GUS MORNINS 20/12/22

"Navidad, Navidad, dulce Navidad...."

                                                                                               Santa Claus

Pues sí, lo habéis adivinado. Con este post, os deseo a todos una Feliz Navidad y un próspero y maravilloso Año Nuevo. Obviamente, también es el anuncio de que dejaré de poneros mi habitual crónica de los martes hasta el martes día 10 de enero porque, ya se sabe, después de la atención que habéis prestado aquí, comprendo perfectamente que tengáis ganas de volveros hacia los escaparates, los centros comerciales, los pavos, los pollos y las serpentinas. 

Así que se me ha ocurrido hacer un repasito de películas navideñas ad hoc para despedir el año cinematográficamente hablando de los buenos deseos, de las buenas personas y de los maravillosos sueños que, a buen seguro, a todos se nos van a hacer realidad. Yo, por mi parte, pido bien poco, pero no deja de ser una osadía pedir algo en los tiempos que corren.

Abriremos con un clasicazo navideño como es ¡Qué bello es vivir!, de Frank Capra. Los más cercanos ya sabéis que es una película que me gusta mucho, me encanta, me parece maravillosa...pero la tengo muy astragada de tanto verla y, claro, he decidido no verla durante unos cuantos años. El año pasado tuve que revisitarla porque en Conversacines se empeñaron en hacer un programa de Navidad con la película navideña por excelencia.. Y, tengo que reconocerlo, es una grandísima película. Por cierto, como curiosidad, hay una escena en la que Donna Reed tiene que tirar una bola de nieve y romper el cristal de una casa. Capra no estaba muy seguro de que la chica llegara y dispuso a un lanzador de béisbol escondido entre los matorrales para sustituir la bola que Reed debería lanzar. Je, pues la chica no sólo llegó, sino que acertó. Luego se acercó a Capra y le dijo que había sido capitana del equipo de béisbol de su instituto y jugadora del año en su liga escolar.

Y recordad: Ningún hombre está perdido si aún tiene amigos.


De ilusión también se vive, de George Seaton, es uno de esos clásicos que es muy clásico y que sin embargo no se recuerda tanto como un clásico. A mí es una película que me gusta mucho porque no puedo imaginar un mejor Santa Claus venido a la Tierra que Edmund Gwenn que me ha parecido siempre un actorazo. Y si aquí está acompañado de Maureen O´Hara, mejor que mejor. Ya se sabe. Navidad es tiempo de milagros y esta película se encarga de recordárnoslo. 



 La jungla de cristal, de John McTiernan. Seamos sinceros. A todos nos ha enloquecido esta película. Y además conjuga como muy pocas el espíritu navideño con una aventura de tomo y lomo. Bruce Willis está guapo a rabiar y cínico como en muy pocas otras ocasiones. Alan Rickman es un malo para recordar y, desde luego, hay dos o tres detalles de juzgado de guardia (la actuación de la policía de Los Ángeles, los fulanos del FBI) que son bastante discutibles, pero se los perdonamos porque estamos en una jungla que nos lo hace pasar rematadamente bien.


Los amigos de Peter, de Kenneth Branagh. Quizá nunca ha estado Branagh tan cómodo fuera del territorio Shakespeare como en esta película. Tal vez porque, precisamente, estaba rodeado de amigos y eso se nota en el ambiente relajado de actuación que todos ponen por mucha tensión que tengan sus personajes. Además, seamos sinceros, las Navidades son un poco rollo, pero también, de vez en cuando, nos dan una alegría porque aparece por allí un amigo que, como dijo no se quién, es la familia que se elige. Peter se encarga de decirnos lo mismo cada año.


Love actually, de Richard Curtis. Si hay un equivalente contemporáneo a ¡Qué bello es vivir! en la cinematografía mundial esa es Love actually. Pastelón de los que hacen época, muy bien realizado, con un reparto más que atractivo y con una estructura que recuerda más a Robert Altman que a Frank Capra, no niego que la película tiene sus virtudes y que, incluso, posee algún momento brillante. Sí, sé que todos estáis pensando en el mismo, es éste:


El día de la bestia, de Álex de la Iglesia. Alguna española tendría que haber y además tan heterodoxa o más que La jungla de cristal. Tengo que reconocer que es una película espléndidamente rodada y que, por supuesto, tiene eso tan característico del cine de Álex que es pasarse tres pueblos, pero me hace mucha gracia ese punto de partida con el cura haciendo justo lo contrario de lo que se pretende en Navidad sólo para llamar al demonio. Estupendos tanto Álex Angulo como Santiago Segura. Y, sí, creo que es una buena película.


Plácido de Luis García Berlanga. Si hay alguna película española de calidad con la Navidad como fondo es ésta (sí, sí, ya sé que estáis pensando en La gran familia con Chencho perdiéndose en la Plaza Mayor, pero no es tan buena). Este desastre de cena navideña con la campaña de Siente a un pobre a su mesa, le sirve a don Luis para decirnos a la cara que sí, que somos muy tal y muy cual, pero que somos egoístas como pocos y que la Navidad no es eso. Por mucho que queramos disfrazarla de caridad.


El bazar de las sorpresas, de Ernst Lubitsch. Siempre se me quedó una frase de esta película: "Hay muy poca gente que se preocupe de conocer la verdad interior de las personas". Y ha sido una especie de máxima para mí que, además, resume muy bien lo que debería ser el espíritu de la Navidad. Claro, Lubitsch era un genio. Y la historia de amor entre James Stewart y Margaret Sullavan también ayuda, pero yo estoy buscando la tienda del señor Matuschek para llevarme esas cajitas de tabaco tan monas que están en oferta.


El apartamento de Billy Wilder. Ahí os he pillado con el pie cambiado ¿eh? ¿Por qué no se cita nunca a esta película cuando se habla del cine en Navidad si ocurre en esos días? ¿Es demasiado amarga? ¿Es demasiado feliz? ¡Qué más da! Es cine en estado efervescente y, junto con Fort Apache, es una de las visitas que me autoimpongo cada Navidad para descubrir algo nuevo, algo fresco, algo radiante, algo con un ligero tinte pesimisma y algo como la misma vida en medio de la Navidad. Dé cartas, señorita Kubelik.


Pesadilla antes de Navidad, de Henry Selick. Sabemos que detrás de todo este proyecto estaba Tim Burton y que la película es más suya que de nadie. Sin embargo, es un cuento macabro de mucha categoría acerca de Jack Skeleton que decide celebrar la Navidad en unas fechas que no corresponden como es Halloween. Tal vez porque Jack está ya harto de que la gente se asuste en sus días y no sea ilusión lo que reciben como pasa en Navidad. En cualquier caso, también es una metáfora de lo que está ocurriendo en nuestros días. Deberíamos aprender un par de lecciones de vida del cine.


Y yo creo que ya está bien. Podría meter muchas más como Gremlins o Matar a Santa, pero creo que la selección ha quedado chulilla y es suficiente como para que os den ganas de verlas para recordar que, un día, también fuimos niños.

Os deseo una Feliz Navidad a todos. Pasadlo muy bien.


Comentarios

Gand ha dicho que…

DESDE LOS ALBORES DE LA TEMPESTAD VUELVO A VOSOTROS...



FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO!

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