico enfrentamiento entre el jeque Alley Mohamed El Rashuli, soberbiamente interpretado por Sean Connery, y el presidente Teddy Roosevelt, con el rostro de Brian Keith. Una película de aventuras soberbia, poética y con un cierto aroma a David Lean.

Con el éxito a cuestas,Milius intenta hacer una película con uno de los temas que más le apasionan como es El gran miércoles, centrada en el mundo del surf. Milius nunca comprendió el fracaso tremendo que tuvo esta película porque pensaba que si a él le gustaba el surf y hablaba con pasión de eso, la gente iba a agolparse en las taquillas. No fue así, aunque sí es verdad que, con los años, la película ha ido ganando adeptos dentro de los surfistas que la llegan a considerar como una película de auténtico culto.

Co-escribe con Francis Ford Coppola el impresionante guión de Apocalypse now y también el de la muy fallida 1941 para Steven Spielberg y pega el pelotazo como director y guionista al hacerse cargo de la producción de Conan, el bárbaro, que descubrió a Arnold Schwarzenegger al mundo y que es mucho mejor película de lo que parece a primera vista. 

Dos años después, y otra vez con el éxito a cuestas, no puede evitar sacar a relucir sus ideas extremistas con Amanecer rojo, sobre unos estudiantes de secundaria que crean un grupo de resistencia ante una invasión rusa en los Estados Unidos. Maniqueísta hasta la náusea, sí que hay que reconocer que funciona como mera película de acción y como reflejo de la generación de actores encabezada por Patrick Swayze en la época.

Otra película suya más que aceptable es Tración sin límites, con Nick Nolte en el papel de un sheriff decidido a ajusticiar a un viejo amigo de la juventud que se dedica al tráfico de drogas en la frontera de México. Estupenda.

Más tarde, obtiene un grandísimo fracaso que, prácticamente, entierra todas sus opciones como director en la muy extraña Adiós al rey, con Nick Nolte de protagonista, sobre un oficial del Ejército que deserta y se queda a vivir en la selva de Vietnam capitaneando una tribu de la que llega a ser rey. No fue a verla ni el tato.

Desde entonces, Milius ha trabajado poco. Consiguió hacerse un hueco como guionista en la adaptación de Peligro inminente, con Harrison Ford, en la adaptación de la novela de Tom Clancy con el personaje de Jack Ryan y también con Gerónimo, que significó el descubrimiento de Wes Studi para los papeles de indio acompañado de Gene Hackman. Sobrevivió con la serie Rough riders, que tuvo un cierto éxito y poquita cosa más. Consiguió dirigir una película con material ajeno que no está nada mal y que se llama El vuelo del Intruder.

Hay que decir que tanto en El viento y el león, como en Conan, el bárbaro como en Adiós al rey, Milius no ha dudado en llamar a nuestro Gil Parrondo como director artístico. Siempre ha dicho de él que es "el tesoro nacional español".

Habría que destacar que John Milius es la inspiración para el personaje de Walter Sobchak en la estupenda El gran Lebowsky, de los Hermanos Coen y que interpretó, siendo físicamente muy parecido, el gran John Goodman.

Es el autor de la famosa frase de Harry Callahan: "Vamos, alégrame el día".

Perdió gran parte de su dinero debido a que su contable se lo llevó de naja. Mendigó trabajo a uno de sus amigos que le dijo que no le daría trabajo, pero que le pagaría los estudios universitarios a su hijo por amistad. Años después, Milius le devolvió íntegro el dinero del préstamo.

Es un ávido coleccionista de armas. De hecho, con el sueldo por su guión de Las aventuras de Jeremiah Johnson se compró todas las armas que pudo.

La idea para el principio y el final de Salvar al soldado Ryan es decir, las escenas del cementerio, partió de él que se la sugirió a Steven Spielberg.

No se considera fascista, sino un anarquista zen.

Huston le pagó la astronómica suma de 300.000 dólares por el guión de El juez de la horca

No se llevó nada bien con Robert Redford y con Sidney Pollack que llegaron a despedirle de la escritura del guión de Las aventuras de Jeremiah Johnson, Pollack contrató a otro guionista y vio que nada funcionaba, así que, de acuerdo con Redford, volvieron a readmitir a Milius.

Sergio Leone quería que Milius escribiera el guión de Érase una vez en América. A Milius le encantaba el proyecto pero tuvo que rehusarlo porque estaba muy ocupado con la continua reescritura de Apocalypse now

Piensa, precisamente, que el mejor trabajo de su vida, aquel por el que ha merecido la pena vivir fue la escritura del guión de Apocalypse now. Además, profesa una enorme admiración por Francis Ford Coppola al que considera el mejor de su generación.

También fue el tipo que escribió el monólogo sobre el Indianápolis que dice el pescador Quint en Tiburón de Steven Spielberg.

Vamos a ver lo que tienen que decir Steven Spielberg y Francis Ford Coppola sobre John Milius


Y como mosaico, ahí lo tenéis, con George Lucas y Steven Spielberg. Mucho cine en esta foto.

"Me encanta el olor del napalm por la mañana..."



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